2026, el año en que empezará a pasar de todo en las 'telecos'

• IGNACIO DEL CASTILLO

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Que Vodafone pueda romper con su 'towerco' en 2028 es el gatillo que provocará un alud de cambios sistémicos en las 'telecos' españolas y tienen que iniciarse en 2026 porque los plazos son ya muy justos.

Cuando se analiza el futuro de las transacciones corporativas en las telecos españolas todo son rumores y posibilidades, pero hay un hecho cierto que destaca: en noviembre de 2028,Vodafone España podrá cortar su contrato con Vantage Towers, la towerco (torrera) en la que Vodafone tiene instalados buena parte de sus emplazamientos. Ese ultimátum es fundamental porque Vodafone España -controlada por el grupo financiero británico Zegona- es el radical libre de las telecos españolas. La naturaleza hiperpráctica y desacomplejada de sus propietarios, junto con la necesidad de bajar deuda y alimentar de dividendos a sus accionistas, junto con el hecho de que no tenga vínculo societario con Vantage -como sí tenía cuando la filial española formaba parte del grupo Vodafone- hacen que una oportunidad de consolidación de redes de ese calibre -con ahorros multimillonarios- difícilmente se dejará pasar.

Cuando se estudian consolidaciones de redes móviles, las multimillonarias sinergias que se generan al dar servicio con una sola red a dos bases de clientes, se ven reducidas y/o pospuestas, por los contratos a largo plazo que las telecos tienen con las torreras, contratos protegidos con fuertes penalizaciones en caso de ruptura. Pero en este caso, la ventana de salida de Vodafone España en noviembre de 2028 de las torres de Vantage es un cebo demasiado goloso para que no provoque un torrente de operaciones corporativas.

Lo que no está claro es qué es lo que va a ocurrir, pero sí lo está que algo sucederá. Y pronto. Teniendo en cuenta que se tarda mucho tiempo en unificar redes móviles y es un proceso complejo y peligroso -que puede afectar a la calidad percibida por los clientes- cualquier movimiento que quiera aprovechar la ventana de noviembre de 2028 para ahorrar costes, tiene que empezar a producirse en 2026, porque el tiempo empieza a apremiar.

Las opciones más probables son, por un lado, la compra de Vodafone por parte de Telefónica, una operación muy difícil desde el punto de vista regulatorio y financiero por su alto coste, pero con mucha capacidad de transformación.

Y por otro, la creación de RANco, o compañías de red móvil por parte de Vodafone y otro socio y vender un paquete a un tercer socio financiero, como ha hecho con las fibercos de fibra. Una primera posibilidad sería profundizar en la compartición que Vodafone ya tiene con Orange. Pasar de 15.000 torres compartidas a las 20.000 -es decir, extender la red común a las aproximadamente 5.000 torres que tanto Orange como Vodafone mantienen de forma independiente y que dan servicio a las grandes ciudades-, facilitaría mucho la tarea de Vodafone de desvincularse de Vantage. Aunque sólo cubran un 25% de los emplazamientos de ambos, las redes de las ciudades vehiculan cerca del 60% del tráfico total. Y es obvio que cuanto más integradas estén las redes -es decir, cuantos más clientes atiendan- más eficientes son y menos coste por cliente soportarían. Y si la actual red de Orange (Masorange) recibiera también los clientes de Vodafone, el coste por usuario caería dramáticamente.

Pero la integración de la red que cubre las grandes ciudades con Orange no es la única opción. Telefónica también es para Zegona un candidato a la compartición. Vodafone tiene unos 13 millones de clientes móviles en sus distintas marcas y el exmonopolio tiene un poderoso incentivo para atraer a Vodafone a un pacto de ese estilo: lograr para sí esas sinergias e impedir que esas ganancias de productividad cayesen todas del lado de Masorange, su gran rival.

Con todo, no es fácil inferir con qué socio cerraría el acuerdo Zegona. Vodafone tiene una amplia experiencia histórica en colaborar con Orange España. Y a Telefónica se la consideraba como un grupo más difícil para lograr este tipo de acuerdos. Pero esa mentalidad de Telefónica ha cambiado estos últimos años, como demuestran los acuerdos de Fiberpass, con la propia Vodafone, o el pacto de red móvil con Digi que incluso incluye mutualización de espectro, es decir, compartir las frecuencias. Y, además, hoy por hoy, la red móvil de Telefónica es más potente que la de Masorange.

'Fibercos' y locales, los otros frentes

La enorme explosión de nuevas firmas de 'telecos' en España en la última década tenderá a desaparecer. Los fondos que han financiado estas empresas deben devolver el dinero y la salida más lógica y que brinda más posibilidades de rentabilidad es la consolidación. Por un lado, las operadoras neutras de fibra, de las que se han creado más de una decena -Onivia, Adamo, Olín, Asteo, Elanta, etc-, deberá ir integrándose. Por otro, los dos centenares de 'telecos' locales y regionales, presentes sobre todo en Andalucía, Murcia y Levante, lo están pasando muy mal, perdiendo cuota -por la competencia de Digi- y lo lógico es que acaben integradas en grupos más potentes.

Cellnex+Totem, la opción más probable

Otro proceso en el que todos los observadores están de acuerdo es la consolidación de las 'towerco', empresas dueñas de torres como American Tower, Cellnex, Totem y Vantage. Si la red móvil se va a consolidar en dos -bien porque Telefónica compre Vodafone, bien porque está fusione su red móvil con Orange, con Telefónica o con ambas- no tiene sentido que haya cuatro grandes 'towerco', Con todo, la industria considera que las 'towerco', no moverán pieza hasta que las 'telecos' no hayan aclarado su futuro. La operación más probable es la integración de Cellnex, que quiere reforzarse en España a toda costa, y de Totem, la filial de Orange. El grueso del negocio de Cellnex (un 65%) es Orange, seguido de un 30% de Telefónica y muy poco de Vodafone. Así que esa fusión tendría sentido. Eso dibujaría un escenario en el que American Tower, basada en Telefónica como gran cliente, seguiría su camino en solitario en España y Totem y Cellnex buscarían algún tipo de consolidación en el que, además, también se integrase una parte de las torres de Vantage, una vez roto el contrato con Vodafone y fusionadas las redes móviles de la operadora británica.

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