Lunes, 29 de diciembre de 2025 Lun 29/12/2025
RSS Contacto
MERCADOS
Cargando datos de mercados...
Deportes

El primer japonés del Madrid: "Me temblaban las piernas..."<br>

El primer japonés del Madrid: "Me temblaban las piernas..."<br>
Artículo Completo 3,816 palabras
El canterano madridista repasa en MARCA su camino desde Japón, su etapa de blanco y la exigencia de crecer lejos de casa como el primer japonés del club<span class="xai-icon"></span>
Real Madrid'Pipi' Nakai: "Del Madrid no puedes salir tú, te tienen que echar"

El canterano madridista repasa en MARCA su camino desde Japón, su etapa de blanco y la exigencia de crecer lejos de casa como el primer japonés del club

'Pipi' Nakai: "Del Madrid no puedes salir tú, te tienen que echar"'Pipi' Nakai: "Del Madrid no puedes salir tú, te tienen que echar"
  • SERGIO RODRÍGUEZ C.
Actualizado 28/12/2025 - 14:47CETMostrar comentarios96

Le dijeron a su padre que tenía un 0,01% de posibilidades. Que llevara a su hijo, sí, pero como experiencia. Nada más. Takuhiro 'Pipi' Nakai (Otsu, 2003) tenía nueve años cuando pisó Valdebebas por primera vez sin saber que eran unas pruebas del Real Madrid. Dos semanas después lo ficharon y se convirtió en el primer japonés en la historia del club. Regresó a España junto a su madre y una maleta, y apostó todo a ese 0,01%. Hoy continúa su carrera con la misma ilusión en el Leganés. Ya no entrena en Disneyland, como él llama a Valdebebas. Pero sigue siendo el niño que nunca, ni una sola vez, pensó en volver a casa. Porque hay sueños por los que vale la pena cruzar medio mundo.

Pregunta. ¿En qué momento de su vida nace la afición por el fútbol?

Respuesta. Somos cuatro hermanos. Tengo dos hermanos mayores y una hermana mayor; yo soy el más pequeño de la familia. Mis dos hermanos jugaban al fútbol y en casa había muchos balones. Mi madre me contó que cuando tenía un año ya empezaba a darle patadas al balón. Soñaba con ser futbolista, como todos los niños.

P. ¿Y si no se hubiese dado en el fútbol, qué le hubiese gustado ser?

R. Quizá hubiese sido preparador físico, o algo relacionado con el fútbol o con el deporte.

P. ¿El pequeño 'Pipi' imaginó que algún día podría jugar en Europa?

R. No, no me lo imaginaba. En ese momento, sin tener ninguna oferta ni nada del Madrid, empecé a estudiar español con ocho años porque quería jugar en España. Contaba los números y aprendí a decir "gracias". Al final, ves partidos del Real Madrid, ves partidos del Barcelona… y mi sueño era jugar en España.

P. ¿Le gustaba más el Madrid o el Barça cuando era pequeño?

R. Me gustaba más el Madrid, pero también me gustaba mucho Messi. Al final, Messi es uno de los mejores jugadores del mundo, junto con Cristiano Ronaldo, obviamente. Me gustaba Messi, pero como equipo, como club, me gustaba más el Real Madrid porque mis padres eran del Madrid y, de pequeño, veía partidos del Madrid. 

'Pipi' Nakai junto a Zinedine Zidane.INSTAGRAM pipirm22

P. ¿Cómo llega la oportunidad de jugar en el Real Madrid?

R. Había un 'clínic' en Japón de la Fundación del Madrid y creo que había unos 400 niños. Elegían al MVP, y ese MVP podía ir a hacer pruebas en la cantera, en Alevín B. Yo fui uno de ellos. Me eligieron como MVP y pude ir a hacer las pruebas en la Ciudad Deportiva de Valdebebas. Ahí tenía unos nueve años. A mi padre le dijeron que tenía un 0,01% de posibilidades de que me ficharan, pero como era una buena experiencia, mis padres decidieron que fuera. Estuve entrenando una semana y media o dos. Tuve la suerte de estar con muy buenos compañeros y un buen entrenador, como José Manuel Lara. En un amistoso contra niños de un año más, me sacaron de delantero y metí un gol. Jugué muy bien. Después de esas dos semanas me dijeron que me firmaban.

P. ¿No regresó a Japón?

R. Sí, tuve que volver a Japón para hacer el visado. Y cuando vine a hacer las pruebas, mis padres no me dijeron que eran pruebas del Madrid porque pensaron que me iba a poner nervioso. Me dijeron que era para disfrutar del fútbol y vivir una experiencia más.

P. ¿Y sus padres confiaban en que ese 0,01% pudiese ser diferente?

R. No sé si es verdad. Pero cuando mi padre me llevó al aeropuerto me dijo que, al verme de espaldas, sintió que tenía “aura” de que sí me iban a fichar. (Se ríe) Eso no vale… decir que no y luego decir que sí. Yo creo que se lo inventó, pero puede ser.

P. ¿Ahí ya le llamaban 'Pipi' o cuándo nació ese apodo?

R. Sí, sí. Me empezaron a llamar 'Pipi' desde los dos años. Es un apodo que me puso mi madre. Me dijo que, como era el hermano más pequeño, mis hermanos me hacían llorar mucho y yo lloraba diciendo “pi, pi, pi”. (Se ríe) Y me puso 'Pipi'. Un apodo muy raro.

P. ¿Recuerda aquel día que llegó a Madrid?

R. Era todo nuevo: la cultura, el idioma, la gente. Al principio me costó adaptarme mucho, pero gracias a Dios conocí a muy buenas personas. Personas que me ayudaron mucho en el colegio, en el club, los vecinos… Me ayudaron muchísimo todos. La verdad es que, sin ellos, no habría este 'Pipi'. Yo creo que eso se lo agradezco mucho a todos los que me han apoyado.

Mis padres no me dijeron que eran pruebas del Madrid porque pensaron que me iba a poner nervioso

'Pipi' Nakai, canterano madridista

P. ¿Y su padre seguía viviendo en Japón, no?

R. Sí, mi padre siempre ha estado viviendo en Japón. Mi madre también ha vivido en Japón, pero cuando vine a España mi madre vino conmigo. Mi padre se quedó trabajando allí y venía de vez en cuando. Venía cada dos o tres meses, cuando podía. Mi madre estuvo conmigo desde los diez años hasta hace cuatro años. Luego regresó a Japón.

P. ¿En algún momento pensó en regresar a Japón para estar más cerca de su familia?

R. No, nunca. Nunca pensé en volver a Japón ni en dejar el Madrid. Siempre he querido estar en el Madrid. Yo pienso que del Madrid no puedes salir tú: te tienen que echar, te tienen que invitar a salir, porque es el mejor club del mundo y hay que respetarlo. Estar en el Madrid es un privilegio que millones de niños quieren tener, y yo estaba ahí. Eso se agradece mucho. Aunque sí hubo momentos en los que me costó mucho adaptarme. Sabía a lo que venía, aunque era muy pequeño. Llamaba todos los días por videollamada con mi padre. Obviamente quería verle, pero como me apasionaba jugar al fútbol, no me dio tanta pena como para querer volver a Japón.

'Pipi' Nakai, posando para MARCA.FOTO CHEMA REY

P. ¿Cuál fue el momento más complicado de gestionar?

R. Cuando me sancionaron desde la FIFA. Al ser extranjero y extracomunitario, te sancionaban. Me acuerdo de un día, cuando era infantil, que al día siguiente teníamos un torneo importante. Entré en la convocatoria, pero esa misma noche me llamaron y me dijeron que me volvían a sancionar por lo de FIFA y que no podía ir al torneo. Hasta los 15 años tuve muchas de esas situaciones en alevines e infantiles: de repente no puedes jugar y no puedes ni entrenar. Puedes entrenar aparte, solo, pero no jugar los partidos.

P. A pesar de todo, ¿se sintió acompañado en todo momento?

R. Sí, muy acompañado. Mi madre fue la que más me ayudó. Mi padre estaba en Japón, tenía que trabajar y no podía estar aquí, pero mi madre me apoyó muchísimo y me enseñó todo. Del club, te diría David de la Víbora, con su familia; Pablo Barrios, que estuvo conmigo hasta infantil y era uno de los capitanes; y Jaime Fernández, que también estuvo conmigo hasta cadetes y vivía al lado de mi casa. Los tres, y sus familias, son top. Y a Jaime le agradezco muchísimo que, como vivía al lado y nosotros no teníamos coche, me llevaba todos los días al entrenamiento. Igual que a la familia de Barrios. Las dos familias me ayudaron muchísimo.

'Pipi' Nakai.INSTAGRAM pipirm22

P. Sin saber apenas castellano, ¿cómo transmitía en el campo todo lo que le indicaba su entrenador?

R. La primera y la segunda semana vino un traductor conmigo. Pero a partir de ahí, siendo tan pequeño, tampoco hacía falta saber todo lo que decía el míster. Me decía “muy bien” y yo respondía “gracias”. (Se ríe) Y yo metía goles. Me decía “tú aquí”, “dos toques”, y yo hacía “vale, vale”. Así era. Luego llevaba un miniordenador con un traductor y me iba apañando. Las palabrotas me las enseñaban en el club y el español más correcto lo aprendía en el colegio.

P. ¿Ya destacaba mucho en alevines?

R. (Se ríe) No, no. El primer año que llegué me sorprendió muchísimo el nivel que había. El fútbol era totalmente diferente. Yo en Japón regateaba a todos, me iba de todos y no pasaba el balón a nadie de mi equipo. Y aquí, al llegar, me dijeron que tenía que jugar a un toque, dos toques, tres toques, con muchos pases, mucho pase, mucha posesión. En Japón no jugábamos con esa idea de posesión como aquí en España.

P. ¿Cómo era el día a día en Valdebebas?

R. Muy exigente. Para mí, cada día era como un examen, porque allí no va por contratos: cada año te dicen si te quedas o te vas. En cada entrenamiento tienes que dejarte la vida, ganar partidos y darlo todo. Pero es un privilegio estar ahí. Siempre digo que es como Disneyland. Yo creo que no hay ningún club mejor que el Real Madrid.

P. ¿Qué valor imprescindible le inculcó su madre?

R. Mi madre es muy japonesa y para ella los valores tienen más importancia que el fútbol. Hubo un partido, cuando era pequeño, en el que jugué mal y, al acabar, me fui sin saludar a los rivales. Me echó una bronca increíble. A partir de ahí, jugara bien o mal, después del partido saludaba a los entrenadores y a los jugadores. Y antes de entrar al campo siempre hago el saludo japonés. Ese gesto me ayuda a concentrarme, a cambiar el chip y entrar en el partido.

P. ¿Usted tiene más carácter de Japón o de España?

R. Yo creo que, fuera del campo, todavía soy japonés. Al final, estás siempre con tu familia, y mis padres son muy de eso. Dentro del campo era muy japonés también: de pequeño no decía nada, no hablaba, no contestaba, daba la mano y ya está. Pero he cambiado en estos dos o tres años. Tengo que tener más maldad en el campo y quitar ese ámbito japonés.

P. ¿Eso se lo dijo algún entrenador?

R. Sí, me lo dijo un representante que conocí a los 15 años. Él me enseñó eso. Los entrenadores también, pero sobre todo ese representante. Le tengo mucho aprecio. Aunque ahora no estoy con él, le quiero mucho. Me enseñó muchas cosas sobre eso: que dentro del campo tengo que tener más 'maldad'. Fuera del campo puedo ser japonés, como siempre, pero dentro del campo, para ser mejor jugador, tengo que ser más… no mala persona, pero sí tener más 'maldad'.

Una de las generaciones de La Fábrica, con Pablo Barrios y Nakai, junto a Marcelo.INSTAGRAM pipirm22

P. Siendo apenas un niño, ¿cómo sobrellevó la fama de ser el primer japonés en la historia del Real Madrid?

R. En Japón se sabía que el Mdadrid era un club muy grande y que había logrado algo importante, pero yo era un niño y lo que quería era jugar al fútbol. Y en el mejor sitio posible, que era el Madrid. Tampoco sentía esa fama. No me había dado cuenta. Pero cuando volví a Japón empezaron a pedirme fotos, firmas, fotógrafos… y ahí es cuando empecé a enterarme de que era un poco conocido allí. Realmente, me gustaba porque la gente me animaba.

P. ¿Le enorgullece que le recuerden como 'el japonés del Madrid' o le da coraje?

R. Me enorgullece, pero el episodio como jugador del Real Madrid lo he dejado atrás en mi cabeza. Ahora estoy comenzado otra etapa.

P. Con todo eso, ¿sintió mucha presión por triunfar en La Fábrica?

R. Sí, al principio sentía un poco de presión, pero no tanta. Al final no cambiaba nada: seguías jugando al fútbol, que era lo que más me gustaba. Así que tampoco sentía mucha presión.

P. ¿A qué etapa le guarda especial cariño?

R. A la del cadete A. Tuve a un entrenador que se llama Tristán Celador. He tenido muy buenos entrenadores, tanto en la Fábrica como en otros clubes, pero Tristán es el que más me enseñó, como futbolista y fuera del fútbol. Ese año me lo pasé muy bien con los compañeros: ganamos todo, los torneos y la Liga. Fue gracias al míster. Lo he dicho muchas veces: es el mejor entrenador que he tenido, dentro de que todos han sido muy buenos, pero Tristán ha sido el mejor.

P. También le ha entrenado Raúl.

R. Sí, Raúl también me entrenó en el Castilla, hicimos muy buen año. Pero es verdad que ahí tuve pocos minutos. Era mi primer año en el Castilla. Al final es el equipo, y el equipo estaba muy bien.

P. Cuando uno es joven, no jugar puede frustrar mucho. ¿Cómo gestionaba usted esos momentos en los que no tenía minutos?

R. Sí, claro que pensaba “el entrenador no me pone, algo no estoy haciendo bien”. Da mucha rabia. Es muy difícil tener buena actitud y buena cara cuando no juegas. Pero también pensaba que no podía dejar de entrenar, porque es lo que más me gusta. Hay muchísima gente en el mundo que quiere jugar al fútbol y no puede, y yo estoy sano y puedo hacerlo. A veces, aunque fuese suplente o desconvocado, pensaba que muchos niños querrían estar en mi sitio. Eso me lo enseñaron Tristán y también mis padres. Mi madre siempre me decía que tenía que agradecer, jugara o no jugara, y respetar al entrenador.

Cuando me retire, me gustaría dedicarme a ayudar a los chicos a que ellos también suban gracias a la experiencia

'Pipi' Nakai

P. Un par de años después le llega la oportunidad de entrenar con el primer equipo, y en aquel momento era noticia casi cada día.

R. La primera vez que subí a entrenar con el primer equipo fue en un parón de selecciones, cuando yo era Juvenil B. Tenía 16 años. Me acuerdo perfectamente: era 12 de octubre. Me llamaron para hacerme la PCR por el COVID y estaba nervioso, pensando: “por favor, que salga negativo para poder entrenar mañana”. En ese momento los jugadores de la selección no estaban. Estaban Benzema, Vinicius, Marcelo, Toni Kroos… Y subimos varios del Castilla, dos del Juvenil A, y yo era el único del Juvenil B que subió. El primer día me temblaban las piernas, estaba cagadísimo. Antes de empezar, Marcelo —que me conoce desde pequeño— se me acercó y me dijo que estuviera tranquilo. Él me ayudó mucho, y desde entonces estuve más relajado. Kroos, por ejemplo, me dijo que jugara fácil y pensase antes de recibir.

P. ¿Qué recuerda de aquellos entrenamientos?

R. La intensidad es otra, el ritmo es otro. Pero cuando entrenas con el primer equipo, entrenas mejor que con tu equipo, no sé por qué. Yo creo que es porque te hacen las cosas más fáciles y porque estás más concentrado: tienes que adaptarte a su ritmo. Y, como dije, te hacen la vida más fácil.

P. ¿Qué fue lo que más le impresionó de aquel vestuario repleto de leyendas?

R. Por ejemplo, en un partido reducido, que juegan siempre al final del entreno, se lo tomaban como si fuera una final de la Champions. Tienen que ganar sí o sí. Y cuando pierden, se iban con un cabreo que te cagas. Y los que ganan, pues gritan “¡vamos!” y tal. Eso no lo había visto en ningún club, porque al final piensas: “es un entrenamiento”. No, no, no. Ellos se lo toman como si fuera el último de su vida. Y yo creo que eso es lo que te lleva a ser los mejores del mundo y tener 15 Champions.

Nakai, en uno de los entrenamientos con el primer equipo.INSTAGRAM pipirm22

P. ¿Se sintió sobreprotegido en la cantera del Madrid?

R. Sí. Sin duda. 

P. ¿Cómo gestionó el irse cedido varias veces?

R. Obviamente sabía lo difícil que era subir al primer equipo y también jugar en el Castilla. Después del Castilla salí cedido al Rayo Majadahonda, en Primera RFEF; luego al Amorebieta, al Racing de Santander y después aquí al Leganés. Sí que era difícil, pero por eso sigo trabajando. Por si algún día, no sé si en el Madrid o donde sea, puedo jugar en Primera División, en la élite. Ese es mi sueño.

P. ¿Echó algo en falta estando fuera?

R. Eso, fuera del Madrid, al principio lo sientes, porque no son las mismas instalaciones que en Valdebebas. Pero como venía de un sitio donde no había ni vestuario, ni balón, ni nada, donde jugaba en tierra, cada instalación y cada cosa que había se agradecía bastante, porque sabía que lo del Madrid no era normal, y que lo normal era lo que tenía fuera de allí.

P. ¿En algún momento se vio cerca de debutar?

R. En la etapa del Castilla, no te diría más de la mitad, pero sí que durante media temporada entrené más con el primer equipo que con el Castilla.Y aunque no estuviera jugando con el Castilla, me sentía cómodo y feliz, porque estaba entrenando con los mejores, y además entrenando bien. Me llevaba bien con los jugadores del primer equipo, pero sabía que era muy difícil debutar, jugar partidos. Hay que ir paso a paso. Si no estás jugando en el Castilla, es muy difícil jugar con el primer equipo. No tenía prisa, pero sí que lo veía muy complicado.

P. ¿Perdió la fe?

R. No perdí la fe. Pero sí entendí que tenía que trabajar más, currar más. Ahora, estando fuera de Madrid, mucho más. Tengo que ser más profesional, centrarme más en el fútbol, y eso creo que te hace mejorar.

P. ¿Qué le llevó a elegir al Leganés?

R. Sí que es verdad que tenía más opciones, tanto fuera de España como dentro. El mercado tardó mucho en cerrarse y, al final, el Madrid me dijo que el Leganés era un buen sitio, además de que había un buen vínculo. Ahora mismo estoy lesionado de la rodilla, con un problema en el menisco, y no sé qué va a pasar, pero estoy parado. La oportunidad de poder subir al primer equipo me parece muy buena, porque estás más cerca del fútbol profesional. No sé qué va a pasar el año que viene, pero lo vi como una oportunidad nueva. Estoy ilusionado.

P. ¿Ha cambiado algo en aquel 'Pipi' que llegó a Madrid respecto al actual?

R. No sé cómo me verán los demás, pero yo conmigo mismo no siento que haya cambiado mucho. Sigo igual, sigo siendo el niño del primer año, al que le gusta y le apasiona jugar al fútbol. Yo creo que no ha cambiado nada.

Me dijeron que fuera del campo puedo ser japonés, pero dentro del campo tenía que tener más maldad

'Pipi' Nakai

P. ¿Qué espera del fútbol en el futuro?

R. Uno de mis sueños es jugar la Champions y ganar el trofeo de MVP. Un día vi uno que ganó Benzema después del partido contra el City y dije que yo quería uno. Sueño con llegar a la élite y poder jugar con la selección japonesa absoluta. He jugado hasta sub 20 y quiero jugar con la absoluta, que ahora tiene un nivel muy alto. Jugar un Mundial sería lo mejor. Me gustaría jugar hasta los 40 años, devolviendo el apoyo de toda la gente. Cuando termine, me gustaría dedicarme a ayudar a los chicos a que ellos también suban gracias a la experiencia que he tenido. Aunque yo prefiera vivir en Madrid, crearía una asociación que una Japón y España.

Real Madrid Arbeloa ya tiene su refuerzo más esperadoReal Madrid Courtois, el guardián de un año interminableReal Madrid Poli Rincón: “Vinicius no habría durado ni dos semanas en mi Real Madrid” Ver enlaces de interés Últimas NoticiasVer más
  1. 00:21Las portadas del día
  2. 23:45Luis Suárez hace olvidar a Gyökeres: 'hat-trick' y 'pichichi'
  3. 23:19Atalanta - Inter Milán: resumen, resultado y goles del partido de Serie A
  4. 23:15LaLiga premia en la Gala Globe Soccer al Barça de Flick, Lamine y Raphinha
  5. 23:01Costa Marfil y Camerún firman tablas ante Mbappé, Tchouaméni y Koundé
Fuente original: Leer en Marca
Compartir