La recién galardonada Premio Nobel de la Paz. STIAN LYSBERG SOLUM EFE
Protagonistas María Corina Machado y todo lo que tiene que decir su traje blanco: "Con él se posiciona en el lado bueno de la historia"La Premio Nobel de la Paz hizo una declaración de intenciones en Oslo y no únicamente mediante sus palabras, sino también con su elección de vestuario.
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Cristina Sobrino Publicada 11 diciembre 2025 19:18hSi hay un nombre que resuena con fuerza en los últimos días, ese es el de María Corina Machado. La opositora venezolana acaba de recibir el Premio Nobel de la Paz. Su hija fue la encargada de recogerlo en su nombre ante la imposibilidad de la asistencia de su madre debido a la situación que enfrenta en su país de origen.
No obstante, la joven prometió en su discurso que la política haría acto de presencia muy pronto en el país nórdico. Apenas bastaron unas horas para que la ingeniera apareciese ante los medios. Primero, asomándose a un balcón envuelta en un plumífero negro. Más tarde, junto al primer ministro noruego, Jonas Gahr Store, parapetada en un traje blanco, impoluto.
En la política, nada es casualidad. Y en la moda, tampoco. Si estos dos ámbitos se alían, la idea de dejar según qué decisiones a la suerte carece de sentido. "Desde la estética, el monocromo siempre transmite unidad, coherencia y control", comenta Jesús Reyes, periodista especializado, estilista y autor de libros como la guía de estilo Alter Ego y Leonor. Estilo de una Borbón y Ortiz.
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Detrás del traje
Es habitual ver a mujeres vistiendo este tipo de dos piezas. Especialmente a aquellas que se ubican en espacios de poder, ya sea en círculos políticos, empresariales o sociales. La aparición del concepto de power suiten los 80, cuando la mujer se incorporó definitivamente al trabajo —fuera de casa— no ha abandonado a las figuras femeninas.
Sin embargo, tras la decisión de estilo de María Corina Machado hay detalles que van mucho más allá de ese término que logró que una prenda que pertenecía al género masculino comenzase a ocupar también el armario, y la rutina, de ellas, otorgándoles en parte la misma posición.
En cualquier caso, ¿qué supone esta decisión?, ¿por qué blanco?, ¿qué sentimientos evoca en aquellos que estuvieron presenciando la comparecencia ante los medios de la activista? El mundo la estaba mirando y ella supo bien qué hacer. Un argumento perfectamente hilado donde cada una de las piezas —fuese esta del tipo que fuese—, casaba a la perfección.
La venezolana en una imagen del acto. Presidencia de Panamá EFE
"La elección de un color no sólo implica desencadenar una serie de procesos neurofisiológicos, sino que también conlleva un fenómeno complejo en el plano psicológico", apunta Helena López-Casares, doctora en Neurociencia y profesora de la Universidad Europea.
La experta ha confesado a Magas que ha seguido de forma atenta los diversos actos que se han celebrado estos días en Oslo a raíz de este reconocimiento.
Además, ha reconocido que durante el discurso de María Corina Machado se llegó incluso a emocionar en un par de ocasiones o tres. "Sería posible analizarlo todo: desde la presencia de su hija, el contexto familiar o la percepción de los países nórdicos de las naciones de Sudamérica y Centroamérica", comenta entusiasmada.
La hija de la opositora durante su discurso de la recepción del premio. Gtres
Para diseccionar este tema en profundidad, la profesional apela a aspectos como la atención, la emoción, la memoria y la cuestión cultural.
"El traje de sastre en la mujer da sensación de profesionalidad, formalidad y elegancia. Se trata de un diseño de líneas rectas, ni demasiado entallado ni demasiado holgado, permite el movimiento", destaca la neurocientífica, que aprovecha para remarcar la escasez de accesorios del look.
"Otro aspecto que me pareció muy interesante fue que apareciese con la chaqueta abierta en pico. Lleva otra prenda debajo, pero apenas se atisba. Esto permite ver lo que se conoce como los lados blandos de la persona —todo lo que tiene que ver con el cuello, brazos y antebrazos hasta llegar a las manos—. Desde la psicología, este detalle tiene que ver mucho con la proximidad y la cercanía", dice la profesora.
Jesús Reyes, por su parte, sobre la construcción del dos piezas añade lo siguiente: "Los patrones arquitectónicos o ligeramente estructurados —que normalmente se encuentran en este tipo de diseños— suelen aportar liderazgo visual, mientras que los tejidos suaves o mate aportan cercanía".
Aquí, la silueta de la americana y el pantalón aporta una fuerza que María Corina Machado dulcifica con gestos como el que ha listado Helena López-Casares.
"Cuando un look en blanco combina líneas depuradas con un tejido cálido o con caída elegante, se consigue ese equilibrio entre autoridad y accesibilidad", comenta Reyes, reforzando la idea anterior. "Es un juego de proporciones: hombros bien definidos, cintura suavemente marcada y un tejido que no brille en exceso para lograr transmitir sobriedad sin parecer distante".
En cuanto al color, todos los profesionales consultados lo asocian, de forma obvia, a la paz, a esa paloma que, como bien recuerda Ana Velasco, periodista y profesora de la Universidad Complutense de Madrid experta en Historia de la Moda, "nació de la mano de Pablo Picasso".
'Mujeres por la libertad: 50 años en democracia': "Hay que defender los derechos día a día. Si pueden, nos los quitan"Profundizando en la decisión cromática, López-Casares comenta que el blanco se alinea con la sensación de control de la situación y sensación de amplitud que va de la mano de María Corina Machado. "No hay artificios ni constructos complicados o demasiado sofisticados", expresa.
Bajo su punto de vista, es un color que implica nuevos comienzos. "Se trata de una especie de lienzo en blanco, que es lo que supone la opositora para Venezuela o como ella se quiere posicionar", comenta la doctora en Neurociencia.
"En su estilismo habita lo mismo que en su discurso: valentía, amor, paz, libertad. Con su presencia, pretende escribir la historia de su país desde la justicia", señala.
El experto en moda Jesús Reyes añade además lo siguiente sobre la decisión tonal: "Desde el punto de vista puramente estético y simbólico, el blanco es un color asociado a latransparencia, la serenidad y la ausencia de ruido visual".
Este apunte, en relación con la situación donde se encontraba María Corina Machado, se traduce en la comunicación de valores como lacalma, el equilibrio y una voluntad de neutralidad. Esto último también lo ha destacado López-Casares.
"Se trata de un color queproyecta honestidad y que desactiva tensiones, de ahí que su elección siempre tenga una carga emocional potente, incluso cuando no hay una intención política directa", subraya Reyes.
Un elemento que además destaca el periodista especializado en el sector de la moda, es la importancia de decantarse por una propuesta cromática como esta teniendo en cuenta el escenario, literal, al que se enfrentaba la venezolana:
"El blanco favorece muchísimo en fotografía y vídeo porque capta la luz de manera uniforme y crea una silueta limpia, nítida y muy reconocible. En espacios con iluminación intensa o focos múltiples, ayuda a destacar sin agresividad y a construir una imagen sólida ante cámaras de todos los ángulos".
"Además, es una apuesta que no compite contra la persona: deja que la expresión y el mensaje sean el verdadero centro", añade.
Poder y liderazgo
En cuanto a posicionamiento, teniendo en cuenta las pretensiones políticas de María Corina Machado, ¿qué quieren decir sus movimientos de armario?
Según Moisés Ruiz, el experto en liderazgo político de la Universidad Europea, "el color está muy bien elegido. Si tuviera que emplear un verbo que refleje lo que ha pretendido hacer, el que escogería sería evocar y hacerlo a través de la asociación de ideas".
De acuerdo al profesional, en este gesto se encierran guiños a la calma y a la esperanza. "Hay un control sobre aquello que se quiere transmitir. Pretende hilar su presencia a la seguridad en el momento, pero también con visión de futuro", destaca.
Por otra parte, Ruiz también señala que es importante la elección del color en relación con el hecho de que hasta hace nada no se sabía bien dónde se encontraba la venezolana. Él también alude a esa idea de nuevos comienzos.
Y es que quizás, el haberle otorgado la distinción suponga un antes y después en el devenir de la propia Machado y, por qué no, en el de su país de origen.
María Corina Machado en un acto reciente en Venezuela. Gtres
En ese concepto evocador que refleja el experto en liderazgo en sus palabras también reside la filosofía de querer trasladar al público de que la ingeniera encarna el perfil de una líder con las ideas claras.
"Y consigue mostrarse así a pesar de su clandestinidad, de las amenazas... Al margen de eso, se presenta calmada, serena y confiada. Sus actos, además, van de la mano de sus decisiones de estilo. Todo ha sido muy coherente", señala.
Profundizando en la temática de poder asociada a la indumentaria y, en este caso, al color, Ana Velasco rescata referencias de hace ya siglos. "El significado del blanco ha ido fluctuando a lo largo del tiempo y depende mucho de las culturas. Durante bastante estuvo asociado al luto, pero las tornas cambiaron cuando la reina Victoria lo llevó en su boda".
La doble vida de Ana Tabero: estudia 10 horas diarias para ser jurista militar y llevó su libro al 'top 10' del Premio PlanetaY es que la profesora de la Universidad Complutense asocia directamente esta tonalidad a los estamentos de poder y, en especial, a la nobleza y monarquía. "Sólo los reyes podían llevar armiño. Antes había leyes que regulaban todo esto".
Respecto a la presencia de María Corina Machado con el traje comenta que a su criterio fue también una forma de decir "soy realmente lo que veis". Además, señala el hecho de estar ante los medios con esa apuesta monocromática inmaculada. "Ella no tiene manchas en su historial. Se aleja además así de ese concepto de dominación más ostentosa".
Esta estética de la opositora, choca diametralmente también con la de Maduro, al que es fácil asociarlo al uso del chándal nacional, herencia de su predecesor, Chávez —¡cómo olvidar aquella foto con Fidel Castro!—, al igual que la política de este, de la que también agarró el testigo.
"Ese blanco de su dos piezas... Pensar en él es sinónimo de hacerlo en pureza, profesionalidad, limpieza, perfección. Con él se posiciona en el lado bueno de la historia", señala la experta en Historia de la Moda.
Velasco también menciona a otros referentes femeninos del plano de la política y la sociedad que han unido su imagen a la de este color en momentos sustanciales.
"Es sencillo que la mente vuele a las grandes feministas de comienzos del siglo XX, las suffragettes. Sin embargo, si nos remontamos tan solo unos años atrás, la imagen de Hillary Clinton enfrentándose a Trump en los debates presidenciales de 2016; la reina Letizia cuando anunció su compromiso con el rey Felipe VI; o incluso la Princesa de Asturias cuando juró la Constitución".
Además de los nombres que enumera la experta, es fácil añadir a la lista otros más como el de las políticas estadounidenses Nancy Pelosi o Alexandria Ocasio-Cortez; y nacionales, como Cristina Cifuentes, a la que era muy habitual verla con esta propuesta.
Por otro lado, merece la pena destacar el gesto que tuvieron más de 80 congresistas en EEUU en febrero de 2019. El grupo decidió irrumpir en el Discurso del Estado de la Unión vestido de blanco, un bloque luminoso en medio de un ritual político solemne.
No fue casualidad, por supuesto: el Women’s Caucus recuperó así el color del movimiento sufragista, símbolo de pureza, igualdad y resistencia. Con ese gesto —simple, coordinado, imposible de ignorar por las cámaras— enlazaron su presencia con una genealogía de mujeres que empujaron antes las puertas del poder y que en ese momento repitieron la gesta ante Trump y sus políticas misóginas.
Los pequeños gestos
Cuando se da un evento de estas dimensiones, los grandes observadores se encuentran ojo avizor desde su inicio hasta su fin. Cada detalle cuenta y nada se puede pasar por alto: desde el protocolo hasta las miradas que se escapan o, por supuesto, la indumentaria de los protagonistas.
Carmen Martín Gaite en el centenario de su nacimiento: el amor como brújula vital y literaria de la escritora totalEn el caso de María Corina Machado, su mensaje comenzó con la aparición de su hija para recoger ese Nobel de la Paz que ha levantado tanta admiración como cuestionamiento.
Antes de que la opositora venezolana hiciera acto de presencia con su traje blanco, apareció en un balcón, saludando a la multitud apostada ante el mismo, para cantar con emoción el himno de su país. En este caso, lo hizo ataviada con un plumífero negro. Un estilismo que contrasta estéticamente con el mencionado traje pero muy alineado con todo lo que la activista pretende transmitir.
La venezolana saludando desde el citado espacio a su llegada a Noruega. EFE EFE
"En ese gesto hay cercanía. Ella llegaba de hacer un viaje y así, con naturalidad, fue la forma en la que se presentó. El hacerlo de otra manera habría resultado impostado. Además, si hubiera optado por otro color, habría sido extraño, habría chirriado muchísimo", comenta la doctora Helena López-Casares.
La neurocientífica, en su análisis pormenorizado de la rueda de prensa de María Corina Machado, se ha percatado también de otros movimientos que, sin duda, a pesar de que solo saltan a la vista para los más ávidos, son reseñables para darle forma a los mensajes que la venezolana pretende transmitir.
"Durante su discurso intentó mantener en muchas ocasiones las palmas de las manos hacia arriba, que indican franqueza y honestidad. Una especie de 'te lo entrego todo", detalla la experta. Esto último podría aludir a lo que está dispuesta a sacrificar la opositora por llevar la libertad a su pueblo.
La opositora, con las palmas hacia arriba, en su intervención ante los medios. Heiko Junge EFE
Por otro lado, como comenta López-Casares, también se dieron momentos en la comparecencia en los que juntó los pulgares con los índices, formando un círculo con los dedos. Este movimiento, indica la profesional de la Universidad Europea, hace referencia a la unión de Venezuela.
En Oslo, entre focos y frío, María Corina Machado entendió que un traje puede decir lo que a veces la voz no alcanza o, al menos, accesorizar a las palabras.
El blanco no sólo la envolvió: la declaró. Paz, transparencia, comienzo. Un lienzo limpio frente a un país que la ha querido borrar tantas veces.
Sus gestos —palmas abiertas, mirada firme, ese equilibrio entre rigor y cercanía— completaron el mensaje: aquí estoy, sin dobles fondos. En un escenario donde cada ángulo se multiplica, su imagen se volvió declaración de intenciones. Y quizá por eso, más que un estilismo, lo que presentó fue una promesa: la de no apartarse del camino.