Cientos de chavistas se manifiestan en Caracas para protestar en contra de la confiscación de un buque petrolero en aguas cercanas al país. Ronald Peña Efe
América Los venezolanos se preparan para sufrir las consecuencias del bloqueo petrolero de EEUU entre colas y apagonesLa medida de Trump impide que los barcos sancionados entren o salgan de las aguas territoriales de Venezuela, aumentando la presión sobre el régimen de Maduro al impedir su principal fuente de ingresos y divisas.
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Tideo Hernández Caracas Publicada 20 diciembre 2025 02:55hLas claves nuevo Generado con IA
El bloqueo total de EEUU a los petroleros sancionados ha generado pánico en Venezuela, provocando largas colas en gasolineras ante el temor de escasez de combustible.
La medida busca asfixiar económicamente al Gobierno de Nicolás Maduro, afectando tanto la exportación de petróleo como la producción local de gasolina, que ya depende de aditivos importados.
Venezolanos temen una crisis mayor en el transporte y la repetición de apagones, agravados por la falta de mantenimiento en infraestructuras como la represa del Guri.
La tensión por el posible despliegue militar estadounidense y la movilización de fuerzas venezolanas aumenta la incertidumbre en la población, que teme tanto el desabastecimiento como una escalada del conflicto.
Venezuela amaneció con el pánico en la sangre. El anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, del bloqueo de los buques petroleros sancionados en aguas venezolanas ha puesto en alerta a los ciudadanos del país caribeño. Así, muchos se han aglomerado en las gasolineras de varias ciudades para llenar los depósitos de sus vehículos ante la amenaza de una posible escasez de combustible.
La medida declarada este martes por Trump impediría que los barcos sancionados entren o salgan de las aguas territoriales de Venezuela, aumentando la presión sobre el régimen de Nicolás Maduro y el país al impedir su principal fuente de ingresos y divisas.
Trump ordena el bloqueo "total y completo" a los petroleros sancionados que entren y salgan de VenezuelaSegún la estrategia del país norteamericano, esto agravaría la asfixia económica de la cúpula chavista, que presuntamente dirige el llamado Cártel de los Soles, junto a las operaciones antidroga, que han resultado en la muerte de un centenar de supuestos narcotraficantes en las aguas del Caribe.
Después de que las fuerzas estadounidenses interceptaran el buque Skipper, salido de Venezuela y con varios viajes registrados a Irán, y confiscado el crudo que transportaba, se han identificado al menos 30 embarcaciones sancionadas en las inmediaciones de Venezuela, según la firma de inteligencia marítima Windward, varios de los cuales han modificado su rumbo para minimizar la posibilidad de compartir el destino del Skipper.
Estos pertenecen a la llamada 'flotilla fantasma', que transporta crudo proveniente de países sancionados por Estados Unidos y que representan un 40% de los buques que llegan a Venezuela para cargar crudo, según datos de Transparencia Venezuela. Los buques que participan en este mercado negro apagan a menudo sus transponedores, cambian sus banderas y denominación y emiten señales de localización falsas para evitar su detección.
Son hechos que llevan a los venezolanos a adelantarse antes de que se repitan escenas como las de 2019, cuando las esperas para poder adquirir gasolina podían tardar días de espera a metros de la estación de repostaje.
A lo largo de la capital se observan colas frente a las gasolineras, y varios reportes indican que en ciudades como Valencia y Barquisimeto se estiran a lo largo de varios kilómetros. En estas ciudades también se vive una crisis en el transporte público, ya de por sí irregular, y se teme que varios conductores dejen de prestar sus servicios si no ven la rentabilidad, una situación también vivida en años anteriores.
Jóvenes caminan junto a un mural en Caracas. Miguel Gutiérrez Efe
Un hombre que espera en una gasolinera cercana a la urbanización de Chuao se pronuncia, indignado, por los prospectos de esta situación. "Es algo que a mí me afecta en mis negocios porque vendo materias primas para industrias locales, y sin energía, no puedo cumplir con mis clientes", exclama.
Ingeniero de profesión, recuerda que Venezuela perdió más de 20.000 expertos técnicos petroleros desde el Gobierno del expresidente Hugo Chávez y fueron reemplazados por personas que no sabían manejar los recursos de la industria, llevando "al colapso de la refinación en el país, por lo que Venezuela no exporta gasolina actualmente, sino que importa de países como Brasil, Irán y hasta Estados Unidos".
"Y varios periódicos dicen que estos petroleros iban a Cuba, que no pagan por nuestro petróleo y a su vez negocian su venta a China", explica el ingeniero.
Benigno Alarcón, analista político y fundador del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), destaca que "es evidente que va a haber un impacto importante en el flujo de caja del Gobierno y también en lo interno por la dependencia que tenemos de los aditivos para la producción de gasolina".
"Evidentemente, las expectativas negativas pueden convertirse en una profecía autocumplida porque ningún país aguanta que toda la población salga a colocar gasolina al mismo tiempo", dice.
También señala como problemas adicionales que "las capacidades de almacenamiento de petróleo que tiene Venezuela están limitadas y si no se logra sacar todo el petróleo que se produce hay que reducir, necesariamente, los niveles de producción" y que "al aumentar el riesgo del transporte de petróleo, aumentan también los costos que se traducen en un mayor descuento en los precios finales a los que logra colocarse el petróleo venezolano".
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump , y el secretario de Estado, Marco Rubio, en una imagen de archivo. Reuters
La invasión militar: ¿realidad o farol?
Además de la posible escasez de gasolina, varios venezolanos expresaron sentimientos contradictorios de temor y expectativa frente al posible inicio de operaciones militares dentro de su territorio.
El rechazo de la Cámara de Representantes de EEUU de dos iniciativas para retirar las tropas estadounidenses del Caribe fue uno de los signos que varios comentaristas y personalidades mediáticas de ambos países interpretaron como la antesala de una declaración formal de guerra.
Por tercera vez, el hemiciclo no logró pasar las resoluciones que invocaban la sección 5 de la Resolución sobre Poderes de Guerra, que permitiría que el Congreso ordene al presidente que retire al Ejército si existe una resolución conjunta.
En palabras del líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer, Trump "no tiene la autoridad" de "usar la fuerza militar en el Caribe sin la autorización del Congreso", aunque luego no logró obtener los votos necesarios para sacar a los soldados del Caribe.
En la comparecencia de Trump en la noche del miércoles, el presidente apenas hizo referencia a los "sanguinarios cárteles" a los que acusa de atacar a los estadounidenses mediante el tráfico de droga, respecto al cual se limitó a decir que "la llegada de drogas por mar y tierra ha disminuido en 94%", sin mencionar la declaración de la administración de Maduro como una organización terrorista extranjera.
Poco antes de la declaración del bloque había afirmado que Venezuela le había quitado los "derechos energéticos" a Estados Unidos de forma ilegal. "Queremos nuestro petróleo de vuelta", había dicho.
Poco después, el subjefe de gabinete de la Casa Blanca, Stephen Miller, aseguró que se refería a la nacionalización de la industria petrolera venezolana en 1976, a la que calificó como "el mayor robo" de la historia de Estados Unidos.
Por su lado, Maduro insiste en sus pronunciamientos en la obligación de los venezolanos de defender el territorio del "Gobierno títere" que alega que quiere imponer EEUU, haciendo referencia a la líder opositora María Corina Machado, que ha apoyado abiertamente los métodos de presión de Trump.
La movilización de militares y civiles ha llegado hasta el reclutamiento forzado, incluyendo adolescentes y personas de la tercera edad, para los cuerpos militares denominados Milicias Bolivarianas, según el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
Según un experto consultado por EL ESPAÑOL, que declara bajo condición de anonimato, el escalamiento militar busca el colapso del régimen de Maduro.
"No se pronostican enfrentamientos importantes ni ninguna resistencia prolongada, sino todo lo contrario, porque ni la mayor parte del sector militar, ni la población civil se pondría de su lado para defenderlo", declara. "La gente de a pie quiere un cambio político y no le importa si sucede por negociación, presión, intervención, o golpe de Estado, y muchos dicen que perciben que el problema de Washington no es con ellos, sino con el régimen de Maduro".
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se dirige a miembros de las fuerzas armadas, la Milicia Bolivariana, la policía y civiles durante una manifestación contra una posible escalada de las acciones estadounidenses hacia el país. Reuters
Apagones a lo largo del país
Alrededor de las últimas horas de sol del miércoles, varias zonas de Caracas y de otros estados perdieron la luz. Ya no son los apagones de varios días que caracterizaron las peores etapas de la crisis antes de la dolarización en el 2022, pero en los últimos dos años se han repetido en momentos claves de la crisis política del país, como en los días antes y después de las elecciones presidenciales en julio del 2024.
En una de tantas casas de Caracas, Margarita, que prefiere declarar con un nombre ficticio, sostiene una palmatoria con una vela encendida mientras revisa sus electrodomésticos. "Esto es horrible, la casa está oscurísima y tuve que buscar las velas que teníamos guardadas porque esto no es algo nuevo", lamenta.
Mientras habla, se encienden algunas luces antes de volver a apagarse a los pocos minutos. La llama de la vela sigue temblando. "Ya se ha ido más de cuatro veces, me preocupa la nevera, la lavadora y el teléfono celular, porque uno de estos apagones me quemó una computadora que tenía conectada", apunta la mujer, que ahora se sienta a esperar la vuelta de la electricidad.
En la calle, varias zonas están cubiertas por la negrura que apenas hieren las luces de los coches que pasan. En ciertos cruces están apagados también los semáforos, creando escenas de caos entre el estruendo de las cornetas que avisan de accidentes que no ocurren por muy poco.
Y si estas irregularidades duran varias horas en la capital, cabe recordar los numerosos informes que señalan que cada crisis que la aflige se multiplica en gravedad en los demás estados del país.
El miedo a una nueva serie de apagones como las de 2019, que llegaban a durar hasta más de cinco días, arropa las ciudades. La falta de mantenimiento de la represa del Guri, el principal complejo hidroeléctrico del país, se manifiesta en estas pérdidas de electricidad, las últimas de las cuales se vivieron a mediados del 2024, aunque los portavoces del chavismo culpan a un supuesto sabotaje de parte de fuerzas políticas contrarias.
Maduro despliega a su Armada para escoltar a los petroleros venezolanos y desafía el bloqueo de TrumpCuando vuelve la luz, Margarita empieza a revisar la nevera para ver si sigue funcionando. "A mí me dijo una cubana que esa es una táctica del castrismo para dar alegrías efímeras, como si la llegada de la luz y el agua, que también la perdemos a menudo, fueran un regalo".
Varias casas de la misma calle empiezan a recuperar los puntitos de luz en sus ventanas que, vistas desde afuera, parecen cocuyos.