María Corina Machado salta una valla para encontrarse con sus amigos y seguidores en Oslo. Leonhard Foeger Reuters
América La angustiosa fuga de María Corina Machado: un motor que no iba, sin GPS en alta mar y miedo a un ataque de EEUULa opositora salió de Venezuela gracias a una audaz operación de extracción dirigida por un veterano estadounidense.
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D. Barreira Publicada 12 diciembre 2025 09:25hLas claves nuevo Generado con IA
La operación para sacar a María Corina Machado de Venezuela se llamó 'Dinamita Dorada' y fue dirigida por Bryan Stern, un veterano del ejército estadounidense.
El rescate incluyó un viaje de casi tres días en el que Machado salió disfrazada de Caracas, viajó por tierra y luego en un barco de pesca hacia Curazao.
Durante la travesía marítima, enfrentaron problemas mecánicos, falta de GPS y el miedo a ser confundidos con narcotraficantes o interceptados por militares venezolanos.
La operación fue financiada por donantes anónimos y contó con comunicación constante con altos funcionarios militares de Estados Unidos, pero sin ayuda directa del gobierno estadounidense.
Operación Dinamita Dorada. En un guiño a Alfred Nobel, el inventor del explosivo, ese fue el nombre con el que se bautizó la audaz acción para extraer a María Corina Machado de su escondite en Venezuela, esquivando los tentáculos del régimen chavista, y llevarla a Oslo para poder recoger el Nobel de la Paz. Un peligroso viaje en el que hubo numerosos peligros, retrasos y el miedo a ser confundidos con narcotraficantes.
El artífice del rescate fue Bryan Stern, un veterano del Ejército estadounidense que en 2021 creó Grey Bull, una compañía especializada en evacuaciones privadas en zonas de guerra como Afganistán o Gaza. Él y su equipo, expertos en inteligencia y en operaciones especiales, fueron contactados para extraer un importante "paquete" de Venezuela el viernes 5 de diciembre.
Stern, adelantándose a una posible intervención militar estadounidense en el Caribe, ya había adoptado medidas por si se requerían sus servicios. Pero su misión consistía en sacar de la clandestinidad a la principal opositora a Nicolás Maduro. "Mover a María es como mover a Hillary Clinton", explicó a The Wall Street Journal, periódico que ha revelado los detalles de una operación financiada por donantes anónimos. "No he recibido un dólar del Gobierno de EEUU", garantizó el excombatiente en una entrevista con NBC News.
María Corina Machado durante su segunda rueda de prensa en Oslo. Heiko Junge Reuters
La odisea de María Corina Machado duró casi tres días: salió disfrazada y con peluca de un suburbio de Caracas y viajó por tierra hasta un pueblo pesquero en la costa caribeña de Venezuela. Luego se subió a un barco de pesca en dirección a la isla holandesa de Curazao, un trayecto por mar que duró aproximadamente 12 horas. Allí la esperaba un avión privado que había salido de Miami para recogerla y llevarla a Oslo.
Stern y su equipo, formado por tres docenas de colaboradores", estuvieron en contacto constante con altos funcionarios militares estadounidenses antes y durante la operación: compartiendo su ubicación en vivo, describiendo los problemas, enviando actualizaciones y pidiendo ayuda para geolocalizar a su objetivo. El líder de la operación negó haber recibido ayuda de dentro del régimen chavista.
Caracas celebra el Nobel de María Corina entre susurros por miedo a la represión: "Arriesga su vida por nosotros"El primer contratiempo surgió en la playa del pueblo costero. La embarcación que debía conducir a María Corina Machado al punto acordado en medio del mar, donde se encontraría con Stern, presentaba problemas mecánicos. El plan contemplaba zarpar el martes 9 al amanecer, pero no se pudo arrancar el motor hasta el atardecer, doce horas más tarde.
Las malas condiciones del mar también ralentizaron la navegación. No obstante, el momento de mayor incertidumbre se registró cuando el veterano estadounidense perdió el contacto con la lancha de la opositora venezolana, que se quedó sin GPS y apareció a unas 25 millas del lugar previsto, donde estuvo más de seis horas esperando y temiendo ser identificado por los guardacostas de la Armada bolivariana.
Risas y una foto
Stern había desgranado su plan a las fuerzas estadounidenses ante el temor de que dos pequeños barcos traspasando un cargamento en medio del Caribe pudieran ser confundidos con las narcolanchas que la Administración Trump está bombardeando desde hace meses. "Primero, vigiladnos. Segundo, no nos matéis. Y tercero, si estáis haciendo algo, avisadnos y nos apartaremos", exigió el veterano a sus contactos militares.
Tras una angustiosa búsqueda, Stern logró localizar la pequeña lancha de María Corina Machado. Envió una foto de ambos, sonrientes y mojados en la oscuridad, a través de un teléfono satelital y Starlink a funcionarios del Gobierno y militares de Estados Unidos. El "paquete" había sido recogido y ya iba en camino hacia Curazao.
"Fue peligroso. Fue aterrador. Las condiciones del mar eran ideales para nosotros, pero no eran aguas en las que uno quiera estar, mientras más altas son las olas, más difícil es para el radar ver. Así funciona", dijo Stern en una entrevista con la cadena CBS. Añadió que cuando se encontraron con la opositora, "todos estaban empapados".
El veterano, que reiteró que "nunca" ha sido contratado por la Administración Trump, evitó hablar sobre la fase terrestre porque "aún tenemos trabajo en Venezuela y no queremos poner en riesgo a las personas, fuentes o métodos involucrados".