Josefa, lotera abonada de Doña Manolita Daniel Nieva
Sociedad La crisis de la familia de Josefa tras 25 años revendiendo lotería de Doña Manolita: "No quieren pagarnos dos euros más"Los vendedores ambulantes te ofrecen los mismos décimos de la mítica administración lotera sin hacer cola pero más caros.
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Daniel Nieva Publicada 20 diciembre 2025 01:40hLa ilusión invade el local de Doña Manolita en Madrid. El emblemático enclave lotero es conocido en toda España por los premios que ha repartido en los Sorteos de la Lotería de Navidad y El Niño.
Miles de personas se congregan en el centro de Madrid para comprar su décimo o sus décimos en Doña Manolita con la ilusión y la esperanza de que les pueda tocar uno de los premios del Sorteo.
Carlos, un empleado de seguridad de Doña Manolita, nos habla sobre la afluencia de personas que recibe el local. "Abrimos a las 09.00 y cerramos a las 20.30 horas, la cola es tan larga que muchos días hemos tenido que cerrarla antes de las 18.00 para poder garantizar el servicio a todos ellos".
Carlos organizando la cola de Doña Manolita Daniel Nieva
Además, Carlos añade: "Vienen personas de toda España, no se los datos exactos pero recibimos gente continuamente y muchos de ellos son compradores habituales".
Josefa, lotera ambulante
La familia de Josefa lleva vendiendo décimos de los Sorteos de Navidad y El Niño durante más de 25 años. "La tradición me llega por mi familia; mi madre y mi tía llevan vendiendo aquí desde hace más de 25 años".
Josefa lleva vendiendo décimos desde el 15 de noviembre ininterrumpidamente. "Empecé el 15 de noviembre y llegamos a vender entre 50 y 60 décimos al día más o menos".
Sin embargo, tanto Josefa como muchos de sus familiares nos advierten del descenso en las ventas. "Ahora estamos vendiendo muy pocos, lo estamos notando muchísimo".
Familiares de Josefa junto a la cola de Doña Manolita Daniel Nieva
Para Josefa y su familia la razón de este descenso parece estar clara. "Creo que la gente no esta dispuesta a pagarnos los 2 euros más por nuestros décimos".
Tanto Josefa como su familia son abonados de Doña Manolita. Eso significa que Josefa y todos sus familiares que venden honradamente sus décimos disponen detodos los números que soliciten los compradores. Además, en muchos casos disponen de números que no tienen en la ventanilla de Doña Manolita, como, por ejemplo, décimos con el número 13.
Cola de Doña Manolita que se extiende por la Calle de Mesonero Romanos Daniel Nieva
Josefa y su familia trabajan humildemente aguantando inumerables horas de pie y, al igual que Doña Manolita, necesitan llevarse una comisión por la venta de sus décimos. Esa comisión son los 2 euros de diferencia entre adquirir el décimo con ellos o en la ventanilla del local pasando horas esperando.
Por otra parte, Josefa nos comenta que este problema puede ser peor el año que viene. "El año que viene las administraciones subirán el precio hasta 25. Entonces los que vendemos en la calle qué hacemos, no podemos hacer nada".
Además, Josefa añade: "Si ya nos llevamos una pequeña parte que no llega ni al 10% porque son únicamente dos euros, ¿que más tenemos que hacer?".
La ilusión en Doña Manolita
Miles de personas acuden cada día a comprar en Doña Manolita. Muchas de estas personas como Josefina nos comentan que compran en Doña Manolita por tradición. "Llevo comprando aquí desde toda la vida, es una tradición familiar que comenzó mi padre y yo, siempre que puedo, intento seguirla. Es super importante para mí".
Josefina acudió a Doña Manolita junto a su marido, Gonzalo, que le acompaña en su tradición. "Yo llevo comprando aquí desde hace 5 años, vengo por ayudarle con su tradición".
Josefina posando con su décimo frente a Doña Manolita Daniel Nieva
Por otra parte, esta misma tradición es la que cumple Diego. Él lleva viniendo a Doña Manolita desde hace varios años. "Llevo comprando aquí desde 2012, vengo con mi familia y es una cuestión de tradición".
Diego ha acudido a Doña Manolita por petición propia de su madre, que deseaba tener un décimo acorde a su gusto. "Mi madre me dijo que buscara un número acabado en ocho, el resto de números le corresponden a la suerte".
Sin conocerse, tanto Josefina como Diego tienen algo en común y es que ambos nos confiesan que nunca han sido premiados pero no pierden la esperanza de serlo. "Nunca me ha tocado, pero nunca se pierde la esperanza", comenta Josefina entre risas.
Por su parte, Diego responde: "Por el momento no nos ha tocado nada, pero un año conseguimos el reintegro del tercer premio".
Diego posando junto a su décimo en frente de Doña Manolita Daniel Nieva
Esta misma tradición es la que cumplen Darío y Richard, dos amigos que han llegado juntos a comprar sus décimos en Doña Manolita. "Esto es para compartirlo con la familia, llevo viniendo aquí desde hace dos o tres años", comenta Darío. "Yo he venido desde hace más tiempo, desde hace cuatro o cinco años", añade Richard.
Richard además de venir más tiempo nos cuenta los décimos que ha conseguido. "Este año he comprado cuatro".
Darío y Richard posando con sus décimos frente a Doña Manolita Daniel Nieva
Ninguno de ellos ha tenido la suerte de conseguir un premio. "Nunca me ha tocado pero al final tampoco sabes cuando te va a tocar, la esperanza no se pierde nunca asi que a ver si toca este año, ¿no?", nos dice Darío entre risas.
Ambos comentan que venir acompañado a Doña Manolita es más llevadero ya que la espera se hace más corta. "Hemos esperado una hora y cuarto más o menos pero al ir hablando los dos se ha hecho más rápido", comenta Darío.