Óscar Fernández Calle es portavoz de Vox en la Asamblea de Extremadura y ahora es candidato para presidir la Junta de Extremadura. Redes sociales
Reportajes El desconocido aspirante de Vox en Extremadura, un enfermero que acusa a Guardiola de 'socialismo azul': 'No regalaré un voto'Padre de familia y empresario, ha trabajado 25 años en una multinacional farmacéutica y está de excedencia hasta que acabe su periplo político.
Más información: Abascal elige a Óscar Fernández, portavoz de Vox en la Asamblea extremeña, como candidato a las elecciones del 21-D.
David G. Maciejewski Publicada 18 diciembre 2025 02:44hEl candidato de Vox a las elecciones autonómicas de Extremadura, Óscar Fernández Calle, tiene una virtud y un defecto, y ambas pueden jugar tanto a su favor como en su contra. La primera es que no es un perfil quemado políticamente. No se ha paseado activamente por los medios de comunicación nacionales y, por tanto, no hay patinazos que se le conozcan.
Su discurso está alineado con Bambú. Contrario a la Agenda 2030 y a las políticas agrarias de Europa. Defensor de la caza y la tauromaquia. Azote de la inmigración ilegal. Es un acólito de Abascal, de los pocos que jamás ha dudado de que si el PP no pasaba por el aro de sus 200 propuestas para gobernar en armonía con María Guardiola, el partido debía romper sus pactos de gobierno.
El defecto, sin embargo, parte de esa misma virtud: su falta de notoriedad. Mientras Guardiola y Gallardo sólo son desconocidos por un 5,4% y un 9,9% del electorado, un 31,4% de los votantes ignora quién es el candidato de Vox.
Santiago Abascal, líder de Vox, junto a Óscar Fernández Calle. Redes sociales
La gran pregunta que muchos extremeños se hacen estos días es la misma: ¿quién es Óscar Arturo Fernández Calle?
Hace falta viajar a la comarca del Valle del Jerte, cuna de las mejores cerezas patrias, para encontrar el pueblo que lo vio crecer. Aunque nació en 1976 en Cáceres, su familia es de Casas del Castañar.
Ahí, en este municipio de 583 habitantes situado en las estribaciones de la Sierra de Gredos, viven sus padres, con los que, según explican a EL ESPAÑOL sus vecinos, "sólo suele pasar las vacaciones".
Fernandez Calle, que se define a sí mismo como un cacereño de corazón y una persona de lo más "normal". También tiene tres hermanos y es hombre de familia, algo que considera un pilar esencial de su vida. Está casado y tiene dos hijos.
Abascal elige a Óscar Fernández, portavoz de Vox en la Asamblea extremeña, como candidato a las elecciones del 21-DConfiesa que le gusta pasar el tiempo con sus amistades sociales y que el fútbol es una de sus pasiones, casi tanto como los toros.
De hecho, en octubre de 2024, el pleno de la Asamblea de Extremadura aprobó, con él de portavoz, una propuesta para instar a la Junta a iniciar los trámites que reconocan la Tauromaquia como Bien de Interés Cultural (BIC).
Si está en política es por pura vocación, no por necesidad, ya que Fernández Calle trabaja para una multinacional farmacéutica desde hace 25 años y es gerente de su propia empresa, por lo que "está de excedencia". Cuando se acabe su periplo político, asegura, volverá a su puesto de trabajo.
Porque Fernández es diplomado universitario en Enfermería por la Universidad de Extremadura y tiene, además, un Máster ejecutivo en Dirección Comercial y Marketing por el Instituto de Directivos de Empresa de Madrid. Suma en su currículum un curso de Dirección y Liderazgo firmado por MRC International Training.
Óscar Fernández montado en un tractor durante un acto de campaña. Redes sociales
Su aterrizaje en Vox no fue el de un oportunista de última hora, sino el de un converso. Votante del PP "de toda la vida", su descontento con la era Rajoy le empujó a los brazos de Santiago Abascal.
Fernández Calle lleva afiliado al partido desde 2018, cuando acudió a una reunión de interventores en Don Benito y se quedó prendado del programa del partido. Así, en 2019, cuando Vox aún era un proyecto embrionario en la región, montó la estructura de la ultraderecha en la provincia de Cáceres y se presentó al Senado, aunque no salió elegido.
Pero Óscar Fernández Calle perseveró en la estructura del partido hasta que el Comité Ejecutivo Nacional de Vox lo nombró, en 2023, cabeza de lista para la Asamblea de Extremadura. En mayo por fin consiguió su escaño, y desde entonces fue portavoz del grupo parlamentario.
Orador contundente y fiel a las directrices de Bambú, fue de los pocos que no dudó en que Vox debía romper con Guardiola ante lo que Abascal consideraba un "incumplimiento" de los pactos sobre inmigración y leyes ideológicas.
En la ruta rural de Abascal por Extremadura: se presenta como el 'guardián' de Almaraz contra "la estafa del bipartidismo"Fernández es de los que piensa que el socialismo lleva gobernando desde 1983, ya que para él los gobiernos del PP son "una extensión del socialismo" y ha acusado a la presidenta de la Junta de Extremadura de pactar con Pedro Sánchez y "no oponerse a meter inmigrantes ilegales" en la región.
Si María Guardiola buscaba un socio dócil, él ha demostrado lo contrario. Ha sido Fernández Calle quien le ha recordado, pleno tras pleno, que su silla dependía de Vox. Sus intervenciones son famosas por el tono bronco y directo. No rehúye el barro; se tira de cabeza en él.
Los diputados de Vox Álvaro Sánchez-Ocaña y Óscar Fernández.
De hecho, en un pleno de la Asamblea tras su ruptura con el PP, Óscar Fernández se refirió al Observatorio de Opinión Pública de Extremadura impulsado por Guardiola como un "chiringuitazo" y "el observatorio particular de la señora Pepis", en referencia a la icónica marca de juguetes.
"El socialismo sigue gobernando en Extremadura desde hace 42 años; llevamos seis años de políticas socialistas azules", declaró, en referencia al Gobierno de Guardiola y a la anterior legislatura del PP, de 2011 a 2015, con la presidencia de José Antonio Monago.
María Guardiola, a uno o dos escaños de la mayoría absoluta: supera ampliamente a la suma del PSOE y la izquierda radicalPese a todo, asegura que "la relación con Guardiola que es muy educada por nuestra parte y muy mal educada por la suya". "Yo no sé si nos va a llamar. Nosotros no la vamos a llamar. Si ella nos quiere llamar, la escucharemos atentamente". Y ha añadido: "No vamos a regalar ni un solo voto".