La jueza que investiga la DANA ha declarado este martes a Agustín, de 74 años, víctima 230 de la catástrofe. El hombre pasó la noche del 29 al 30 de octubre de 2024 atrapado en su casa de Catarroja, que quedó completamente inundada tras el desbordamiento del barranco del Poyo. No pudo refugiarse ni desplazarse a ningún otro lugar, y el agua impidió que pudiera salir hasta la mañana siguiente, cuando los servicios de emergencia consiguieron acceder a la zona.
El auto, al que ha tenido acceso 20minutos, incorpora las conclusiones de un informe forense que establece un vínculo directo entre el fallecimiento de Agustín y las condiciones que sufrió durante la noche de la inundación. Vivía en una planta baja y, según detalla la resolución, permaneció "toda la noche mojado" tras entrar agua en su vivienda. Esa exposición prolongada al agua fría, unida a la dificultad de movimiento y al esfuerzo físico que realizó en esas horas el hombre —que padecía patologías previas—, derivó en un tromboembolismo pulmonar. Finalmente, falleció el 3 de noviembre de 2024 en el Hospital La Fe de Valencia.
Fue su hijo, Jesús Ángel, quien pidió a la jueza el pasado 29 de octubre que se analizara si la muerte podía considerarse consecuencia directa de la DANA. Tras recabar la documentación médica del Hospital La Fe y remitirla al Instituto de Medicina Legal, la instructora ordenó un informe pericial para aclarar la relación de causalidad. El documento, fechado el 27 de noviembre de 2025, concluye que las circunstancias vividas por Agustín durante la inundación fueron determinantes en su fallecimiento.
Este caso se suma a la ya reconocida anteriormente como víctima 229. Se trata de Alejandra, una bebé de ocho meses que no llegó a nacer tras la muerte de su madre en Riba-roja de Turia durante la riada. Ambos fallecimientos figuran ya como oficiales en la causa y en el Registro Civil.
La jueza señala además que existen otras nueve solicitudes en estudio presentadas por familiares que piden que se reconozca también a sus allegados como víctimas de la DANA. El análisis de esos expedientes continúa abierto.
El auto, al que ha tenido acceso 20minutos, incorpora las conclusiones de un informe forense que establece un vínculo directo entre el fallecimiento de Agustín y las condiciones que sufrió durante la noche de la inundación. Vivía en una planta baja y, según detalla la resolución, permaneció "toda la noche mojado" tras entrar agua en su vivienda. Esa exposición prolongada al agua fría, unida a la dificultad de movimiento y al esfuerzo físico que realizó en esas horas el hombre —que padecía patologías previas—, derivó en un tromboembolismo pulmonar. Finalmente, falleció el 3 de noviembre de 2024 en el Hospital La Fe de Valencia.
Fue su hijo, Jesús Ángel, quien pidió a la jueza el pasado 29 de octubre que se analizara si la muerte podía considerarse consecuencia directa de la DANA. Tras recabar la documentación médica del Hospital La Fe y remitirla al Instituto de Medicina Legal, la instructora ordenó un informe pericial para aclarar la relación de causalidad. El documento, fechado el 27 de noviembre de 2025, concluye que las circunstancias vividas por Agustín durante la inundación fueron determinantes en su fallecimiento.
Este caso se suma a la ya reconocida anteriormente como víctima 229. Se trata de Alejandra, una bebé de ocho meses que no llegó a nacer tras la muerte de su madre en Riba-roja de Turia durante la riada. Ambos fallecimientos figuran ya como oficiales en la causa y en el Registro Civil.
La jueza señala además que existen otras nueve solicitudes en estudio presentadas por familiares que piden que se reconozca también a sus allegados como víctimas de la DANA. El análisis de esos expedientes continúa abierto.