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Imagen del equipo investigador. SUR Investigadores malagueños confirman el papel del intestino en el daño hepáticoLas enfermedades de este órgano afectan a millones de personas en el mundo y son, a menudo, difíciles de diagnosticar y tratar
Miércoles, 17 de diciembre 2025, 12:42
... ha concluido un equipo multidisciplinar liderado por investigadores del grupo Hepatogastroenterología, Farmacología y Terapéutica Clínica Traslacional del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (IBIMA Plataforma BIONAND), el Hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria, la Universidad de Málaga (UMA) y el CIBER de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBERehd).Las enfermedades del hígado afectan a millones de personas en todo el mundo y representan un grave problema de salud pública
Las enfermedades del hígado (como el daño por fármacos y las relacionadas con el metabolismo) afectan a millones de personas en todo el mundo y representan un importante problema de salud pública, explica IBIMA. Son patologías difíciles de diagnosticar y tratar, «porque sus causas son diversas y sus mecanismos, poco comprendidos».
En los últimos años, ha cobrado fuerza la idea de que la estrecha conexión entre intestino e hígado, que comparten un intenso flujo sanguíneo, podría desempeñar un papel clave en estas enfermedades, al facilitar una comunicación constante entre ambos órganos, con repercusión en su salud y funcionamiento.
El estudio analizó las muestras de sangre de más de 150 personas, incluyendo pacientes con distintos tipos de daño hepático y voluntarios sanos. En concreto, encontraron los investigadores niveles elevados de marcadores relacionados con inflamación y disfunción de la barrera intestinal, lo que sugiere que ciertos productos bacterianos procedentes de la microbiota intestinal pueden atravesar la barrera intestinal alterada y alcanzar el hígado, donde actuarían como detonantes que despiertan o agravan respuestas inmunes adversas, favoreciendo la inflamación y el daño hepático.
Marcadores con potencial clínico
«Estos resultados ofrecen una comprensión más profunda de la influencia del intestino y el sistema inmune en el daño hepático. Entender mejor estos procesos es la base para diseñar futuros tratamientos dirigidos al eje intestino-hígado que ayuden a controlar la inflamación y la fibrosis en los pacientes afectados», explican Daniel E. Di Zeo-Sánchez, Camilla Stephens y Marina Villanueva, autores principales del estudio.
Entre los biomarcadores analizados, algunos podrían ser útiles en la monitorización de la enfermedad o como indicadores de su gravedad, como las proteínas MCSF-1R o CD163. Además, el estudio destaca el papel de los macrófagos -células clave del sistema inmunitario- en la respuesta inflamatoria hepática. Aunque el trabajo no propone tratamientos concretos, apunta hacia posibles estrategias innovadoras, como el uso de fármacos dirigidos a células inmunes específicas o intervenciones que mejoren la integridad de la barrera intestinal.
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