Rutina, trabajo, estrés... Hay momentos en los que se necesita parar y, si es posible, hacer una escapada a cuerpo de rey. Y que mejor lugar para ello que un castillo. En España podremos encontrar diferentes fortalezas reconvertidas en alojamientos, como es el caso del espectacular Hotel Castillo de Añón.
Situado en el pueblo de Añón de Moncayo, a solo una hora de la ciudad de Zaragoza, cuenta con doce habitaciones con capacidad para dos, tres y cuatro personas. Y además de poder dormir en el castillo, también se puede alquilar para organizar todo tipo de eventos, como bodas.
Historia de Zaragoza en pleno Moncayo
En pleno Parque Nacional del Moncayo, se abre paso un trocito de la historia zaragozana, una fortaleza que ha sobrevivido al paso del tiempo, convirtiéndose en una de las mejores conservadas de la zona. Los orígenes del Castillo de Añón se remontan al año 1238, cuando empezó a construirse bajo el reinado de Jaime I de Aragón, con función defensiva ante las invasiones musulmanas.
Dominando el valle del río Huecha, la fortificación se convirtió en "uno de los centros de poder de la región y un símbolo de la fuerza y el prestigio de la familia de los Luna, que fueron los señores feudales de la zona", tal y como detallan en su página web. El castillo cuenta con una estructura rectangular y cuatro torres cilíndricas en las esquinas.
La torre del homenaje nos da la bienvenida y, a través de su puerta de entrada, accederemos a la fortaleza y a su patio de armas. En el interior nos maravillaremos con las robustas paredes de piedra, las bóvedas de crucería y la cuidada decoración que nos conduce a un viaje en el tiempo por a la Edad Media.
Un acogedor alojamiento rural
A día de hoy, el Castillo de Añón ha dejado atrás su objetivo defensivo para convertirse en un acogedor alojamiento rural. Las diferentes estancias del hotel, como el mirador de las torres y los distintos salones decorados con muebles de época nos invitan a hacer un recorrido y sumergirnos de lleno en el ambiente histórico del edificio. Además, también cuenta con una piscina, un restaurante y una terraza con vistas panorámicas.
La fortaleza es, además, un buen punto de partida para hacer excursiones por la zona. Al estar situado en el Parque Natural de Moncayo, desde el hotel podemos aventurarnos a hacer rutas de senderismo o en bicicleta por los alrededores. Por otro lado, también tendremos la opción de hacer alguna que otra visita cultural en los alrededores, como al monasterio de Veruela, construido en el siglo XII, o al propio pueblo de Añón de Moncayo y su arquitectura tradicional.
Situado en el pueblo de Añón de Moncayo, a solo una hora de la ciudad de Zaragoza, cuenta con doce habitaciones con capacidad para dos, tres y cuatro personas. Y además de poder dormir en el castillo, también se puede alquilar para organizar todo tipo de eventos, como bodas.
Historia de Zaragoza en pleno Moncayo
En pleno Parque Nacional del Moncayo, se abre paso un trocito de la historia zaragozana, una fortaleza que ha sobrevivido al paso del tiempo, convirtiéndose en una de las mejores conservadas de la zona. Los orígenes del Castillo de Añón se remontan al año 1238, cuando empezó a construirse bajo el reinado de Jaime I de Aragón, con función defensiva ante las invasiones musulmanas.
Dominando el valle del río Huecha, la fortificación se convirtió en "uno de los centros de poder de la región y un símbolo de la fuerza y el prestigio de la familia de los Luna, que fueron los señores feudales de la zona", tal y como detallan en su página web. El castillo cuenta con una estructura rectangular y cuatro torres cilíndricas en las esquinas.
La torre del homenaje nos da la bienvenida y, a través de su puerta de entrada, accederemos a la fortaleza y a su patio de armas. En el interior nos maravillaremos con las robustas paredes de piedra, las bóvedas de crucería y la cuidada decoración que nos conduce a un viaje en el tiempo por a la Edad Media.
Un acogedor alojamiento rural
A día de hoy, el Castillo de Añón ha dejado atrás su objetivo defensivo para convertirse en un acogedor alojamiento rural. Las diferentes estancias del hotel, como el mirador de las torres y los distintos salones decorados con muebles de época nos invitan a hacer un recorrido y sumergirnos de lleno en el ambiente histórico del edificio. Además, también cuenta con una piscina, un restaurante y una terraza con vistas panorámicas.
La fortaleza es, además, un buen punto de partida para hacer excursiones por la zona. Al estar situado en el Parque Natural de Moncayo, desde el hotel podemos aventurarnos a hacer rutas de senderismo o en bicicleta por los alrededores. Por otro lado, también tendremos la opción de hacer alguna que otra visita cultural en los alrededores, como al monasterio de Veruela, construido en el siglo XII, o al propio pueblo de Añón de Moncayo y su arquitectura tradicional.