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Política Hacer del fracaso, virtud: todos los fallos del protocolo antiacoso del PSOE que Sánchez quiere extender a todo el paísEl caso Salazar, Torremolinos o Lugo prueban los errores de un protocolo y buzón que ahora Igualdad estudia hacer obligatorio a los agentes sociales pese a que desde 2007 es obligatorio que todas las empresas tengan un protocolo.
Más información: El Gobierno estudia generalizar a partidos, sindicatos y empresas el buzón antiacoso como el implantado por el PSOE
Rubén Fernández Publicada 20 diciembre 2025 02:55hLas claves nuevo Generado con IA
El Gobierno estudia generalizar el buzón antiacoso del PSOE a partidos, sindicatos y empresas, pese a los fallos detectados en su gestión interna.
Diversos casos recientes de acoso sexual y laboral en el PSOE han evidenciado retrasos y problemas en la tramitación y respuesta a las denuncias.
El protocolo antiacoso del PSOE ha sido criticado por su falta de eficacia y transparencia, y algunos cargos han dimitido tras la polémica.
Otros partidos políticos cuentan con sus propios protocolos antiacoso, aunque con diferencias en confidencialidad, gestión y alcance de las denuncias.
Cuando hubo que hacer una cesión tan grande como la de la ley de amnistía, Sánchez sentenció que había que "hacer de la necesidad virtud".
Ahora, rodeado de casos de acoso sexual contra varios cargos del PSOE, el presidente del Gobierno quiere extender otra máxima que podría resumirse como "hacer del fracaso virtud".
El Ministerio de Igualdad estudia generalizar a partidos, sindicatos y empresas el buzón antiacoso implantado por el PSOE, pese a los errores demostrados a la hora de gestionar las denuncias.
Así ha sucedido con las de Paco Salazar. Dos mujeres acudieron a este portal en julio, tras conocerse la dimisión del entonces secretario de Acción Electoral de la Ejecutiva. Durante cinco meses, esas querellas quedaron en el limbo.
Dimite el senador Javier Izquierdo, miembro de la Ejecutiva del PSOE, tras otra denuncia de acoso en el partidoHasta que eldiario.es publicó que las denunciantes acusaban al partido de haber ocultado las denuncias, Ferraz no actuó. Alegó que se había producido "una interrupción momentánea" del canal de comunicación.
Tras la polvareda, el expediente se cerró el 11 de diciembre, pero poco había que hacer: Salazar ya se había dado de baja del partido.
En Torremolinos, la concejal que denunció al secretario general del PSOE en esta localidad, Antonio Navarro, optó por acudir a la Fiscalía porque "la situación era insostenible".
El siguiente frente fue en Lugo. Varias mujeres denunciaron al ya expresidente de la Diputación, José Tomé, ante el programa Código 10 de Cuatro. Al día siguiente, Ferraz admitía unas denuncias presentadas en el canal antiacoso del PSOE solo unas horas antes.
La doble vara del PSOE contra el acoso sexual: lleva a la Fiscalía al alcalde de Algeciras pero sólo le retira la militancia a SalazarEl problema es que el líder del PSdeG, José Ramón Besteiro, admitía unos días más tarde que conocía las acusaciones contra Tomé desde octubre y que no actuó porque se lo transmitió un tercero.
Se trata de una madre que más tarde dio su testimonio: "Le dijo que si quería un puesto, tenía que acostarse con él", afirmaba la mujer.
Esta polémica motivó la dimisión de la secretaria de Igualdad del PSdeG, Silvia Fraga, una de las feministas que, junto con la federación asturiana, apoyaba acudir a la Fiscalía con las denuncias contra Salazar al apreciar "violencia de género".
Algo que Ferraz nunca respaldó y que acabó cerrándose con su informe.
De la polémica, tras una controvertida reunión telemática, se pasó a la tranquilidad después de un encuentro presencial en la sede federal con la secretaria de Organización, Rebeca Torró, y la secretaria de Igualdad, Pilar Bernabé.
Del acoso sexual al laboral. La federación gallega volvió a ser protagonista de un cruce de denuncias. Primero, en la localidad orensana de Barbadás, cuyo alcalde se niega a dimitir.
Más tarde, contra uno de los fortines del PSdeG: la alcaldesa de La Coruña, Inés Rey.
El Gobierno estudia generalizar a partidos, sindicatos y empresas el buzón antiacoso como el implantado por el PSOELas dos concejalas de la ciudad de cristal denunciaban "gritos, insultos, malos modos, trato vejatorio, menoscabo de la dignidad, mobbing".
Rey, que fue de las primeras en criticar "la lentitud" en el caso de Tomé, afirmaba tras las denuncias que "es una lástima que un canal interno que surgió para defender a víctimas reales lo usen determinadas personas para fines que nada tienen que ver con esto".
De momento, en el PSdeG no actuarán. Fuentes internas aseguran que, por ahora, no les ha llegado ninguna comunicación y que lo único que tienen es lo que les ha transmitido Rey, quien, a su vez, se habría enterado por los medios.
En el caso del regidor orensano, la dirección del partido le ha exigido el acta de diputado provincial y de regidor porque la denunciante habría acudido también al secretario provincial.
¿Hacerlo extensible?
Pese a todos estos problemas, ahora el Gobierno quiere establecer un funcionamiento similar al de Ferraz: un correo anónimo y confidencial al que las mujeres puedan recurrir para denunciar cualquier situación de acoso sexual.
En parte, para tapar la sensación de que el PSOE "ha pagado la novatada" , como admiten fuentes del Ejecutivo, al ser "el primer partido" que ha creado un protocolo y un buzón.
El líder del PSOE gallego admite que conocía desde octubre las acusaciones de acoso sexual contra Tomé pero que él lo negóLa abogada penalista, Paula Fraga, recuerda que, desde 2007, es obligatorio que las empresas tengan un protocolo frente al acoso.
De hecho, no contar con un plan específico o insuficiente se considera como falta grave o muy grave y las sanciones pueden ir desde 751 euros hasta 225.000
Lo que le sorprende a Fraga es que los partidos estuviesen eximidos de pagar este tipo de multas y recuerda que el protocolo del PSOE establece que la fase cuatro que "cuando los hechos aparentemente pudieran revestir el carácter de delito conforme al código penal serán traslados al Ministerio Fiscal".
Aunque Ferraz declina acudir, argumentando que deben ser las víctimas. No obstante, como recuerda la abogada, también puede actuar la Fiscalía de oficio. Algo que, de momento, no sucede.
Sobre el buzón antiacoso, Fraga es más escéptica. Cree que es útil al inicio pero, una vez iniciado el proceso y que la denuncia llegue a los responsables, debería ser público quién denuncia.
"El buzón tiene el peligro de revanchismos, venganzas", advierte.
¿Qué hacen otros partidos?
El resto de partidos tienen protocolos aunque no todos disponen de un buzón.
En el caso del PP hay un Código de Conducta que señala que la formación "no tolerará ningún tipo de violencia, acoso, abuso o cualquier otra conducta tendente a lesionar los derechos personales de sus miembros o de terceros".
El MeToo del PSOE subleva a las feministas del partido y destapa la debilidad de la Ejecutiva: "El problema nos ha comido"Génova admite que no tiene un buzón para estos casos pero sí existe un correo confidencial para denunciar irregularidades, en el que, según admiten, también podrían recibirse denuncias por acoso sexual.
Vox sí cuenta con un protocolo específico "para la prevención y actuación frente al acoso laboral, sexual y por razón de sexo" y se compromete a actuar hasta el punto de proponer el "despido disciplinario de la persona agresora".
"En Vox, el responsable de Recursos Humanos es la persona encargada de gestionar y tramitar cualquier queja o denuncia", afirma el documento que establece que una comisión se tendrá que reunir tres días después de una denuncia para evaluarla.
En el caso de Sumar, su protocolo antiacoso fue aprobado en enero de este año, tras el estallido del caso Errejón e incluye un buzón confidencial de denuncias o medidas cautelares como la suspensión temporal del acosador.
A diferencia del PSOE, cuya comisión anti-acoso es anónima, en Sumar es público. Incluso figura en su web desde donde se puede acceder al modelo de denuncia que además de pruebas, incluye una sección específica para citar a testigos.
Así que pocas cosas cambiarían si se aplicase la norma que estudia Igualdad.
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