Sunday, 14 de December de 2025
Motor

Estos errores de mantenimiento del coche hacen rico a tu mecánico, te contamos cómo puedes evitarlos

Estos errores de mantenimiento del coche hacen rico a tu mecánico, te contamos cómo puedes evitarlos
Artículo Completo 1,036 palabras
En muchas ocasiones acudimos al taller por nuestra culpa y negligencia. Con los coches cada día más caros, el mantenimiento resulta esencial para alargar la vida de nuestros coches y, de paso, no hacer rico a nuestro mecánico de confianza. Así es como puedes reducir las visitas al taller. Acudir a un concesionario a buscar un coche nuevo es motivo de estrés y sorpresa para muchos clientes. Con los precios disparados la opción de alargar la vida de nuestro coche es la opción más escogida por una amplia mayoría de conductores en España. La edad media del parque de turismos supera la barrera de los 15 años. Muchos coches acuden al taller por problemas sencillos que en la mayoría de casos se pueden evitar cumpliendo reglas básicas de mantenimiento. Te damos algunos consejos para evitar que tu mecánico se haga rico. Alargar la vida del aceite El aceite, al igual que el refrigerante, es uno de los líquidos fundamentales de nuestro coche.El lubricante que circula por los componentes de nuestro coche es fundamental. Permite que las piezas se muevan sin fricción y de forma discreta hacen que la vida de nuestro motor se alargue al máximo. Debemos cumplir con los ciclos de cambio de aceite tal y como especifica el fabricante. Revisar periódicamente los niveles y optar por soluciones técnicas recomendadas por los expertos en la materia. Si el aceite de nuestro coche está viejo o el nivel es bajo no solo podemos provocar la destrucción total el motor, también incrementamos el consumo al aumentar el roce entre las piezas. Los neumáticos: pieza fundamental Al cambiar de neumáticos no te la juegues con marcas desconocidas o baratas.Estamos unidos al terreno por cuatro sencillos y delicados puntos: los neumáticos. No se les presta la atención debida. Los fabricantes recomiendan revisar presiones cada mes y siempre estar atentos a la degradación del compuesto. Circular con neumáticos gastados o con baja presión aumenta el riesgo de pinchazo o reventón, lo que podría causar problemas más graves y negativos. A la hora de cambiarlos hay que ponerse en manos de profesionales y, en la medida de lo posible, descartar marcas desconocidas o de segunda línea. Ahorrarnos unos pocos euros puede salir muy caro. No merece la pena. No hacer caso a las advertencias El propio coche nos puede alertar de fallos que no hemos podido detectar.En muchas ocasiones no podemos detectar los fallos y es el propio coche el que, con sus miles de sensores, nos indica que tenemos un problema. Las luces de advertencia que más deben preocuparnos son de color naranja o rojo. En cualquier caso debemos acudir al taller lo antes posible para ver qué es lo que sucede. Si ignoramos las advertencias el problema puede extenderse y/o agravarse a otras áreas, lo que supondrá una reparación mucho más costosa que sólo alegrará a nuestro mecánico. Correa de distribución Si la correa de distribución chirría quiere decir que puede salirse o partirse. Gran problema.Si bien ha sido uno de los componentes más comentados en el último año tras los problemas detectados en muchas unidades de Stellantis, todos los vehículos son sensibles a sufrir fallos catastróficos con la correa de distribución. Como su propio nombre indica, actúa de eje o comunicador entre diferentes componentes de nuestro motor. Si se rompe el motor puede quedar seriamente afectado y la reparación costar varios miles de euros. Una buena señal de alerta es el estridente chirrido que precede al colapso. Si lo oyes cuando arrancas el motor no pierdas el tiempo y acude al taller. Frenos que chirrían: reparaciones muy caras Los frenos son uno de los componentes críticos de nuestro coche.Junto con los neumáticos, los conductores solemos hacer poco caso a los frenos, cuando son estos los únicos componentes que son capaces de reducir la velocidad. Pastillas, discos, calibradores...todo forma parte de una misma y fundamental estructura de seguridad. Conviene revisar, al menos de forma visual, el desgaste de los frenos. Si a la hora de pisar el pedal notas un exceso de recorrido, vibraciones o una menor pérdida de velocidad es que hay un problema. Revisiones mínimas pueden ahorrarnos muchos euros si ignoramos las advertencias. Ojo a lo que sale del tubo de escape Si ves salir mucho humo del tubo de escape no es buena señal.Cuando hace frío es normal que del tubo de escape salga vapor, pero no debemos confundir este con oleadas de gases saliendo a la atmósfera. Un humo oscuro quiere indicar que hay un problema con la combustión. La mezcla de aire-combustible no es la adecuada. Más serio es cuando se detectan toques azulados saliendo por el tubo de escape. En ese caso el coche nos está indicando que está quemando aceite, lo que significa que hay una fuga que puede causar el colapso del motor o degenerar en un incendio si el aceite cae sobre una superficie muy caliente. En cualquier caso debemos acudir al taller. Reparaciones domésticas: muy mal consejo Por muy manitas que seas, no te la juegues. Menos con un coche electrificado.Todos tenemos un manitas en nuestro interior, pero cuando hablamos de coches es mejor no tomar riesgos. Ahorrarnos unos pocos euros pensando en que podemos arreglarlo nosotros puede derivar en costosas reparaciones en manos de profesionales. Por muy mañoso que te creas es mejor poner rumbo al taller para evitar problemas. Ser conscientes de nuestras limitaciones también hará que vayamos menos veces al taller. El efecto es más intenso cuando hablamos de coches electrificados. En esos casos tocar lo que no debemos puede causarnos la muerte.
Estos errores de mantenimiento del coche hacen rico a tu mecánico, te contamos cómo puedes evitarlos

Con los coches cada día más caros, el mantenimiento resulta esencial para alargar la vida de nuestros coches y, de paso, no hacer rico a nuestro mecánico de confianza. Así es como puedes reducir las visitas al taller.

En muchas ocasiones acudimos al taller por nuestra culpa y negligencia.Javier Gómara[email protected]

7 min. lectura

Publicado: 14/12/2025 10:00

Acudir a un concesionario a buscar un coche nuevo es motivo de estrés y sorpresa para muchos clientes. Con los precios disparados la opción de alargar la vida de nuestro coche es la opción más escogida por una amplia mayoría de conductores en España. La edad media del parque de turismos supera la barrera de los 15 años. Muchos coches acuden al taller por problemas sencillos que en la mayoría de casos se pueden evitar cumpliendo reglas básicas de mantenimiento. Te damos algunos consejos para evitar que tu mecánico se haga rico.

Alargar la vida del aceite

El aceite, al igual que el refrigerante, es uno de los líquidos fundamentales de nuestro coche.

El lubricante que circula por los componentes de nuestro coche es fundamental. Permite que las piezas se muevan sin fricción y de forma discreta hacen que la vida de nuestro motor se alargue al máximo. Debemos cumplir con los ciclos de cambio de aceite tal y como especifica el fabricante. Revisar periódicamente los niveles y optar por soluciones técnicas recomendadas por los expertos en la materia. Si el aceite de nuestro coche está viejo o el nivel es bajo no solo podemos provocar la destrucción total el motor, también incrementamos el consumo al aumentar el roce entre las piezas.

Los neumáticos: pieza fundamental

Al cambiar de neumáticos no te la juegues con marcas desconocidas o baratas.

Estamos unidos al terreno por cuatro sencillos y delicados puntos: los neumáticos. No se les presta la atención debida. Los fabricantes recomiendan revisar presiones cada mes y siempre estar atentos a la degradación del compuesto. Circular con neumáticos gastados o con baja presión aumenta el riesgo de pinchazo o reventón, lo que podría causar problemas más graves y negativos. A la hora de cambiarlos hay que ponerse en manos de profesionales y, en la medida de lo posible, descartar marcas desconocidas o de segunda línea. Ahorrarnos unos pocos euros puede salir muy caro. No merece la pena.

No hacer caso a las advertencias

El propio coche nos puede alertar de fallos que no hemos podido detectar.

En muchas ocasiones no podemos detectar los fallos y es el propio coche el que, con sus miles de sensores, nos indica que tenemos un problema. Las luces de advertencia que más deben preocuparnos son de color naranja o rojo. En cualquier caso debemos acudir al taller lo antes posible para ver qué es lo que sucede. Si ignoramos las advertencias el problema puede extenderse y/o agravarse a otras áreas, lo que supondrá una reparación mucho más costosa que sólo alegrará a nuestro mecánico.

Correa de distribución

Si la correa de distribución chirría quiere decir que puede salirse o partirse. Gran problema.

Si bien ha sido uno de los componentes más comentados en el último año tras los problemas detectados en muchas unidades de Stellantis, todos los vehículos son sensibles a sufrir fallos catastróficos con la correa de distribución. Como su propio nombre indica, actúa de eje o comunicador entre diferentes componentes de nuestro motor. Si se rompe el motor puede quedar seriamente afectado y la reparación costar varios miles de euros. Una buena señal de alerta es el estridente chirrido que precede al colapso. Si lo oyes cuando arrancas el motor no pierdas el tiempo y acude al taller.

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Frenos que chirrían: reparaciones muy caras

Los frenos son uno de los componentes críticos de nuestro coche.

Junto con los neumáticos, los conductores solemos hacer poco caso a los frenos, cuando son estos los únicos componentes que son capaces de reducir la velocidad. Pastillas, discos, calibradores...todo forma parte de una misma y fundamental estructura de seguridad. Conviene revisar, al menos de forma visual, el desgaste de los frenos. Si a la hora de pisar el pedal notas un exceso de recorrido, vibraciones o una menor pérdida de velocidad es que hay un problema. Revisiones mínimas pueden ahorrarnos muchos euros si ignoramos las advertencias.

Ojo a lo que sale del tubo de escape

Si ves salir mucho humo del tubo de escape no es buena señal.

Cuando hace frío es normal que del tubo de escape salga vapor, pero no debemos confundir este con oleadas de gases saliendo a la atmósfera. Un humo oscuro quiere indicar que hay un problema con la combustión. La mezcla de aire-combustible no es la adecuada. Más serio es cuando se detectan toques azulados saliendo por el tubo de escape. En ese caso el coche nos está indicando que está quemando aceite, lo que significa que hay una fuga que puede causar el colapso del motor o degenerar en un incendio si el aceite cae sobre una superficie muy caliente. En cualquier caso debemos acudir al taller.

Reparaciones domésticas: muy mal consejo

Por muy manitas que seas, no te la juegues. Menos con un coche electrificado.

Todos tenemos un manitas en nuestro interior, pero cuando hablamos de coches es mejor no tomar riesgos. Ahorrarnos unos pocos euros pensando en que podemos arreglarlo nosotros puede derivar en costosas reparaciones en manos de profesionales. Por muy mañoso que te creas es mejor poner rumbo al taller para evitar problemas. Ser conscientes de nuestras limitaciones también hará que vayamos menos veces al taller. El efecto es más intenso cuando hablamos de coches electrificados. En esos casos tocar lo que no debemos puede causarnos la muerte.

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Fuente original: Leer en Motor - Noticias
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