Los ministros de Exteriores de Marruecos y de España, Bourita y Albares, este jueves en Madrid.
Política Las aduanas comerciales de Ceuta y Melilla siguen igual tras la cumbre de Madrid: "No son operativas, Rabat no coopera"Empresarios que importaban pescado y áridos, imprescindibles para las dos ciudades autónomas españolas, han desistido por las trabas.
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Sonia Moreno Publicada 7 diciembre 2025 02:59hLas claves nuevo Generado con IA
Las aduanas comerciales de Ceuta y Melilla continúan inoperativas pese a los anuncios oficiales y a la reciente cumbre entre España y Marruecos.
Empresarios denuncian que desde septiembre no circula ningún camión con mercancías entre ambos lados por inseguridad jurídica y falta de cooperación marroquí.
Muchos importadores optan por rutas alternativas, como Algeciras o Málaga, debido a largas colas, controles estrictos y sobornos en la frontera marroquí.
La situación perjudica especialmente a sectores como el pesquero y el de áridos, que ven cómo sus operaciones se encarecen y ralentizan por las restricciones fronterizas.
Las aduanas comerciales de Ceuta y Melilla siguen hoy igual que el jueves, cuando se clausuró en Madrid la XIII Reunión de Alto Nivel (RAN) entre España y Marruecos: no funcionan a pesar de estar operativas desde el mes de febrero.
Y eso pese a que en la Declaración de esa cumbre ambos países se felicitan, en el punto 61, por "la cooperación aduanera", en aplicación del punto 3 de la hoja de ruta bilateral firmada por Pedro Sánchez y el rey Mohamed VI el 7 de abril de 2022.
Concretamente, ese apartado aludía a la "plena normalización de la circulación de personas y mercancías".
Sin embargo, EL ESPAÑOL ha podido constatar que la realidad de las fronteras terrestres entre Marruecos y España en Ceuta y Melilla es muy distinta, sin régimen de viajeros ni aduanas comerciales.
"Desde el 15 de septiembre a día de hoy no pasa ningún camión en ningún sentido por la inseguridad jurídica que representa para los empresarios y porque no se permite el paso de mercancías de todos los sectores", sentencia Enrique Alcoba, presidente de la Confederación de Empresarios de Melilla CEME-CEOE y de la Asociación de Comerciantes.
Largas colas de vehículos en el paso fronterizo entre España y Marruecos.
A pesar de que el Gobierno español anunció que desde el mes de febrero funcionaban las aduanas comerciales en Ceuta y Melilla, lo han hecho de manera restringida en cuanto a productos, días, horas y condiciones. Además, volvieron a cerrar inesperadamente en verano.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, aseguró que era una decisión consensuada para casos de mucho tránsito, como ocurre durante la Operación Paso del Estrecho (OPE).
Sin embargo, esta finalizó el 16 de septiembre: dos meses y medio después, siguen sin circular las mercancías.
No hay explicaciones por parte de ninguno de los gobiernos, que esta semana se reunieron a puerta cerrada en Madrid sin comparecer ante los medios de comunicación.
Los importadores de los productos habituales que pasaban desde Marruecos, como son el pescado y los áridos, prefieren hacer la exportación e importación por Algeciras o Málaga, prescindiendo de introducir el producto directamente por las fronteras de Beni Ensar o de El Tarajal por las largas colas, por la inseguridad, por los controles a los que someten y por tener que pasar por sobornos de intermediarios en el control marroquí.
De Tánger a Algeciras para ir a Ceuta
Younes Gomari, propietario de una pescadería en Ceuta, ya metía pescado por la frontera en furgoneta cuando no existía la aduana comercial, hasta que en 2019 las autoridades marroquíes, sin previo aviso, prohibieron importar pescado.
El día del cierre se quedó atrapado con 70.000 euros de mercancía perecedera, que introdujo en pateras durante tres días desde Castillejos a Ceuta, hasta que le llamaron la atención y le amenazaron con multarle.
Actualmente, gracias a la buena relación que tiene con Marruecos, "me permiten cargar la mercancía en el puerto de Tánger Med, la llevo a Algeciras y después a Ceuta, con lo que tiene de pérdida de tiempo y de costes, al pagar el barco y el transitorio en Algeciras", lamenta en conversación con EL ESPAÑOL en el mercado de Ceuta, donde tiene su pescadería.
La pescadería que Younes Gomari regenta en Ceuta.
Además, tuvo que trasladar las naves donde pesaba y almacenaba el pescado de Rincón, Castillejos y Tánger a la península. Ahora opera desde Málaga y Algeciras.
"Marruecos quiso modernizar la frontera porque se llevaba la mala imagen y no ganaba nada. Las condiciones de transporte en las que venía el pescado eran malas, en coches con largas colas en la frontera", disculpa al país vecino.
"Desde Marruecos entra algo de pescado, pero no hay nada oficial. Como España quería una aduana comercial, Marruecos decidió hacerlo como en Algeciras. Antes se traía de Marruecos por el bajo precio, pero ahora ha subido por el transporte y el transitorio", detalla.
Solo 4 meses importando áridos
Otros empresarios, como Antonio García, de Áridos y Transportes del Estrecho en Ceuta, decidieron emprender la importación este año, ya que por primera vez la ciudad contaba con una aduana comercial en Ceuta.
García fue pionero en importar áridos. Comenzó en marzo, pero solo realizó 39 viajes. Lamentablemente, la iniciativa duró cuatro meses, en junio hizo su último viaje por la frontera.
"Aunque la Delegación de Gobierno te apoya y te ayuda con la documentación, quien lleva el mayor peso de la frontera es Marruecos. Estando a media hora de camino, no podemos permitirnos tirarnos siete u ocho horas de colas, porque no salen los números", lamenta.
Sólo en el escáner el camión estaba retenido entre cuatro y cinco horas, por lo que apenas podía hacer un viaje al día. Para que le saliera rentable, calcula que tendrían que pasar tres cargamentos diarios.
Un camnión de la empresa que regenta Antonio García, en el paso fronterizo.
"Además, el chico que lleva el despacho de aduanas en Marruecos cobra un plus de 22,50 euros por hacer la importación del material", desvela.
Durante esa transacción, el conductor no se puede bajar del camión ni para comprar un botellín de agua.
"Llega a la frontera, viene la Gendarmería, aduanas, un coche por delante y otro por detrás, llevan el camión escoltado hasta la cantera, lo carga, lo pesa y hacemos el retorno de la misma forma, y llegamos al escáner, donde puedes perder entre cuatro y cinco horas. La escolta se va a comer y a esperar", relata García.
Aunque a mediados de octubre pasó un camión de la UTE Cantesa con arena de Marruecos, "no funciona".
"La llaman comercial porque se realiza una importación, pero de comercial tiene poco, requiere mucho papeleo. Esto lo tienen que arreglar y organizar la Administración de allí con la de aquí. Aunque España decida hacer algo, si en el otro lado no coopera… El régimen de viajeros no funciona por parte de Marruecos, que no deja meter nada", se queja este empresario ceutí.
Por todo esto, la RAN de Madrid era importante para los empresarios ceutíes y melillenses.
De todos modos, desde la Confederación de Empresarios de Melilla no esperaban "nada que sea beneficioso o positivo para Ceuta y Melilla".
"En la anterior reunión, celebrada en Rabat en febrero del 2023, aunque el presidente del Gobierno y el ministro de Asuntos Exteriores anunciaron que se reabrirían las aduanas comerciales y habría un respeto entre ambos países, siguen igual", afea Alcoba.
Por ello, concluye, "no han sabido negociar para defender los intereses de Ceuta y Melilla o simplemente nos han engañado".