Tras años de fidelidad, ERC también se desmarca del PSOE ante el alud de casos de corrupción y acoso sexual que carcomen a los socialistas.
Un día después de que la vicepresidenta del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz, reclamara cambiar "de arriba a abajo" el Ejecutivo para reaccionar ante la insostenible situación que atraviesa Pedro Sánchez, ha sido Oriol Junqueras el que ha exigido al presidente del Gobierno "hechos y compromisos para acabar con cualquier forma de acoso sexual y corrupción" porque "los que abusan y se corrompen no pueden regenerar la democracia".
Aunque inconcreto, el aviso de ERC es severo, viniendo de un Junqueras que ha sido enormemente paciente con Sánchez y que lleva meses evitando retirarle su apoyo pese al cerco judicial que afecta al partido que dirige y a su entorno político y familiar. "La cascada de acontecimientos de esta semana ha sido decisiva", admiten fuentes de los republicanos refiriéndose a la concatenación de casos de acoso sexual relacionados con cargos socialistas que han salido a la luz o a los registros de la Guardia Civil en empresas públicas y ministerios para buscar indicios de corrupción.
ERC "empieza a recoger la ropa", señalan las mismas fuentes de la formación independentista, que se declara "repugnada hasta lo más hondo tanto por la corrupción como por el acoso". El partido separatista, que ha resultado clave para la estabilidad del Gobierno en las dos últimas legislaturas, admite que "nunca se había hecho un aviso de este tipo" a Sánchez y que "si se hace hoy, por algo será", aunque evita anticipar futuros escenarios, como la retirada del apoyo al Ejecutivo central.
Por el momento, los republicanos son más partidarios de amarrar nuevas concesiones al Gobierno aprovechando su "debilidad" e incluso de explorar un frente común con Junts para conseguirlo después de que el partido de Carles Puigdemont se lo ofreciera ayer oficialmente tras constatar la "debilidad" del Ejecutivo.