El PP aguarda a que Vox plantee sus exigencias, pero cree que están «muy cómodos» en la oposición

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La portavoz del PP en el Congreso, Ester Muñoz. Efe El PP aguarda a que Vox plantee sus exigencias, pero cree que están «muy cómodos» en la oposición

Los populares asumen unas negociaciones difíciles y no cierran la puerta a ceder la presidencia de la Asamblea extremeña

María Eugenia Alonso

Madrid

Martes, 23 de diciembre 2025, 19:30

... toma de contacto que aún no se ha producido. A María Guardiola le valdría con la abstención de los voxistas para ser reelegida presidenta de Extremadura, pero Santiago Abascal no está dispuesto a regalar ni siquiera esa abstención aunque tenga que jugar con el riesgo de abocar a la región a una nueva repetición electoral. El líder ultraderechista ya ha dejado claro que hará valer los votos de su formación con «uñas y dientes» y en Génova esperan una negociación difícil y condicionada por la mala relación entre Guardiola y Abascal, pero insisten en que el mandato de las urnas ha sido «muy claro». «Los extremeños quieren un Gobierno liderado por el PP, de cada cuatro votantes, alrededor de tres han votado a Guardiola y uno a Vox», señaló este martes la portavoz de los populares en el Congreso, Ester Muñoz.

Alberto Núñez Feijóo ya ha pedido al líder voxista que actúe con «responsabilidad» y de acuerdo a la «proporcionalidad» que han dictado las urnas, que no admiten, en su opinión, «interpretaciones caprichosas». «El PP tiene 29 escaños, el PSOE 18 y Vox 11», recordó el lunes el presidente de los populares, que admitió que Vox ha mejorado sus resultados, pero no a costa de las siglas del PP.

A la espera de que los voxistas planteen formalmente sus exigencias en la cúpula popular no creen que entre sus planes esté volver a pedir la entrada en el Ejecutivo porque se les ve «muy cómodos» en la oposición. «No les veo con muchas ganas. Estaban en los gobiernos y decidieron salirse porque no les gustaba la gestión», recordó Muñoz sobre la decisión de Vox en julio de 2024 de romper los acuerdos de gobierno que tenía con el PPen cinco comunidades por el desacuerdo en la distribución de menores migrantes llegados a Canarias.

Los populares no cierran la puerta a ceder la presidencia de la Asamblea a los de Abascal, habitual moneda de cambio en los pactos postelectorales. Pero no parece que la derecha radical se vaya a conformar con eso. Las relaciones entre Bambú y el PP extremeño nunca han llegado a recomponerse, además de que el grado de malestar con Guardiola es alto por los ataques durante la campaña lanzados contra Abascal. «Lo que tendremos que hacer es ponernos de acuerdo porque eso es precisamente lo que nos han dicho los extremeños», zanjó Muñoz.

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