Se espera una reunión entre las diferentes firmas y la Federación; y todas las opciones están abiertas
Un motor Mercedes F1.MERCEDES F1- EUGENIO MUÑOZ
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El número que indica la relación de compresión de una unidad de potencia se ha convertido en el término de moda de la Fórmula 1 antes de su esperado 2026. El de los cambios y una hoja en blanco para todos los equipos, que ahora Mercedes aterroriza con una solución (llevarla a 18:1) que pocos se atreven a igualar. Como ya lograron en la era híbrida gracias a aquel turbocompresor dividido, las flechas plateadas vuelven a sembrar pánico. Y, de paso, meten a la F1 en problemas.
Motor de Mercedes F1.F1Esa capacidad de alterar en caliente su relación de compresión se antoja como el gran quebradero de cabeza los equipos. Se lo han cuestionado a la FIA, y el organismo rector del automovilismo ahora debe decidir en una situación peliaguda. Porque declarar ilegal a todos los motores Mercedes no parece sencillo dado que queda muy poco para el inicio de curso y el desarrollo casi se ha completado. Y tampoco parece lo más optimo permitir que los demás equipos evidencien su enfado.
Cuando todavía se espera alguna línea de desarrollo clara de cara al futuro, la visión que más se repite entre los entendidos es la búsqueda de un acuerdo. Desde Italia, Corriere dello Sport -voz muy vinculada a Ferrari-, ya indica que podría llegar un entendimiento que permitiría a Mercedes utilizar su motor con el compromiso de ajustarlo en 2027. Otros expertos, por el contrario, apuestan por soluciones intermedias.
En concreto, Mercedes pone en pista a ocho coches con sus motores: sus dos oficiales (los de Russell y Antonelli), los Williams (Sainz y Albon), Alpine (Colapinto y Gasly) y los vigentes campeones McLaren (Norris y Piastri). Podrían recibir reclamaciones desde la primera cita de Albert Park, pero que desembocase en una descalificación... no parece el asunto más factible.
George Russell y Max Verstappen se saludan tras el último GP de Singapur.RED BULL CONTENT POOLSea cual sea el camino, la Fórmula 1 2026 se ha metido en un problema sin ver a ningún coche en pista. Normalmente, las ventajas se veían en los primeros test, ahora desde las fábricas. Recordando a situaciones claves en la era moderna como el doble difusor de BrawnGP, que pasó de ser un equipo de un euro a uno que arrasó en 2009. El difusor soplado que Newey llevó a Red Bull. O uno conocido por el público patrio, aquel sistema de amortiguación de masa que tanto potenció al Renault R26 de Fernando Alonso. En 2026, el miedo llega antes de ver cualquier acción en pista.
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