Ella Purnell en el papel de Lucy en la segunda temporada de la serie 'Fallout', de Amazon
Homo Ludens 'Fallout', temporada 2: la serie saca a relucir todas sus virtudes (y algunas grietas)La serie de Amazon y Jonathan Nolan traslada la acción al desierto de Mojave, ampliando su universo con las contribuciones del icónico videojuego 'Fallout: New Vegas'.
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Borja Vaz Publicada 18 diciembre 2025 01:55hLa primera temporada de Fallout fue una verdadera sorpresa. Había demasiadas piezas en movimiento que había que coaligar para salir victorioso de la empresa, pero bajo la batuta del matrimonio compuesto por Jonathan Nolan y Lisa Joy y con la bendición de Todd Howard (de Bethesda Game Studios), Amazon se las ingenió para depararnos una de las mejores series del año.
Es un artefacto narrativo de indudable valor que supo utilizar el vasto y rico universo de los juegos para contar una historia nueva en dos vertientes temporales, antes y después del apocalipsis nuclear.
Un Walton Goggins en estado de gracia y una Ella Purnell entusiasta explotaron el potencial de unos personajes arriesgados que se debatían entre la vis cómica, los dramas familiares más retorcidos y una proclividad desaforada hacia la violencia más extrema.
'Sirat', de Oliver Laxe, irrumpe en los Oscar: precandidata a la estatuilla en cinco categoríasAun con sus leves imperfecciones, la tanda de episodios certificó el enorme potencial de las adaptaciones de videojuegos cuando se realizan con el talento y el presupuesto adecuados.
La misión de la segunda temporada es clara: expandir el universo, trasladar la acción a un nuevo enclave y añadir nuevos elementos a una fórmula de propiedades explosivas.
Tras las dolorosas revelaciones del Observatorio Griffith, Lucy se embarca junto al Necrófago en una misión peligrosa: seguir el rastro de su padre a través del desierto hasta las calles de New Vegas, cuyo icónico Strip fue preservado de la furia de las bombas.
En el pasado, Coop navega las traicioneras aguas de Vault-Tec y su matrimonio después de escuchar a su mujer proponer el holocausto nuclear.
Las diez mejores películas internacionales de 2025: Paul Thomas Anderson reina con 'Una batalla tras otra'Mientras tanto, Maximus asiste a los comienzos de una guerra civil en la Hermandad del Acero y los habitantes de los refugios subterráneos tratan de lidiar con su nueva realidad, mucho más frágil de lo que imaginaban.
Fallout: New Vegas (2010) es, sin lugar a dudas, el juego más querido y celebrado de la saga. Tras el incontestable éxito que supuso la resurrección de la franquicia noventera a cargo de Bethesda (que se había hecho con los derechos) en Fallout 3 (2008), Todd Howard le dio la oportunidad a Obsidian Entertainment para hacer un juego nuevo siguiendo el modelo que ellos habían pergeñado y él y su equipo se pusieron manos a la obra con Skyrim (2011).
Imagen promocional de la segunda temporada de 'Fallout', con Maximus (Aaron Moten), el Necrófago (Walton Goggins) y Lucy (Ella Purnell)
Fallout: New Vegas, desarrollado en tiempo récord, cuenta con algunas de las mejores facciones, personajes y desarrollos narrativos de la franquicia; un terreno fértil que Nolan ha sabido utilizar para insuflar a esta temporada un estilo particular.
Amazon me ha facilitado los primeros seis episodios de la temporada, por lo que mi análisis se queda un poco cojo a falta del clímax. Lo que sí puedo aseverar es que algunas grietas han empezado a aparecer en el armazón de la serie.
Las diez mejores películas españolas de 2025: 'Tardes de soledad' gana en un año de ritos y ceremoniasDurante los primeros episodios es muy difícil desprenderse de la sensación de que la narrativa deambula sin un propósito claro. No hay una sensación de urgencia que propulse el argumento, y la división entre cinco tramas paralelas tampoco ayuda.
Las andanzas de Maximus en la Hermandad del Acero vuelven a ser indigestas, un compartimento estanco donde se debaten cuestiones más bien abstractas sobre la configuración del mundo y donde el personaje permanece aislado del resto en un ciclo de penurias constantes.
Con la trama de los refugios sucede lo mismo. Es una concatenación de situaciones más o menos cómicas, pero que se antojan intrascendentes.
En algún momento del futuro las piezas terminarán encajando, pero hasta que lleguemos allí, el periplo es ciertamente laborioso.
El Necrófago y Lucy siguen siendo los pilares fundamentales de la narrativa, y su dinámica, ahora que viajan juntos, es maravillosa. El contraste entre el idealismo de la joven, lesionado por los abyectos crímenes de su padre pero todavía vigoroso, y el cinismo amoral de una criatura inmortal que vaga por el desierto como alma en pena es muy satisfactorio.
La entrada en escena de las principales facciones de New Vegas es una oportunidad para analizar diferentes constructos sociales que surgen en la ausencia de civilización.
Los nostálgicos del imperio romano que encarnan la Legión de César son absolutamente terroríficos en el juego, con su inclinación por la crucifixión y el sometimiento de los débiles a la esclavitud, pero aquí quedan reducidos a un chiste escabroso, en parte por la inclusión de un Macaulay Culkin adulto al que es imposible tomarse en serio.
Los remanentes de la New California Republic están muy lejos de ser el referente moral de los juegos, pero es encomiable constatar que prevalecen a pesar de la destrucción de Shady Sands, sin duda el desarrollo más controvertido y arriesgado de la primera temporada.
Los flashbacks siguen siendo la trama más fascinante. El rostro de Walton Goggins sin maquillaje expresa con una honestidad desarmante la encrucijada moral en la que se encuentra. Es una trama de espionaje entre corporaciones tan poderosas como aviesas, donde nada es lo que parece y donde no se sabe quiénes son jugadores o meras piezas sobre el tablero.
La perdición se respira en el ambiente, decadente y hedonista en un mundo en el precipicio atómico, con la figura enigmática de Mister House (Justin Theroux) imprimiendo un sello de villanía tecnológica que no podría resultar más pertinente.
Todos sabemos el resultado de las maquinaciones. El mundo fue destruido. Pero la forma en la que lo llegó a hacer, y el propósito último de los que desencadenaron la catástrofe, se alzan como factores de la mayor relevancia. Es una perspectiva que los juegos nunca adoptan y donde la serie tiene más que aportar a la franquicia en general.
En definitiva, las cosas tardan varios episodios en ponerse interesantes y encontrar un hilo conductor concreto, pero cuando finalmente lo hacen, la serie saca a relucir todas sus virtudes. Entran en la ecuación muchos elementos de los juegos que lo complican todo y que seguramente harán las delicias de los fans más acérrimos.
La mención de una facción en concreto en el sexto episodio personalmente me ha sorprendido muchísimo, ya que esperaba que Nolan relegaría su inclusión hasta por lo menos la cuarta temporada, cuando se despejaran las últimas incógnitas y los héroes se dispusieran a emprender la batalla final.
Todo esto confluye en un ritmo deslavazado que no fluye tan bien como en la primera temporada, pero que todavía Nolan está a tiempo de corregir si opta por evitar los excesos que acabaron condenando a Westworld (2016-2022). Es decir, la obsesión por concatenar misterios sin mérito alguno y el exacerbado retraso en las respuestas hasta que la audiencia perdió todo el interés. Fallout todavía no está en esa situación, pero el matrimonio Nolan no debería bajar la guardia.