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Amelia del Castillo, en un documental de Canal+ R. C. Muere Amelia del Castillo, pionera del fútbol femenino en EspañaPrimera mujer que presidió un club de fútbol en plena dictadura franquista, fue toda una revolucionaria que inició la batalla por la igualdad de derechos en el deporte rey
Madrid
Sábado, 27 de diciembre 2025, 20:27 | Actualizado 20:53h.
... valientes del desarrollo del futbol femenino en España durante los últimos años de la dictadura franquista, en un contexto especialmente adverso para la participación de las mujeres en el deporte. Pionera en el deporte, fue la primera en presidir un club de fútbol en este país y fundadora, entrenadora y delegada del Atlético de Pinto, al que alumbró en octubre de 1963.Su trabajo fue clave para que el fútbol femenino comenzase a articularse, pasando de encuentros aislados a proyectos de cierta continuidad. Gracias a su impagable labor, muchas mujeres pudieron entrenar, competir y viajar para disputar partidos, algo extraordinario para la época. Hizo una firme defensa pública de del derecho de las mujeres a practicar el deporte rey, enfrentándose a la propia Federación Española y a la censura mediática y social.
La propia dirigente madrileña, madre de la periodista Gema Santos, lo contó en varias entrevistas, como la que concedió a Marca en 2022. «Yo quise ser entrenadora, tener el título, pero la Federación Española de Fútbol no lo permitió. Solo me dejaban ir a clases teóricas y como un favor muy especial». «Cuando yo me sentaba en el banquillo fíjate lo que me llamaban, de todo. Unas me llamaban marimacho y otras fulanilla», añadió en una confesión que hoy causa vergüenza.
Aquellos eran tiempos en los que la FEF prohibía a las mujeres ser jugadoras, entrenadoras o árbitras, pero Amelia supo encontrar un vacío legal en la presidencia. «Era la única vía que no prohibían. Lo demás lo prohibían todo, pero de presidentas no había absolutamente nada escrito», explicó. Desde ahí sostuvo un club modesto del fútbol madrileño, desempeñando al mismo tiempo tres trabajos y luchando por su supervivencia económica.
La ayuda de Vicente Calderón
Emprendedora, con objeto de sacar adelante al equipo recurrió a rifas y llegó a escribir a Vicente Calderón, entonces presidente del Atlético de Madrid. «Se conoce que le caí bien. A partir de ahí fue el padrino del equipo», recordó Amelia en esa misma entrevista a Marca. «Gracias a ese apoyo, el club recibió equipaciones, balones, asistencia médica y ayuda para cerrar el campo, un requisito indispensable para competir».
Se ganó siempre el respeto de sus jugadores, pero la presión de las autoridades y de las instituciones le obligó a dimitir en 1973, tras recibir un ultimátum del alcalde de Pinto. «Luché hasta donde pude luchar», contó muchos años después. Aceptó su salida para evitar la desaparición del modesto equipo madrileño.
Como a tantos hombres y mujeres de la época, sucedió que el reconocimiento a tanto esfuerzo le llegó tarde. No fue hasta el año 2000 cuando fue nombrada presidenta de honor del Atlético Pinto y el estadio se bautizó con su nombre. «Fue un premio muy grande, la guinda del pastel. Fue como ganar la Champions», recordó desde entonces emocionada. Su figura trascendió fronteras y sorprendió en el extranjero, a partir de que la CBS de Nueva York llegó a viajar a España para entrevistarla, fascinada por una mujer dirigiendo a un equipo masculino en los años sesenta.
Amelia, toda una revolucionaria, nunca pudo olvidar la imagen que más quería, una foto sentada en el banquillo impartiendo instrucciones. «Muy pocas mujeres se han visto ahí. Entonces nunca, y ahora poco. No podía jugar con ellos, pero estaba participando de su alegría». A modo de enseñanza, Amelia del Castillo dejó una frase que siempre tendrá vida: «Cuando tienes una ilusión y luchas por ella, aunque te cueste esfuerzo, lo puedes conseguir entonces, ahora y en el futuro». Su legado no se mide por resultados deportivos sino por la transformación social que inició para abrir un camino de igualdad, visibilidad y derechos para las mujeres en el fútbol español.
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