Una gran revolución en Europa será si los PHEV acaban teniendo el mismo estatus que los eléctricos.Land Rover Singapore
Europa ha dado un paso atrás en su estrategia de imponer los coches eléctricos a partir de 2035. Esto no significa que no siga persiguiendo la transformación, como tampoco renuncie a engordar las arcas. Las últimas ideas de algunos países van en contra de la expansión del coche eléctrico.
Durante años, Europa ha venido manteniendo una idea fija «pensando en el bienestar» de los ciudadanos. La transformación de la movilidad amparada en los coches eléctricos y donde no ha tenido cabida otro tipo de tecnología, ha acabado por desmoronarse. La reunión del próximo 10 de diciembre en Bruselas será muy distinta de lo que hasta hace poco tiempo se pensaba, pues hemos pasado de un extremo a otro. Del de abandonar por completo la combustión a extenderla.
Por supuesto, hay países que no están de acuerdo con este giro en los acontecimientos, ya que están «seriamente comprometidos» con un futuro eléctrico, a pesar de no haber movido ficha en la infraestructuras de carga, mientras Europa sí ha financiado estas actuaciones. Por eso, el próximo 10 de diciembre, la Comisión Europea presentará un nuevo plan que, se espera, incluya el compromiso de que los ciudadanos particulares sigan comprando coches de combustión más allá de 2035, ya que representan el 40 % de las ventas de coches nuevos en la UE.
En un futuro no muy lejano, las electrolineras cobrarán no sólo por los kW recargados.
Europa estudiará si los PHEV se pueden considerar eléctricos
De ello se desprende que Europa impondrá requisitos de emisiones más estrictos a los coches de combustión y dos, que esta excepción no se extenderá a los coches de empresa. Estos sí tendrán que sustituirlos por coches eléctricos porque, a lo que Europa no ha renunciado, es a disminuir las emisiones de CO2 tanto como se fijó en el objetivo original de 2035. Un importante diario alemán incluso ha ido mucho más allá, apuntando que Bruselas podría admitir que los perseguidos híbridos enchufables PHEV y los eléctricos de autonomía extendida se consideren eléctricos.
Pero, en Europa, también han saltado las alarmas porque buscan la forma de que los propietarios de los coches eléctricos no escapen a una más generosa contribución a las arcas del continente, ahora con la excusa del mantenimiento de las carreteras. Hoy, tanto los estados como Europa, recaudan fondos a través de los impuestos a las emisiones, por lo que conforme se vendan menos coches de combustión, menores son los ingresos por esta partida.
La de medir las partículas generadas por los frenos y los neumáticos no sirve de nada, porque a los propietarios no los van a sancionar, sino al fabricante. Pero Europa observa las propuestas que empiezan a aflorar en otros países, y que tendrán consecuencias inmediatas como una mayor oposición a la compra de coches eléctricos. Lo veremos muy pronto en el Reino Unido, donde la ministra de hacienda ha presentado su propuesta para que los propietarios paguen por adelantado los kilómetros recorridos, calculando los dueños una cifra anual.
Pagar por cargar el coche eléctrico será una realidad, en tu casa también
Esta medida sólo busca tapar el agujero que ha creado en las cuentas, tanto ella como sus predecesores que, en 2022, decidieron aprobar la eliminación del impuesto sobre vehículos para coches eléctricos. Desde el pasado abril, la disminución de los ingresos se ha hecho notar, tanto como el aumento en las ventas de coches eléctricos. En verdad, el impuesto al kilometraje no gusta en otros países, y tampoco tiene recorrido posible en Europa, porque es imposible que las ITV determinen el kilometraje por el que pagar.
Y es peor aún cuando alguien compra un coche eléctrico usado, porque determinar los kilómetros recorridos por uno y otro dueño se hace imposible. Otra opción que se baraja es la que estudian en Suiza, y esta sí que tiene más visos de ser realidad, aunque no exenta de cierta polémica. Este pequeño país entiende que si el impuesto no se recauda de los combustibles, tendrá que recaudarse de otra manera, y eso pasa por gravar la electricidad utilizada para cargar coches eléctricos pero no sólo la de la carga pública, también la doméstica, indiferentemente de si la generas tú o no.
En Suecia creen que un impuesto a la carga sería más sencillo y justo, aunque como todo sigue teniendo sus problemas. Por ejemplo, el continuo incremento en los precios del kW varias veces al año aparte de las tarifas eléctricas, lo que resta también interés en los coches eléctricos. Y es que son muchas las familias en todo el continente que planifican las habituales labores del hogar que consumen electricidad para evitar las tarifas más altas, por lo que pensar en cuánta energía necesitará el coche eléctrico para recargar la batería no es el mejor aliciente a la compra.
Europa valora convertir los PHEV en eléctricos… y al mismo tiempo planea nuevos impuestos a los eléctricos
Europa ha dado un paso atrás en su estrategia de imponer los coches eléctricos a partir de 2035. Esto no significa que no siga persiguiendo la transformación, como tampoco renuncie a engordar las arcas. Las últimas ideas de algunos países van en contra de la expansión del coche eléctrico.
Una gran revolución en Europa será si los PHEV acaban teniendo el mismo estatus que los eléctricos. - Land Rover SingaporeFran Romero[email protected]
6 min. lectura
Publicado: 06/12/2025 18:00
Durante años, Europa ha venido manteniendo una idea fija «pensando en el bienestar» de los ciudadanos. La transformación de la movilidad amparada en los coches eléctricos y donde no ha tenido cabida otro tipo de tecnología, ha acabado por desmoronarse. La reunión del próximo 10 de diciembre en Bruselas será muy distinta de lo que hasta hace poco tiempo se pensaba, pues hemos pasado de un extremo a otro. Del de abandonar por completo la combustión a extenderla.
Por supuesto, hay países que no están de acuerdo con este giro en los acontecimientos, ya que están «seriamente comprometidos» con un futuro eléctrico, a pesar de no haber movido ficha en la infraestructuras de carga, mientras Europa sí ha financiado estas actuaciones. Por eso, el próximo 10 de diciembre, la Comisión Europea presentará un nuevo plan que, se espera, incluya el compromiso de que los ciudadanos particulares sigan comprando coches de combustión más allá de 2035, ya que representan el 40 % de las ventas de coches nuevos en la UE.
En un futuro no muy lejano, las electrolineras cobrarán no sólo por los kW recargados.
Europa estudiará si los PHEV se pueden considerar eléctricos
De ello se desprende que Europa impondrá requisitos de emisiones más estrictos a los coches de combustión y dos, que esta excepción no se extenderá a los coches de empresa. Estos sí tendrán que sustituirlos por coches eléctricos porque, a lo que Europa no ha renunciado, es a disminuir las emisiones de CO2 tanto como se fijó en el objetivo original de 2035. Un importante diario alemán incluso ha ido mucho más allá, apuntando que Bruselas podría admitir que los perseguidos híbridos enchufables PHEV y los eléctricos de autonomía extendida se consideren eléctricos.
Pero, en Europa, también han saltado las alarmas porque buscan la forma de que los propietarios de los coches eléctricos no escapen a una más generosa contribución a las arcas del continente, ahora con la excusa del mantenimiento de las carreteras. Hoy, tanto los estados como Europa, recaudan fondos a través de los impuestos a las emisiones, por lo que conforme se vendan menos coches de combustión, menores son los ingresos por esta partida.
La de medir las partículas generadas por los frenos y los neumáticos no sirve de nada, porque a los propietarios no los van a sancionar, sino al fabricante. Pero Europa observa las propuestas que empiezan a aflorar en otros países, y que tendrán consecuencias inmediatas como una mayor oposición a la compra de coches eléctricos. Lo veremos muy pronto en el Reino Unido, donde la ministra de hacienda ha presentado su propuesta para que los propietarios paguen por adelantado los kilómetros recorridos, calculando los dueños una cifra anual.
Pagar por cargar el coche eléctrico será una realidad, en tu casa también
Esta medida sólo busca tapar el agujero que ha creado en las cuentas, tanto ella como sus predecesores que, en 2022, decidieron aprobar la eliminación del impuesto sobre vehículos para coches eléctricos. Desde el pasado abril, la disminución de los ingresos se ha hecho notar, tanto como el aumento en las ventas de coches eléctricos. En verdad, el impuesto al kilometraje no gusta en otros países, y tampoco tiene recorrido posible en Europa, porque es imposible que las ITV determinen el kilometraje por el que pagar.
Y es peor aún cuando alguien compra un coche eléctrico usado, porque determinar los kilómetros recorridos por uno y otro dueño se hace imposible. Otra opción que se baraja es la que estudian en Suiza, y esta sí que tiene más visos de ser realidad, aunque no exenta de cierta polémica. Este pequeño país entiende que si el impuesto no se recauda de los combustibles, tendrá que recaudarse de otra manera, y eso pasa por gravar la electricidad utilizada para cargar coches eléctricos pero no sólo la de la carga pública, también la doméstica, indiferentemente de si la generas tú o no.
En Suecia creen que un impuesto a la carga sería más sencillo y justo, aunque como todo sigue teniendo sus problemas. Por ejemplo, el continuo incremento en los precios del kW varias veces al año aparte de las tarifas eléctricas, lo que resta también interés en los coches eléctricos. Y es que son muchas las familias en todo el continente que planifican las habituales labores del hogar que consumen electricidad para evitar las tarifas más altas, por lo que pensar en cuánta energía necesitará el coche eléctrico para recargar la batería no es el mejor aliciente a la compra.