Wednesday, 17 de December de 2025
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La UE necesita rearmarse de forma rápida y barata. Y su mejor opción pasa ahora mismo por la IA

La UE necesita rearmarse de forma rápida y barata. Y su mejor opción pasa ahora mismo por la IA
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Tanto el GPS como ARPANET, el germen de lo que luego sería Internet, nacieron en el seno del Departamento de Defensa de Estados Unidos. Del radar, que se desarrolló durante los años 30 y se perfeccionó durante la Segunda Guerra Mundial, surgieron después avances como el sistema de control del tráfico aéreo o el microondas. Hubo un momento en que la tecnología militar era una fuente de invenciones para el ámbito civil. Con la IA, los avances técnicos se empiezan a producir en sentido inverso: de lo civil a lo militar. Son empresas que todos conocemos —Google, OpenAI o Anthropic— las que están desarrollando los modelos más sofisticados del mundo y los organismos de defensa están a la expectativa. A la Unión Europea, esta tendencia le coincide con una crisis aguda en el terreno de la defensa. La guerra de Ucrania ha socavado los cimientos de la vida política en Bruselas, al tiempo que presenta a Rusia como una amenaza creciente. A esto se suma la voluntad de la Administración Trump de frenar la ayuda en materia de seguridad a los países europeos. Un caldo de cultivo que ha impulsado la necesidad de rearmarse. En Xataka La pregunta ya no es si Europa "está en guerra": la pregunta es si está dispuesta a defenderse En marzo, la Comisión Europea anunció la iniciativa ReArm Europe o Readiness 2030. El objetivo es aumentar de forma significativa las capacidades de defensa de la UE. Se trata de un plan que quiere movilizar cerca de 800.000 millones de euros, entre ellos 150.000 millones en préstamos para inversiones militares. Se espera que los gobiernos de los Estados empujen la modernización de sus ejércitos, pero también se busca la movilización de capital privado. El incremento del gasto en seguridad también se refleja en el Marco Financiero Plurianual (2028-2034), presentado en verano. Este presupuesto, que define a nivel financiero las prioridades de la UE para los próximos años, prevé una asignación de 131.000 millones de euros para apoyar la inversión en las áreas de defensa, seguridad y espacial. A falta de saber cómo es el reparto, los fondos son cinco veces superiores a los del anterior periodo (2021-2027). (Pablo Bejarano) Estos esfuerzos de la UE por recuperar el terreno perdido en defensa podrían beneficiarse de la carrera tecnológica que se vive en la actualidad. Sobre todo de los avances en IA, llamados a reconvertir los ejércitos y las formas de disuasión que hoy exhiben los países. En una de las mesas redondas de la Web Summit, celebrada en Lisboa el pasado noviembre y que actúa como punto de reunión de startups de todo el mundo, varios expertos abordaron este tema. Bajo el título ‘From code to combat: Why AI defense tech is exploding’, los participantes debatieron sobre el auge de la IA en materia de defensa. “Lo que está cambiando el panorama tecnológico es la velocidad de innovación”, comentaba Josh Araujo, CEO de la startup Forterra, en referencia al acelerado ritmo de evolución de las tecnologías. “Y en Europa, lo que ocurre con los presupuestos de defensa es que ya no interesa comprar cosas viejas. Se puede tomar un sistema, tripularlo con humanos y colocarle un blindaje, con lo que hablamos de sistemas refinados y caros para cuyo diseño se emplean décadas. O se pueden desplegar sistemas autónomos low cost que ponen a los humanos fuera de peligro y permiten proyectar más potencia de fuego y más capacidad de disuasión a un coste mucho menor”. El impulso de las startups y el capital privado Forterra es una empresa estadounidense que se dedica a desarrollar sistemas autónomos terrestres, para el ámbito de la defensa y la logística industrial. Araujo acostumbra a tratar tanto con actores militares como civiles y resalta la importancia de la disuasión: “Se trata de que para Europa y nuestros aliados, a los agresores les suponga un coste mucho mayor llevar a cabo una acción de agresión. La clave aquí es desplegar tanta capacidad y tan rápido como sea posible al menor coste posible”. En Xataka Si el vídeo que ha publicado Ucrania es real, acaba de hacer saltar por los aires la guerra naval: un dron submarino ha hecho historia Para hacer este despliegue a bajo coste, la IA será clave. Un informe del think tank RAND recomienda  estima que los avances en autonomía y robótica permitirán que este tipo de tecnología se use en masa. “La IA representa una gran oportunidad. Si nos damos cuenta de lo que generamos hoy en el campo de batalla, con enjambres de drones, vehículos autónomos terrestres y diferentes sistemas de misiones, vemos que son enormes cantidades de datos”, señala Araujo.  “Tradicionalmente tenías que tener a un montón de gente mirando fijamente las pantallas de sus ordenadores para analizar y absorber la información. Pero la IA nos ofrece la posibilidad de tomar esta información, darle un sentido y ponerla en contexto para que un humano tome decisiones basadas en esa información”, añade. El CEO de Forterra añade que este cambio se ha producido durante los últimos tres o cuatro años. (IDF Spokesperson's Unit/Commons) Uno de los casos de uso más directos de la IA tiene que ver con la mejora en la capacidad de vigilancia del terreno, mediante el análisis de imágenes en masa. Pero la tecnología también se ha empleado en la búsqueda e identificación de objetivos o para guiar drones hacia el blanco sin la intervención de un operador. Asimismo, en Ucrania se ha ensayado el despliegue de vehículos autónomos terrestres, al tiempo que se plantea la puesta en marcha de enjambres de drones que actúen en misiones de manera controlada. Todas son fórmulas de incrementar capacidades bélicas a bajo coste, en comparación con los medios que se han usado hasta la fecha. Aún queda mucho por afinar, eso sí. En una conversación informal, un directivo de una compañía del sector de defensa en España admitía que la IA generativa todavía está en fase de exploración y que por ahora no tiene usos claros en el ámbito militar. En Xataka Italia le coló a la OTAN un puente entre Sicilia y Calabria como "gasto militar". Ni siquiera pueden cruzarlo los tanques Esto no impide que un aluvión de startups tecnológicas dirija sus esfuerzos hacia el sector de la defensa. James Cross, codirector de inversión privada en la firma Franklin Templeton, fue el otro de los participantes en la mesa redonda de la Web Summit y pintaba un contexto repleto de incentivos económicos: “Invierto en defensa desde finales de los años 90, pero las cosas han cambiado mucho en los últimos diez años. Antes ninguna firma de capital riesgo habría invertido en una compañía orientada a defensa y hoy, aparte de la IA, la defensa es probablemente el sector más candente”. Cross aderezaba esta visión con dos apuntes: los gobiernos ahora se han implicado, algo que no sucedía desde hacía tiempo, y cada vez más dinero va a parar a startups en vez de a contratistas tradicionales de armamento. En la primera mitad de 2025, el capital riesgo en Estados Unidos inyectó alrededor de 38.000 millones de dólares a startups tecnológicas vinculadas a defensa, según JP Morgan. Anduril, Palantir o SpaceX son algunos de los nombres que suenan. Del mercado comercial al ámbito militar Pero hay otras empresas mucho más populares que han metido cabeza en el mercado de la defensa. Los contratos gubernamentales en este ámbito son lucrativos y esto ha atraído a los grandes actores de la IA. En Estados Unidos, el Pentágono ha firmado contratos con OpenAI, Google, Anthropic y xAI por valor de 200 millones de dólares cada uno para sistemas de inteligencia artificial.  Como apunte, hace meses que Google abandonó oficialmente su compromiso —adquirido en 2018 tras las protestas entre su plantilla— de no usar la IA para aplicaciones de cibervigilancia o armamento. No es un detalle menor. En Xataka Rusia está ganando metro a metro la guerra en Ucrania gracias a una tecnología de lo más simple: fibra óptica Tanto Google como OpenAI, Anthropic o xAI son compañías que han desarrollado sus sistemas para el mundo comercial. Sus productos están dirigidos a consumidores o empresas y prosperan en ese marco. Pero de esta forma han construido los modelos más avanzados del momento, que ahora son exportables al ámbito militar. Ya tenemos pequeños experimentos "autónomos" a nivel terrestre en Ucrania, como esta torreta Predator montada en un vehículo oruga. (UGV Robotics) Araujo hablaba de las ventajas que esta forma de operar presenta para las empresas: “Si puedes encontrar aplicaciones que tengan un uso dual, tanto en contextos comerciales e industriales como militares, podrás ser mucho más eficiente en costes a la hora de entregar tus capacidades, porque estarás vendiendo a un mercado mucho mayor. Además, estarás adaptando tu sistema con conjuntos de datos más grandes, tanto comerciales como militares, y podrás conseguir modelos que generalicen mejor”. En Europa, Mistral, la baza de IA generativa dentro de la UE también se ha lanzado a buscar contratos en el ámbito militar. Se ha aliado con la startup alemana Helsing, especializada en sistemas autónomos, y su CEO Arthur Mensch declaró que era imprescindible que el gasto militar en IA se canalizara hacia empresas europeas. Una alusión clara a la soberanía tecnológica que promueven las instituciones europeas. No es tan fácil Desde luego, desplegar la IA en el frente de batalla no es comparable a entregar servicios a una empresa o a una masa de consumidores.  Hay dificultades técnicas que aún están por resolver. “Lo hemos visto en Ucrania con los drones y la robótica. Su expansión trae enormes cantidades de datos y la mejor manera de gestionar esto es aprovechando la IA. Pero para introducir la IA en el campo de batalla necesitamos desplegarla localmente”, afirma Araujo. “No podemos simplemente ir a una nube normal desde una red 5G. Tenemos que tener infraestructura para desplegar la IA. Estamos viendo esto en forma de robots y vehículos autónomos, que impulsan la necesidad del edge computing”. En Xataka Durante años Europa se ha preguntado cómo detener a la flota fantasma rusa. Ucrania le acaba de mostrar el camino: con IA El despliegue de telecomunicaciones, complejo ya de por sí, siembra otro obstáculo. “No podemos tener cargas de trabajo de IA exigentes con computing edge si no tenemos una fuente de energía que prácticamente no se agote. Y llevar energía al frente es bastante peligroso y bastante caro”, apuntaba Cross. Para solventar esto se barajan diferentes opciones, incluidos los reactores nucleares pequeños (SMR). (Ministry of Defense of Ukraine) Aunque la IA es un atajo económico para incrementar las capacidades de defensa, las nuevas tecnologías implican una inversión que nos devuelve al aumento del gasto. Una política con la que no todos los países están de acuerdo. En la propia Unión Europea, algunos Estados miembro han mostrado sus reticencias. Entre ellos, Bélgica, Italia y España, que se ha comprometido a un incremento hasta el 2% del PIB este año (en 2024 fue del 1,3%). Si bien el comisario europeo de Defensa Andrius Kubilius señalaba que el país deberá tratar de cumplir con el 3% que exigirá Estados Unidos. No cabe duda de que el armamento experimentará un cambio debido a la aplicación de la IA y los sistemas autónomos. La guerra moderna ha dado otro salto y esto traerá capacidades militares de consecuencias desconocidas. De ahí que algunas voces ya hayan pedido que se regule el uso de este tipo de armamento.  Imagen | Ministerio de Defensa de Ucrania En Xataka | Si la pregunta es qué ocurrirá tras la guerra de Ucrania, Finlandia tiene una idea poco reconfortante: una donde Rusia tiene un plan B En Xataka | Si el vídeo que ha publicado Ucrania es real, acaba de hacer saltar por los aires la guerra naval: un dron submarino ha hecho historia En Xataka | La pregunta ya no es si Europa "está en guerra": la pregunta es si está dispuesta a defenderse - La noticia La UE necesita rearmarse de forma rápida y barata. Y su mejor opción pasa ahora mismo por la IA fue publicada originalmente en Xataka por Pablo G. Bejerano .
2025-12-17T11:02:00Z

Pablo G. Bejerano

Colaborador

Pablo G. Bejerano

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Tanto el GPS como ARPANET, el germen de lo que luego sería Internet, nacieron en el seno del Departamento de Defensa de Estados Unidos. Del radar, que se desarrolló durante los años 30 y se perfeccionó durante la Segunda Guerra Mundial, surgieron después avances como el sistema de control del tráfico aéreo o el microondas.

Hubo un momento en que la tecnología militar era una fuente de invenciones para el ámbito civil. Con la IA, los avances técnicos se empiezan a producir en sentido inverso: de lo civil a lo militar. Son empresas que todos conocemos —Google, OpenAI o Anthropic— las que están desarrollando los modelos más sofisticados del mundo y los organismos de defensa están a la expectativa.

A la Unión Europea, esta tendencia le coincide con una crisis aguda en el terreno de la defensa. La guerra de Ucrania ha socavado los cimientos de la vida política en Bruselas, al tiempo que presenta a Rusia como una amenaza creciente. A esto se suma la voluntad de la Administración Trump de frenar la ayuda en materia de seguridad a los países europeos. Un caldo de cultivo que ha impulsado la necesidad de rearmarse.

En XatakaLa pregunta ya no es si Europa "está en guerra": la pregunta es si está dispuesta a defenderse

En marzo, la Comisión Europea anunció la iniciativa ReArm Europe o Readiness 2030. El objetivo es aumentar de forma significativa las capacidades de defensa de la UE. Se trata de un plan que quiere movilizar cerca de 800.000 millones de euros, entre ellos 150.000 millones en préstamos para inversiones militares. Se espera que los gobiernos de los Estados empujen la modernización de sus ejércitos, pero también se busca la movilización de capital privado.

El incremento del gasto en seguridad también se refleja en el Marco Financiero Plurianual (2028-2034), presentado en verano. Este presupuesto, que define a nivel financiero las prioridades de la UE para los próximos años, prevé una asignación de 131.000 millones de euros para apoyar la inversión en las áreas de defensa, seguridad y espacial. A falta de saber cómo es el reparto, los fondos son cinco veces superiores a los del anterior periodo (2021-2027).

(Pablo Bejarano)

Estos esfuerzos de la UE por recuperar el terreno perdido en defensa podrían beneficiarse de la carrera tecnológica que se vive en la actualidad. Sobre todo de los avances en IA, llamados a reconvertir los ejércitos y las formas de disuasión que hoy exhiben los países. En una de las mesas redondas de la Web Summit, celebrada en Lisboa el pasado noviembre y que actúa como punto de reunión de startups de todo el mundo, varios expertos abordaron este tema. Bajo el título ‘From code to combat: Why AI defense tech is exploding’, los participantes debatieron sobre el auge de la IA en materia de defensa.

“Lo que está cambiando el panorama tecnológico es la velocidad de innovación”, comentaba Josh Araujo, CEO de la startup Forterra, en referencia al acelerado ritmo de evolución de las tecnologías. “Y en Europa, lo que ocurre con los presupuestos de defensa es que ya no interesa comprar cosas viejas. Se puede tomar un sistema, tripularlo con humanos y colocarle un blindaje, con lo que hablamos de sistemas refinados y caros para cuyo diseño se emplean décadas. O se pueden desplegar sistemas autónomos low cost que ponen a los humanos fuera de peligro y permiten proyectar más potencia de fuego y más capacidad de disuasión a un coste mucho menor”.

El impulso de las startups y el capital privado

Forterra es una empresa estadounidense que se dedica a desarrollar sistemas autónomos terrestres, para el ámbito de la defensa y la logística industrial. Araujo acostumbra a tratar tanto con actores militares como civiles y resalta la importancia de la disuasión: “Se trata de que para Europa y nuestros aliados, a los agresores les suponga un coste mucho mayor llevar a cabo una acción de agresión. La clave aquí es desplegar tanta capacidad y tan rápido como sea posible al menor coste posible”.

En XatakaSi el vídeo que ha publicado Ucrania es real, acaba de hacer saltar por los aires la guerra naval: un dron submarino ha hecho historia

Para hacer este despliegue a bajo coste, la IA será clave. Un informe del think tank RAND recomienda  estima que los avances en autonomía y robótica permitirán que este tipo de tecnología se use en masa. “La IA representa una gran oportunidad. Si nos damos cuenta de lo que generamos hoy en el campo de batalla, con enjambres de drones, vehículos autónomos terrestres y diferentes sistemas de misiones, vemos que son enormes cantidades de datos”, señala Araujo. 

“Tradicionalmente tenías que tener a un montón de gente mirando fijamente las pantallas de sus ordenadores para analizar y absorber la información. Pero la IA nos ofrece la posibilidad de tomar esta información, darle un sentido y ponerla en contexto para que un humano tome decisiones basadas en esa información”, añade. El CEO de Forterra añade que este cambio se ha producido durante los últimos tres o cuatro años.

(IDF Spokesperson's Unit/Commons)

Uno de los casos de uso más directos de la IA tiene que ver con la mejora en la capacidad de vigilancia del terreno, mediante el análisis de imágenes en masa. Pero la tecnología también se ha empleado en la búsqueda e identificación de objetivos o para guiar drones hacia el blanco sin la intervención de un operador. Asimismo, en Ucrania se ha ensayado el despliegue de vehículos autónomos terrestres, al tiempo que se plantea la puesta en marcha de enjambres de drones que actúen en misiones de manera controlada.

Todas son fórmulas de incrementar capacidades bélicas a bajo coste, en comparación con los medios que se han usado hasta la fecha. Aún queda mucho por afinar, eso sí. En una conversación informal, un directivo de una compañía del sector de defensa en España admitía que la IA generativa todavía está en fase de exploración y que por ahora no tiene usos claros en el ámbito militar.

En XatakaItalia le coló a la OTAN un puente entre Sicilia y Calabria como "gasto militar". Ni siquiera pueden cruzarlo los tanques

Esto no impide que un aluvión de startups tecnológicas dirija sus esfuerzos hacia el sector de la defensa. James Cross, codirector de inversión privada en la firma Franklin Templeton, fue el otro de los participantes en la mesa redonda de la Web Summit y pintaba un contexto repleto de incentivos económicos: “Invierto en defensa desde finales de los años 90, pero las cosas han cambiado mucho en los últimos diez años. Antes ninguna firma de capital riesgo habría invertido en una compañía orientada a defensa y hoy, aparte de la IA, la defensa es probablemente el sector más candente”.

Cross aderezaba esta visión con dos apuntes: los gobiernos ahora se han implicado, algo que no sucedía desde hacía tiempo, y cada vez más dinero va a parar a startups en vez de a contratistas tradicionales de armamento. En la primera mitad de 2025, el capital riesgo en Estados Unidos inyectó alrededor de 38.000 millones de dólares a startups tecnológicas vinculadas a defensa, según JP Morgan. Anduril, Palantir o SpaceX son algunos de los nombres que suenan.

Del mercado comercial al ámbito militar

Pero hay otras empresas mucho más populares que han metido cabeza en el mercado de la defensa. Los contratos gubernamentales en este ámbito son lucrativos y esto ha atraído a los grandes actores de la IA. En Estados Unidos, el Pentágono ha firmado contratos con OpenAI, Google, Anthropic y xAI por valor de 200 millones de dólares cada uno para sistemas de inteligencia artificial. 

Como apunte, hace meses que Google abandonó oficialmente su compromiso —adquirido en 2018 tras las protestas entre su plantilla— de no usar la IA para aplicaciones de cibervigilancia o armamento. No es un detalle menor.

En XatakaRusia está ganando metro a metro la guerra en Ucrania gracias a una tecnología de lo más simple: fibra óptica

Tanto Google como OpenAI, Anthropic o xAI son compañías que han desarrollado sus sistemas para el mundo comercial. Sus productos están dirigidos a consumidores o empresas y prosperan en ese marco. Pero de esta forma han construido los modelos más avanzados del momento, que ahora son exportables al ámbito militar.

Ya tenemos pequeños experimentos "autónomos" a nivel terrestre en Ucrania, como esta torreta Predator montada en un vehículo oruga. (UGV Robotics)

Araujo hablaba de las ventajas que esta forma de operar presenta para las empresas: “Si puedes encontrar aplicaciones que tengan un uso dual, tanto en contextos comerciales e industriales como militares, podrás ser mucho más eficiente en costes a la hora de entregar tus capacidades, porque estarás vendiendo a un mercado mucho mayor. Además, estarás adaptando tu sistema con conjuntos de datos más grandes, tanto comerciales como militares, y podrás conseguir modelos que generalicen mejor”.

En Europa, Mistral, la baza de IA generativa dentro de la UE también se ha lanzado a buscar contratos en el ámbito militar. Se ha aliado con la startup alemana Helsing, especializada en sistemas autónomos, y su CEO Arthur Mensch declaró que era imprescindible que el gasto militar en IA se canalizara hacia empresas europeas. Una alusión clara a la soberanía tecnológica que promueven las instituciones europeas.

No es tan fácil

Desde luego, desplegar la IA en el frente de batalla no es comparable a entregar servicios a una empresa o a una masa de consumidores. 

Hay dificultades técnicas que aún están por resolver. “Lo hemos visto en Ucrania con los drones y la robótica. Su expansión trae enormes cantidades de datos y la mejor manera de gestionar esto es aprovechando la IA. Pero para introducir la IA en el campo de batalla necesitamos desplegarla localmente”, afirma Araujo. “No podemos simplemente ir a una nube normal desde una red 5G. Tenemos que tener infraestructura para desplegar la IA. Estamos viendo esto en forma de robots y vehículos autónomos, que impulsan la necesidad del edge computing”.

En XatakaDurante años Europa se ha preguntado cómo detener a la flota fantasma rusa. Ucrania le acaba de mostrar el camino: con IA

El despliegue de telecomunicaciones, complejo ya de por sí, siembra otro obstáculo. “No podemos tener cargas de trabajo de IA exigentes con computing edge si no tenemos una fuente de energía que prácticamente no se agote. Y llevar energía al frente es bastante peligroso y bastante caro”, apuntaba Cross. Para solventar esto se barajan diferentes opciones, incluidos los reactores nucleares pequeños (SMR).

(Ministry of Defense of Ukraine)

Aunque la IA es un atajo económico para incrementar las capacidades de defensa, las nuevas tecnologías implican una inversión que nos devuelve al aumento del gasto. Una política con la que no todos los países están de acuerdo. En la propia Unión Europea, algunos Estados miembro han mostrado sus reticencias. Entre ellos, Bélgica, Italia y España, que se ha comprometido a un incremento hasta el 2% del PIB este año (en 2024 fue del 1,3%). Si bien el comisario europeo de Defensa Andrius Kubilius señalaba que el país deberá tratar de cumplir con el 3% que exigirá Estados Unidos.

No cabe duda de que el armamento experimentará un cambio debido a la aplicación de la IA y los sistemas autónomos. La guerra moderna ha dado otro salto y esto traerá capacidades militares de consecuencias desconocidas. De ahí que algunas voces ya hayan pedido que se regule el uso de este tipo de armamento. 

Imagen | Ministerio de Defensa de Ucrania

En Xataka | Si la pregunta es qué ocurrirá tras la guerra de Ucrania, Finlandia tiene una idea poco reconfortante: una donde Rusia tiene un plan B

En Xataka | Si el vídeo que ha publicado Ucrania es real, acaba de hacer saltar por los aires la guerra naval: un dron submarino ha hecho historia

En Xataka | La pregunta ya no es si Europa "está en guerra": la pregunta es si está dispuesta a defenderse

Fuente original: Leer en Xataka
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