Domingo, 21 de diciembre de 2025 Dom 21/12/2025
RSS Contacto
MERCADOS
Cargando datos de mercados...
Economía

Jensen Huang, el visionario de un nuevo mundo con la IA

Jensen Huang, el visionario de un nuevo mundo con la IA
Artículo Completo 1,349 palabras
El CEO de Nvidia, 'persona del año' para 'FT', es el arquitecto de la era de la inteligencia artificial. Su visión transforma los centros de datos en factorías de una realidad digital que reconfigura la economía global. Leer
Financial TimesJensen Huang, el visionario de un nuevo mundo con la IA
  • RICHARD WATERS/MICHAEL ACTON
20 DIC. 2025 - 19:44El CEO de Nvidia, Jensen Huang, que se ha erigido en la compañía más valiosa del mundo.Graeme SloanEXPANSION

El CEO de Nvidia, 'persona del año' para 'FT', es el arquitecto de la era de la inteligencia artificial. Su visión transforma los centros de datos en factorías de una realidad digital que reconfigura la economía global.

Era febrero, y Jensen Huang, director ejecutivo de Nvidia, estaba a punto de cortar su pastel de cumpleaños cuando advirtió que su teléfono móvil vibraba insistentemente con llamadas de un número desconocido. Huang, acostumbrado a filtrar el ruido del mundo, estuvo a punto de ignorarlas. Pero el dispositivo sonó una vez más.

Al descolgar, una voz inconfundible atravesó la línea: "Hola Jensen: al habla el presidente Trump".

Jensen respondió: "¿De verdad, es el presidente Trump?", pensando que era víctima de una broma. No lo era. Aquella charla improvisada de 45 minutos marcó el inicio de una inusual alianza entre el presidente de EEUU y el ingeniero que ha acabado por conquistar el mundo.

Para un líder tecnológico que durante décadas operó fuera del foco mediático -en un nicho en el que los chips de Nvidia eran vistos como herramientas para videojuegos y no como el motor de la economía moderna- esa llamada simbolizó un cambio de paradigma.

La incursión de Huang en los pasillos del poder ha dado frutos tangibles: hace apenas dos semanas se anunciaba que Nvidia podrá volver a vender chips de inteligencia artificial avanzados en China, una victoria comercial que desafía la resistencia del estamento de seguridad nacional estadounidense.

Motor económico global

Durante mucho tiempo, los chips de silicio fueron los "hijastros olvidados" del mundo digital, eclipsados por los dispositivos brillantes que alimentaban. Este año, sin embargo, han emergido como el ímpetu indiscutible detrás del auge de la inteligencia artificial. En el epicentro de este terremoto se encuentra Jensen Huang, a quien Financial Times ha nombrado Persona del Año por su papel en una transformación que está reconfigurando la economía global.

Nvidia no es sólo una empresa exitosa; es un fenómeno financiero. Se ha erigido como la compañía más valiosa del mundo, superando en un momento dado la barrera de los 5 billones de dólares de capitalización bursátil. A nivel personal, el éxito ha catapultado a Huang a la estratosfera de la riqueza: comenzará 2026 con un patrimonio neto superior a los 160.000 millones de dólares, situándose entre las diez personas más ricas del planeta. Incluso si la burbuja estallara y sus acciones cayeran a la mitad, la empresa seguiría valiendo tres veces más que en 2021.

Pero Huang, paranoico y perfeccionista, advierte de que cualquier liderazgo tecnológico es frágil. Tres años después de que ChatGPT iniciara la carrera de la IA, la posición de Nvidia sigue siendo inexpugnable, pero rivales como Huawei y gigantes como Google acechan.

Para Huang, esto es sólo el comienzo. "La técnica informática que nos llevó 30 años inventar ahora está cambiando fundamentalmente toda la computación. Estamos construyendo una nueva industria que produce inteligencia digital".

Los centros de datos, antes almacenes invisibles, son ahora las fábricas de esta nueva era, y la carrera por construirlos se ha convertido en un pilar del crecimiento del PIB estadounidense.

Furia y chaqueta de cuero

El estilo de liderazgo de Huang es tan distintivo como su vestimenta. Su chaqueta de cuero se ha convertido en una marca personal tan potente como lo fueron los jerséis de cuello alto de Steve Jobs. Sus discursos, maratones técnicos poco guionizados, llenan estadios como si fuera una estrella de rock. Un vídeo suyo bebiendo cerveza con ejecutivos de Samsung se volvió viral, mostrando un lado humano que contrasta con su implacable ética de trabajo.

"Trabajo desde que me despierto hasta que me voy a la cama. Tengo cero pasatiempos", asegura. Esta voracidad ha dado forma a una estructura corporativa radicalmente plana: entre 50 y 60 ejecutivos le reportan directamente, eliminando jerarquías que, según él, distorsionan la información.

Sin embargo, trabajar para él no es sencillo. Es un jefe exigente, propenso a gritar a sus ejecutivos en público. Huang defiende estas reprimendas como una herramienta estratégica: "Alabar en público y criticar en privado es lo opuesto a lo que deberías hacer". Para él, airear los errores permite que todos aprendan. Para sus empleados, la intensidad puede resultar brutal, aunque sus lugartenientes insisten en que se trata de resolver problemas de ingeniería, no de ataques personales.

Quizá el mayor desafío para Huang este año no ha sido tecnológico, sino geopolítico. "Los líderes políticos no hablan en tecnología, que es mi lengua materna", admite.

Sin embargo, ha demostrado una astucia sorprendente. Su capacidad para manejar a la Casa Blanca de Trump ha sido clave. Con una mezcla de adulación pública y pragmatismo logró cerrar ventas masivas a Arabia Saudita y los Emiratos Árabes, y negoció un acuerdo para entregar un porcentaje de las ventas de China a Estados Unidos a cambio de licencias.

Navegar entre Washington y Pekín es un ejercicio de funambulismo, y Huang ha desplegado una "diplomacia itinerante" para mantenerse en el mercado chino, vital para su empresa. En un momento de franqueza, llegó a predecir que China ganaría la carrera de la IA, mostrando admiración por el impulso de sus líderes: "Los líderes chinos son constructores, son ingenieros. Corren rápido y la regulación es ligera. Los líderes occidentales son abogados y reguladores".

Aunque matiza sus palabras con lenguaje diplomático, su visión es clara: mantenerse en China es una cuestión de supervivencia competitiva. "Tengo competidores formidables. Tenemos que ganarnos el derecho a estar allí".

Cuando se trata del futuro de la IA, Huang rechaza las ortodoxias de Silicon Valley. No es un "catastrofista" que teme el fin de la humanidad, ni un soñador que busca una superinteligencia divina. Desprecia a quienes predicen el desempleo masivo, argumentando que la IA automatiza tareas, no trabajos completos.

Tampoco tiene paciencia con la ciencia ficción al estilo de Elon Musk. "El mapa hacia una inteligencia general artificial no es claro, ni creo que sea tan importante", sentencia.

La visión de Jensen Huang carece de drama apocalíptico, pero es esa practicidad implacable la que ha llevado a Nvidia a la cima. "Me mantengo alejado de la ciencia ficción tanto como puedo. No es útil fantasear y trato de ser lo más práctico posible". A juzgar por los billones de dólares en valor creado, la practicidad es, sin duda, su mayor superpoder.

© The Financial Times Limited [2025]. Todos los derechos reservados. FT y Financial Times son marcas registradas de Financial Times Limited. Queda prohibida la redistribución, copia o modificación. EXPANSIÓN es el único responsable de esta traducción y Financial Times Limited no se hace responsable de la exactitud de la misma.

Matt Garman: "Hay riesgo de burbuja en algunas áreas de la IA, pero no para AWS"Apple reemplaza a su jefe de inteligencia artificial'Los iguales se atraen': Cómo Jensen Huang se ganó a Donald Trump Comentar ÚLTIMA HORA
Fuente original: Leer en Expansión
Compartir