María Guardiola ha llegado la última a la Junta Directiva Nacional del PP, entre aplausos y abrazos con Alberto Núñez Feijóo y con el resto de barones. En la sede de Génova, 13, se respiraba un entusiasmo contenido. La victoria de los populares en Extremadura es contundente en comparación con el PSOE, pero se hace algo escasa en la batalla contra Vox, que crece con fuerza y exige el peso de sus votos en oro.
Esperaba un triunfo algo más contundente, pero la presidenta de Extremadura en funciones lo tiene claro: ha merecido la pena convocar las elecciones anticipadas. Así lo ha transmitido a la prensa a su llegada al cónclave de su partido: "Por supuesto que sí, por supuesto que sí, hemos ganado con rotundidad las elecciones, sumamos más que toda la izquierda, cuatro escaños más, sumamos más en votos que el Partido Socialista y Vox juntos y, además, Extremadura ha estado en boca de toda España durante todo este tiempo. Por supuesto que ha merecido la pena".
Para Guardiola, ahora lo importante es despejar el bloqueo de la gobernabilidad. Tanto para su investidura -más fácil que en 2023, porque ahora sólo hace falta la abstención de Vox- como, sobre todo, para los Presupuestos de 2026, que quedan ahora más lejos si cabe, ya que Vox tiene más caudal político que antes para exigir contrapartidas.
"Nosotros vamos a seguir trabajando con mucha ilusión, con mucha fuerza. Yo lo que voy a pedir es responsabilidad", ha interpelado Guardiola al resto de formaciones políticas. "Extremadura necesita estabilidad, necesita un Gobierno fuerte, necesita que sigamos impulsando las políticas que han llevado a nuestra región en tan solo dos años y medio a obtener las mayores cotas de progreso y eso es lo que voy a pedir a los partidos políticos: responsabilidad y lectura sensata de lo que han dicho las urnas", ha agregado.
Se trata de una apelación directa a Vox, al que Guardiola le pide que respete un resultado que da al PP más votos que a sus dos rivales directos juntos. Para la presidenta del PP extremeño, Santiago Abascal debe dejar de "bloquear" Extremadura para permitir un impulso económico ahora que el PSOE ha quedado reducido a la mínima expresión. Pero el cambio sociológico de la región, con un 60% de voto de derechas, también da más poder a Vox. Ahí está el quid de la batalla.