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El presidente de Aragón, Jorge Azcón. EP Aragón se mira en el espejo de ExtremaduraAzcón se pone en guardia y busca no caer en los errores de Guardiola, pero tiene difícil deshacerse de Vox, que sigue lanzado
Madrid
Lunes, 29 de diciembre 2025, 00:04
... en Aragón, Castilla y León y Andalucía. Y, al menos en el caso aragonés, los sondeos de cara a los comicios del próximo 8 de febrero dibujan un patrón con grandes similitudes: un PSOE que se arriesga a caer a su suelo histórico, un Vox que sigue creciendo y un PP que, salvo sorpresa, solo podrá pactar con la derecha radical.Jorge Azcón, el siguiente barón popular en pasar por las urnas, ha tomado buena nota de las lecciones que deja el 21-D. El mandatario aragonés decidió seguir los pasos de su homóloga extremeña y adelantar los comicios ante la imposibilidad de sacar por segundo año consecutivo los Presupuestos autonómicos. Para que gobierne sin las ataduras de los voxistas, encabezados por Alejandro Nolasco, el PP tendría que llegar a los 31 diputados y garantizarse que Aragón-Teruel Existe no cae de los tres. Si unos u otros no alcanzasen estas cotas, las más altas de sus horquillas, la estabilidad que persigue Azcón podría peligrar y tener que volver a depender de los votos de la derecha radical como en 2023.
Al presidente en funciones le gustaría revalidar en su tierra un resultado «histórico» como el que ha conseguido Guardiola y que es similar en porcentaje de voto al que tiene Juanma Moreno en Andalucía, que en su caso supuso mayoría absoluta. Además, augura que no tendrá que incluir a Vox en su futuro gobierno porque «ellos no quieren». «No quieren asumir responsabilidades porque lo que desgasta es gobernar. Una cosa es hablar y otra, hacer, predicar y dar trigo», reflexionaba Azcón, el pasado martes, apenas 48 horas después de que las urnas se cerrasen en Extremadura.
Para el dirigente aragonés, toda la responsabilidad del incremento de votos de Vox en esta comunidad se debe a la polarización que genera el Gobierno de Pedro Sánchez y la situación nacional. Y aunque asegura estar «tranquilo» y cree que le va a ir «muy bien» en las urnas, asume que tendrá que reorientar parte de la estrategia. Azcón ya ha empezado a deslizar los primeros cambios que introducirá en su campaña con respecto a la que ha hecho Guardiola.A diferencia de la política extremeña, él sí está dispuesto a participar en debates de televisión, incluso baraja un posible cara a cara en el canal autonómico con la candidata del PSOE, Pilar Alegría.
Una campaña distinta
Azcón tiene claro que Feijóo es un activo y contará con el líder del PP en su campaña, a diferencia de lo que hizo la presidenta en funciones de Extremadura, que limitó mucho sus apariciones, coincidiendo apenas en dos actos. Guardiola quiso hacer sola la campaña, sin la dirección nacional del PP y sin la presencia de ningún presidente autonómico del partido. «Tiene su propio foco y estamos cómodos», aseguraban en el equipo de Feijóo durante los últimos compases de la contienda cuando se les preguntaba por la escasa presencia del presidente de los populares en Extremadura. Una semana después, miembros del partido en privado creen que esa soledad autoimpuesta pudo haberla «perjudicado» en las urnas, además de su ausencia en el debate de RTVE y el lío de los votos robados.
Azcón está decidido a nacionalizar la campaña y concederá entrevistas a medios de ese ámbito, algo que la dirigente extremeña limitó en extremo. El barón popular va a por todas y no descarta incluso celebrar algún acto en el Parador de Teruel, donde supuestamente el exministro José Luis Ábalos celebró una fiesta en 2020 en plena pandemia con prostitutas cuando su rival Pilar Alegría era delegada del Gobierno en Aragón. A la exportavoz gubernamental le pesa también su comida con Paco Salazar cuando ya había sido señalado por acoso sexual, que en un principio, y a las puertas del anticipo electoral en Aragón, reconoció como un «error». El PP confía en que los aragoneses sigan la estela de los extremeños y hundan al PSOEde Pedro Sánchez aunque tienen más difícil desembarazarse de Vox.
Moreno, el único con opciones de reeditar su mayoría absoluta
Andalucía será la última comunidad en abrir las urnas y, salvo que Pedro Sánchez adelante las elecciones generales, será antes del verano. Como muy tarde en junio. Este es el tiempo que tiene el presidente andaluz para tratar de acortar distancias con la formación de Santiago Abascal, que, según los últimos sondeos, podría hacer peligrar su mayoría absoluta. Los tambores de Vox no dejan de sonar y podrían arrebatar ese legado al presidente andaluz, habiendo conseguido superar ya al PSOEen dos provincias como Málaga y Huelva.
Según el último CIS andaluz, el PP obtendría entre 53 y 55 diputados, cuando la mayoría absoluta se sitúa en los 55 escaños, con una caída en picado del PSOEque capitaliza como en Extremadura la derecha radical, que pasaría de los 14 diputados que tiene actualmente en el Parlamento andaluz a entre 19 y 22. Moreno podría necesitar así una abstención de los de Abascal en una futura investidura.
«Vox sólo empezará a bajar cuando entre en los gobiernos y asuma responsabilidades», apuntó el presidente Moreno el pasado lunes, a su llegada a la junta directiva nacional del PP, justo la vía a la que el partido conservador se resistió tras los comicios autonómicos de 2023 pero que terminó por aceptar.
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