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El miedo a problemas crediticios se sitúa por delante de las preocupaciones a una burbuja en la IA, según una encuesta de BofA.
Las tensiones en renta fija en 2025 se han originado en distintas partes del mundo, aunque todas con un denominador común: la elevada deuda. Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Japón ha sido algunos de los epicentros de estas preocupaciones y se han cuestionado sus excesivos déficit. A ello se suma la llegada de las compañías ligadas a la IA que rápidamente han superado al sector financiero y se han convertido en las principales emisoras de deuda este año. El resultado: ni burbuja tecnológica ni elevadas valoraciones, las burbujas crediticias son la verdadera preocupación para los inversores de bonos el próximo año.
Según una encuesta realizada por Bank of America (BofA), los inversores están mucho más preocupados por la existencia de una burbuja crediticia (el 26%) que una en torno a la IA (9%). Es más, la burbuja tecnológica ocuparía la sexta posición en las mayores preocupaciones para 2026. Por delante se encontrarían los conflictos geopolíticos, la corrección de las acciones, errores de los bancos centrales, la recesión global y la mencionada burbuja crediticia en primer lugar.
Estas últimas semanas, mientras las bolsas han iniciado su tradicional rally de fin de año, los inversores en renta fija han tomado una postura mucho más defensiva por los temores en torno a una burbuja en la Inteligencia Artificial y del crédito privado.
En esta posición defensiva, "se han evitado la deuda subordinada de entidades financieras y los bonos a largo plazo, en favor de deuda de sectores no cíclicos, como las telecomunicaciones y los servicios públicos. Creemos que esto deja al mercado bien posicionado para una nueva etapa de tensión a finales de año", explica BofA.
Un año clave
Opinan que "la hora de la verdad" se dará el próximo enero, porque los inversores están con los niveles de efectivo más bajos de las casi últimas dos décadas. "La intensa actividad primaria a principios de 2026 podría fácilmente impulsar el mercado al alza", explican.
Para 2026, la encuesta entre inversores señala que los principales obstáculos a los que se enfrenta el mercado de renta fija son las "cucarachas" crediticias; el aumento de la inflación en Estados Unidos y la posibilidad de fallos en las proyecciones de ganancias de las empresas relacionadas con la Inteligencia Artificial.
Por eso, los inversores creen que los bonos de menor duración son la mejor opción para el próximo año, "gracias a los balances consolidados de las empresas europeas y a las persistentes dificultades técnicas en la compra de fondos de vencimiento fijo".
No obstante, también son optimistas con los bonos de largo plazo dadas las expectativas moderadas de recortes de tipos del Banco Central Europeo (BCE).
Por sectores, los expertos ven riesgos bajistas para los bonos del sector de telecomunicaciones. En cambio, se muestran positivos con la deuda del sector financiero y automoción.
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