El nuevo reglamento de la F1 revive una vieja guerra fría con Mercedes y Red Bull como instigadores

Max Verstappen y George Russell, pilotos de Red Bull y Mercedes respectivamente Mercedes y Red Bull Ford están en el punto de mira tras filtrarse que han encontrado un modo de aumentar la relación de compresión de los cilindros de sus motores para ganar rendimiento. La Fórmula 1 ha permanecido sin grandes polémicas reglamentarias durante años a consecuencia de una infrecuente estabilidad en su normativa. Pero eso ya ha quedado atrás y el revolucionario cambio que llegará en 2026 ya ha empezado a demostrarlo. Una cualidad inherente a la Fórmula 1 siempre ha sido la capacidad de los ingenieros de desafiar los límites y encontrar formas de sortear la normativa para ganar prestaciones adicionales. Esto es algo que hemos visto durante décadas en aspectos como la aerodinámica, los motores o los combustibles, y también en aspectos más intrincados como la forma de calentar los neumáticos o la posición de los retrovisores. También a la hora de utilizar materiales avanzados con propiedades especiales. Tampoco es descartable que algunos equipos consideren presentar una protesta en la primera carrera de la temporada Mercedes y Red Bull Ford, en el punto de mira Según informa The Race, la vieja guerra fría de los materiales avanzados -que durante años se ha limitado a buscar maneras de aprovechar la flexibilidad de la fibra de carbono-, ha renacido. Y lo ha hecho entre los fabricantes de motores, que a pesar de tener vetados materiales exóticos como el berilio -que décadas atrás se convirtieron en habituales-, siguen encontrando el modo de retorcer sus límites. Más concretamente, Mercedes y Red Bull Ford han encontrado la manera de sortear la normativa que limita la relación de compresión de los cilindros a 16:1. Y el modo de hacerlo es fascinante. ¿Qué es la relación de compresión? Leer noticia Hasta 2025, dicha cifra era de 18:1, pero de cara a 2026 se ha reducido para compensar el aumento de potencia eléctrica con una leve reducción de la potencia procedente del motor de combustión. Pero estos dos fabricantes de unidades de potencia no se conforman con eso, y han encontrado el modo de aumentar la relación de compresión sin violar la normativa. ¿Cómo? Recurriendo a un clásico: cumpliéndola bajo los criterios de medición que establece la FIA, pero no durante el uso del motor en condiciones reales. La clave está en la temperatura El reglamento establece que la relación de compresión debe medirse «en condiciones estáticas y a temperatura ambiente». Pero estos dos fabricantes están utilizando materiales que, al llegar el motor a su temperatura de trabajo, se expanden y consiguen aumentar la relación de compresión de los cilindros a través de una elevación ligeramente superior de los pistones. La consecuencia directa es un aumento de potencia de unos 15 CV y una mayor eficiencia de combustible, lo que obviamente otorga ventaja a Mercedes y Red Bull Ford con respecto a sus rivales: Ferrari, Honda y Audi. De momento, la FIA se limita a señalar que «es cierto que la expansión térmica puede influir en las dimensiones a temperatura de funcionamiento, pero las reglas actuales no requieren la medición en condiciones de calor». Cilindros y pistones de un bloque motorDe momento, la FIA ha avisado de que es posible que se afronten cambios en próximas fechas. «Revisamos continuamente estos asuntos para garantizar la imparcialidad y la claridad y, de ser necesario, se pueden considerar ajustes a las regulaciones o procedimientos de medición para el futuro». Sin embargo, no es menos cierto que las unidades de potencia para 2026 ya fueron homologadas hace tiempo, por lo que cualquier cambio normativo que requiera modificaciones en los componentes del bloque motor plantearía complicaciones bastante importantes a corto plazo. Del mismo modo, en el caso de que la FIA no actúe, el resto de competidores no tendrá margen de maniobra para reaccionar pronto, por lo que tanto Mercedes como Red Bull Ford podrían haberse apuntado un gran tanto en este sentido. Tampoco es descartable que algunos equipos consideren presentar una protesta en la primera carrera de la temporada, que se disputará en Australia del 6 al 8 de marzo. Esto obligaría a la FIA a tomar partido, aunque a priori parece haber poca base para un veredicto en contra de Mercedes y Red Bull Ford.