El centrocampista, fichado en verano, ya es ‘Pichichi’ en su grupo de División de Honor: 11 goles en 10 partidos.
- JOSÉ LUIS ALLEGUE
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La cantera del Alavés es una máquina de fabricar talentos y en Vitoria celebran estos días la aparición de su última gran joya: Mateo Albarracín (Madrid, 2007). El centrocampista, fichado en verano desde el Rayo Majadahonda, se ha convertido en una de las revelaciones de la División de Honor Juvenil gracias a sus 11 goles en 10 partidos y ya ha entrado en el radar de la selección sub19. En Mendizorroza aplauden el acierto del departamento de scouting y le ven “pronto” en escalones superiores.
El juego de Mateo es similar al de Bellingham: zancada, llegada desde segunda línea, capacidad de recuperación y un olfato innato ante la portería rival. Albarracín marcó 19 tantos el curso anterior y va camino de pulverizar sus mejores cifras. Y todo ello, recalcan mandos del fútbol base, jugando como volante y habiendo lanzado sólo un penalti. Su firma pone de relieve el buen trabajo del Alavés, especialista en los últimos años en adelantarse a los grandes y ‘cazar’ perlas ocultas en el mercado nacional.
Acierto de la dirección deportiva del Alavés
No en vano, en el Glorioso se recalca que Óscar Mesa, lateral izquierdo canario, terminó en el Real Madrid en 2022; que Ousmane Diallo, extremo ex de Las Palmas, recaló en el Dortmund en 2023; y que Iván López, delantero catalán, reforzó a la Juventus en 2024. A todos se les captó antes de que explotasen y con la finalidad de que dejasen un rédito económico en las arcas de la entidad. Por eso la labor de su cuerpo de ojeadores ya es ‘vox populi’ entre las principales canteras.
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Misma fórmula con Albarracín
Con Albarracín siguieron un proceso parecido. El interior había pasado por las canteras de Real Madrid (2014-2019) o Getafe (2019-2021), pero despuntó de verdad en Majadahonda a las órdenes de Alberto Bueno. En su eclosión hubo un factor clave: creció 12 centímetros en un año y pasó de tener un déficit en el físico a que ese sea ahora uno de sus puntos fuertes. El Alavés estuvo atento y lanzó sus redes sobre él antes de que los gigantes llegasen a tiempo.
Los resultados se evidencian ahora, con Mateo como líder del Juvenil A y al frente de la tabla de Pichichis del Grupo 2. Su promedio (1,1 goles por partido) supera por mucho al de su inmediato perseguidor (0,76) y al de futbolistas destacados de Athletic o Real, a pesar de haberse perdido los primeros cuatro encuentros por lesión. El pasado sábado marcó un hat-trick y la RFEF ya piensan en él como un futurible de la sub19. En Vitoria se frotan las manos con su perla.
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