En los últimos años, Instagram y TikTok se han convertido en el escaparate en el que muchas influencers presumen de vidas idílicas y una piel perfecta. Filtros, retoques y pieles imposibles se muestran como algo normal, y eso hace que cada vez más chicas sientan que necesitan corregir algo que, en realidad, está bien.

La estética puede ser una aliada, pero cuando la percepción se distorsiona, el problema va más allá de una arruga o un gesto. En una entrevista para Evolus, la doctora Marta Garay, especialista en medicina estética facial y corporal del Grupo Pedro Jaén, ha explicado por qué cada vez son más las jóvenes que recurren a los neuromoduladores y los riesgos que conlleva.