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Internacional

Lo menudo y lo insustancial

Lo menudo y lo insustancial
Artículo Completo 427 palabras
Un retrato de la derrota, de seres que no están en la lista de los agraciados y que dilapidan su vida entre ambas

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CMYK de Mario Marín.

Lorenzo Silva

Martes, 30 de diciembre 2025, 00:04

... Padece el escritor tirrias extrañas, querencias torcidas, y a veces invierte demasiado tiempo en libros que necesita trasegar para perpetrar luego los suyos, lo que le convierte en un mal gestor de las novedades literarias. Por eso más vale que se abstenga de contribuir a esas listas de «lo mejor de» que cada vez que fina un año aparecen por doquier, y más aún de señalar algo que haya leído como lo más pistonudo o excelso de la cosecha anual.

Podría resumirse CMYK como la historia de una asesina a su pesar que se detona al ver los colores primarios —a los que aluden las cuatro iniciales que forman el título—. Cabe afirmar, también, que trata de Huelva, sus barrios y sus márgenes, que el autor eleva a geografía literaria con el mismo donaire áspero y escatológico con que Robe Iniesta cantaba a Extremadura: «el mojón de ciudad que tenemos». No sería inexacto sostener, en fin, que estamos ante un retrato de la derrota, de seres que no están en la lista de los agraciados y que dilapidan su vida sin alejarse mucho, como dice el narrador, de lo menudo y lo insustancial.

Sin embargo, ninguna de estas descripciones, ajustadas a la realidad factual del artefacto narrativo, agota su significado. CMYK es un viaje a los pliegues profundos del dolor, ese asunto tan universal y tan individual: «cada persona que ves tiene su propio desnivel, su concavidad, su hondonada», escribe Marín. De ahí brota y ahí se pierde Cinta, la asesina que confiesa sus crímenes; en esa clave vibra el canto a una ciudad puesta en una esquina y dejada al descuido; de ahí viene la propensión a la intrascendencia de sus protagonistas. Como dice el maestro Leonard Cohen: «Stop at the surface/ the surface is fine». Sólo quien ha calado tan hondo puede en la superficie brillar así.

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Fuente original: Leer en Diario Sur - Ultima hora
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