La Costa del Sol alcanza por primera vez las 700.000 plazas para alojar turistas

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La Costa del Sol alcanza por primera vez las 700.000 plazas para alojar turistas

El destino triplica la oferta de alojamiento en ocho años, fecha en la que se regularon por primera vez las viviendas turísticas

Pilar Martínez

Málaga

Domingo, 21 de diciembre 2025, 00:22

... de octubre y que supone todo un hito para el destino, que en ocho años ha multiplicado por tres su oferta de camas para alojar viajeros. Los datos del informe de Coyuntura Turística de Turismo Costa del Sol, realizado en base a los estudios del Instituto Nacional de Estadística (INE) y del Registro de Turismo de Andalucía, sitúan a finales del pasado octubre en 700.913 las plazas de alojamiento de hoteles, apartamentos, casas rurales, camping y viviendas turísticas, que son las que tiran de este fuerte crecimiento. El repunte supone un 6% más que en el mismo periodo del pasado año, es decir, 39.673 camas más.

Cabe recordar que en 2016, fecha en la que en Andalucía se reguló por primera vez la oferta de alquiler vacacional, el conjunto de alojamientos de la provincia -hoteles, apartamentos turísticos, casas rurales, camping y los primeros inmuebles turísticos- sumaban 210.000 camas. Nada que ver con la actual capacidad de carga del destino, que superará con creces las 700.000 plazas a final de este 2025.

La eclosión de viviendas turísticas en la provincia comenzó en 2016 con la primera regulación de este sector en Andalucía

A partir de 2016 el crecimiento ha sido imparable en el conjunto de la oferta alojativa, pero a mayor ritmo en la modalidad de alquiler vacacional. Basta señalar que antes de la pandemia, en octubre de 2019, eran 392.410 las plazas de alojamiento que sumaba la provincia, en un momento en que la tendencia al alza era del 18%. En dicho periodo, la Costa del Sol contaba con 41.421 alojamientos, casi 11.000 más que un año antes. Una cifra que evidencia una tendencia al alza frenética que se traduce en una subida del 35,4%.

Dos años antes, es decir, un ejercicio después de que entrara en vigor la primera Ley de Viviendas Turísticas de Andalucía ya se dejó sentir la regularización de inmuebles que operaban en el sector del alquiler vacacional. De esta forma, en octubre de 2017, el ritmo de crecimiento de las camas para alojar viajeros creció un 21,5%. Sin embargo, la cifra dista mucho de los datos actuales. En dicho periodo la oferta global se elevaba a 254.231 plazas de hoteles, apartamentos, camping, casas rurales y viviendas turísticas.

Si atendemos a los datos del Big Data de Turismo Costa del Sol, que se van actualizando constantemente, la radiografía en materia de alojamiento de la provincia contempla que hay 95.597 establecimientos, que suman 701.796 plazas. De ellas, 631.594 se distribuyen a lo largo del litoral, mientras que 70.202 se concentran en el interior.

Del volumen global de camas que ofrece la Costa del Sol, 460.211 responden a la modalidad de viviendas turísticas, que pese a las limitaciones establecidas en varios municipios de la provincia, con la capital a la cabeza al aprobar el pasado mes de agosto una moratoria durante tres años, siguen creciendo a un ritmo del 7,6%. La mayor parte de esta oferta se localiza en la zona costera, concretamente, 439.254 camas están operativas para ser ocupadas por los viajeros que buscan el sol y la playa.

Casi siete de cada diez plazas hoteleras de la Costa del Sol son de cuatro estrellas, mientras que los de máxima categoría crecen a ritmo del 9%

Para tomar conciencia del fenómeno que ha supuesto la eclosión del alquiler vacacional basta recordar que en 2017 la oferta de plazas de viviendas con fines turísticos era de 84.200, que fueron aumentando hasta superar la barrera de las 200.000 en 2020; la de las 300.000, en 2023; y la de las 400.000 en 2024. Desde entonces la tendencia al alza ha amainado pasando en dicho ejercicio de las 427.707 a las 460.211 inmuebles registrados. Hay que precisar que no todas las viviendas de alquiler vacacional están operativas y que, además, parte de ellas aún están condicionadas por la entrada en vigor del Registro Único de Alquileres de larga duración que ha puesto en marcha el Gobierno central. La aplicación de esta norma está rodeada de polémica por parte del sector del alquiler vacacional y de la Junta de Andalucía, que la ha recurrido alegando invasión de competencias. Sin embargo, la Alianza para la Excelencia Turística Exceltur destaca «la consolidación de los positivos efectos de la implantación del registro único de alquileres de corta duración para erradicar la ilegalidad en la comercialización turística de viviendas y sus problemas conexos sobre el acceso a la misma y la convivencia vecinal».

Oferta hotelera

El tirón del alquiler de inmuebles para turistas quitó hace ya años la hegemonía que mantenía el sector hotelero como el que más plazas ofertaba. Ahora las distancias son mayores. A 17 de diciembre, el Big Data de Turismo Costa del Sol recoge que hay 556 hoteles con 106.369 plazas en la provincia. Un sector que también evoluciona al alza, con un crecimiento del 4,5% en cuanto al volumen de camas respecto al mismo periodo del pasado año.

En este caso, prácticamente toda la oferta se concentra en el litoral. Sólo 6.600 plazas se ubican en el interior, mostrando un descenso del 0,4%, frente a la subida de casi cinco puntos que muestran las localizadas en la zona costera.

Esta oferta de alojamiento tampoco para de crecer, pero lo hace de forma más sostenida. Basta destacar que en 2017 ya se contabilizaban 92.364 plazas. En la actualidad, seis de cada diez camas hoteleras son de cuatro estrellas, concretamente, 66.266 con las que cuentan 188 hoteles. Sin embargo, destaca el aumento de casi un 9% en la oferta hotelera de máximo nivel hasta subir a los 29 establecimientos, con casi 10.500 plazas.

Cabe recordar que el sector hotelero se encuentra en plena efervescencia con más de 600 millones de euros que tienen previsto desembolsar distintas cadenas en proyectos de mejora de hoteles y en la puesta en marcha de nuevas actuaciones. Al margen de esta partida hay iniciativas que apuestan por el lujo más exclusivo, como es el caso de la llegada del primer Waldorf a España en Marbella de la mano de Higuerón Developments, que convertirá el histórico Marbella Golf, con un millón de metros cuadrados, en un «ecosistema integral de ultralujo», con hotel, villas y campo de golf en el que será el Higuerón Marbella Golf Resort. Un proyecto que supondrá una inversión global de 220 millones de euros. Tampoco se computa en este desembolso millonario previsto por los hoteleros en el destino el complejo de Four Seasons en Marbella, un proyecto de lujo del empresario Ricardo Arranz que está valorado en 650 millones de euros y cuyo inicio de obras de este resort de nueva generación, que combina hotel, residencial y villas con beach club y productos señeros de restauración, ha iniciado ya su cuenta atrás.

Recientemente un informe de la consultora Colliers dejó claro que los hoteles lideran la inversión inmobiliaria en el primer semestre de 2025 y que «el segmento vacacional recupera el liderazgo sobre el segmento urbano, con el 63% del volumen total, y que se constata un cambio de perfil en los inversores arrebatando los nacionales el protagonismo en la actividad de transacciones, destinando 1.222 millones de euros a los activos hoteleros y logrando una cuota del 64%».

Se estancan los apartamentos

Otra de la oferta de alojamiento que está más estancada es la de apartamentos turísticos, que se rigen por una normativa diferente a la de las viviendas turísticas pese a que ofrecen prácticamente el mismo producto. La diferencia radica básicamente en que la mayoría de ellos se desarrollan en edificios completos. En esta modalidad, la Costa del Sol ofrece al viajero 64.854 plazas, lo que supone una subida del 1,6% respecto al pasado año. La evolución histórica desde 2017 muestra que es un alojamiento con un crecimiento más lento, que ha pasado de 57.521 camas a las 64.854 actuales.

Por último, quedan por añadir a esta radiografía del alojamiento de la provincia las 15.600 plazas de camping que se mantienen prácticamente inamovibles desde 1992, año que marcó un punto de inflexión en la senda de crecimiento que esta modalidad mantenía desde 2017.

Los nuevos desafíos del turismo

Con estas cartas en la mano basada en una oferta que se moderniza y que se diversifica, el sector turístico de la Costa del Sol encara una nueva etapa. Desde la Mesa del Turismo avanza que no será la creciente competencia el único desafío que deberá afrontar esta industria. Considera que siguen sin solucionarse retos estructurales que amenazan la estabilidad a medio plazo. Y, entre ellos, destaca la necesidad de establecer en los destinos maduros, como es el caso del malagueño, o con riesgo de saturación, un equilibrio entre el residente y el visitante que «se apoye en una medida rigurosa de la capacidad de carga, tanto social, sanitaria o urbanística». La Mesa del Turismo celebra el cierre en positivo de 2025 a nivel global del país y apunta que «es un año que confirma la fortaleza y la capacidad de adaptación del sector a pesar del impacto de la subida de precios en el comportamiento de la demanda y en la evolución de la cuenta de negocio de las empresas». Además, pronostica que «encaramos 2026 con un espíritu optimista y un horizonte de crecimiento moderado pero sostenido, respaldado por unas previsiones favorables». Unas expectativas que basa en «un incremento de la reserva de 'slots' aéreos para la temporada y en el número de congresos y grandes eventos confirmados para el turismo MICE a lo largo del año», detalla el presidente de la Mesa del Turismo, Juan Molas. Según las previsiones de esta asociación, todo apunta a un nuevo ejercicio donde el turismo español «podrá afianzar su posición de liderazgo y competitividad y estará en condiciones de reafirmar su atractivo entre los destinos predilectos a nivel internacional». Sin embargo, insta a huir de la autocomplacencia. «El sector ha de mantenerse vigilante ante la creciente competencia de destinos que ganan cuota en el Mediterráneo, como Grecia, Chipre, Turquía, Croacia, Montenegro o Albania. Todos ellos están registrando fuertes incrementos de demanda turística y ofrecen una capacidad hotelera en expansión, comercializada a precios significativamente por debajo de la oferta española». Advierten de que estos destinos se perfilan como rivales «muy sólidos en precio y novedad».

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