- C.MORÁN / M.FUENTES Madrid / Bilbao
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El desembarco del consorcio vasco y del hólding estatal desencadena cambios, con Rafael Sterling al frente tras la salida de Urquijo.
El consejo de administración de Talgo escenificó este miércoles el cambio de propiedad de la compañía. El fabricante de trenes pasará a estar controlado por un consorcio público-privado vasco liderado por el empresario José Antonio Jainaga (Sidenor) con el apoyo de Sepi, la sociedad dependiente del Ministerio de Hacienda, que ha adquirido el 7,8% de la empresa por 45 millones de euros a través de una ampliación a medida.
Además, Sepi aporta otros 30 millones en bonos convertibles lo que, de facto, convierte al hólding estatal en el mayor accionista individual del fabricante vasco, cuya primera decisión ha sido trasladar la sede social de Madrid a Vitoria (Álava).
El rescate de Talgo, con una nueva estructura financiera respaldada, además de Sepi, por ICO y Cesce, se ha traducido en una profunda remodelación del consejo de administración y de la cúpula directiva en la que, de momento, seguirá presente la familia fundadora a través de Carlos Palacio, que mantiene el puesto de presidente ejecutivo. Los Oriol siguen representados en el capital a través del vehículo Pegaso, que conserva el 9,3% de Talgo. También continúan Torrblas (5%) y la familia Abelló, a través de Torreal (3,2%).
Abandona el grupo Gonzalo Urquijo, que ha dimitido como consejero delegado y, además, cederá su puesto en el consejo el próximo 27 de enero, cuando se celebrará una nueva junta extraordinaria donde se ratificarán todos los cambios anunciados ayer.
A Urquijo lo releva Rafael Sterling en la Dirección General. El ejecutivo vasco ha trabajado en la industria carrocera como CEO de Irizar (autobuses) y, desde 2022, ha ocupado distintos puestos directivos en Talgo.
Sterling asume el mando con una delicada situación industrial de la compañía. Talgo tiene serios problemas en su último modelo de alta velocidad Avril y aborda con dificultades la ejecución de su cartera de producción.
El fabricante, rival de CAF, Alstom, Siemens y Stadler, entre otros, ya ha rebajado el alcance del contrato con la alemana Deutsche Bahn y mantiene una tensa relación con Renfe por los fallos del Avril (multa de 116 millones) y los retrasos en la entrega de la Serie 107. El grupo tiene por delante la ejecución de nuevos encargos, donde sobresale la flota de coches encargada por Flixbus y la opción de compra de otros 20 trenes por parte de la SRO, el cliente saudí que explota el corredor ferroviario de alta velocidad entre la ciudades santas de La Meca y Medina.
A favor de la nueva dirección, está el músculo financiero obtenido tras las ampliaciones de capital, la deuda en bonos y el préstamo global de 770 millones de euros en el que participan CaixaBank, BBVA, Kutxabank, ICO y Cesce.
Entran también en el consejo José Antonio Jainaga y Maite Echarri (dominicales del consorcio Acción Concertada). Tras la junta de enero, entrarán Arantza Estefanía, abogada y consejera en Repsol y Cie; y Ricardo Martínez, que hace unos meses dimitió como CEO de Aernnova. En representación de Sepi figura Juan Antonio Sánchez Corchero, representan de los empresarios vascos en CEOE.
El lehendakari Imanol Pradales visitará este jueves la planta de Talgo en Ribavellosa (Álava).
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