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La actriz Oona Chaplin, fotografiada en el exterior de un céntrico hotel de Madrid, minutos antes de la entrevista. José Ramón Ladra Oona Chaplin: «Para dar vida a la villana me he inspirado en James Cameron»La actriz es la mala de la función en 'Avatar: fuego y ceniza', la tercera entrega de la franquicia alumbrada por el cineasta de 'Terminator' y llamada a reventar la taquilla desde este viernes
Madrid
Viernes, 19 de diciembre 2025, 00:24
... más interesante de esta tercera entrega, no tuvo más que mirar a su alrededor. «Me inspiré en James Cameron, pero no porque sea un villano, sino porque su palabra tiene mucho poder», explica divertida la actriz desde un centrico hotel de Madrid. Hija de Geraldine Chaplin y nieta del maestro del cine mudo, asegura que cuando el director de películas como 'Terminator' o 'Mentiras arriesgadas' toma una dirección, todo el mundo lo sigue. «La confianza que inspira en sus trabajadores es enorme y pensé eso tenía que estar en Varang», desarrolla esta actriz hispanosuizobritánica, que dio sus primeros pasos artísticos como bailarina antes de entrar a estudiar en la Gordonstoun School en Escocia con una beca en interpretación.La cinta llega este viernes a las salas de cine con una importante misión: dar un empujón a la maltrecha taquilla en un año bastante, sobre todo en lo que respecta a la cartelera española. No lo tendrá tan difícil. La cinta original, estrenada hace ahora dieciséis años, recaudó más de 2.900 millones de dólares en todo el mundo, convirtiéndose en la película más taquillera de la historia del cine. Hubo que esperar trece años para que James Cameron se decidiera a lanzar su secuela, 'Avatar: el sentido del agua', que recaudó más de 2.300 millones de dólares.
Arriba, Oona Chaplin, como Varang; debajo, Spider (Jack Champion), Lo'ak (Britain Dalton), Tuk (Trinity Bliss) y Kiri (Sigourney Weaver), y Zoe Saldaña como Neytiri.Precisamente, la tercera entrega de la franquicia arranca unas semanas después de los acontecimientos ocurridos en 'Avatar: el sentido del agua'. La familia Sully, encabezada por Jake (Sam Worthington) y Neytiri (Zoe Saldaña), sigue viviendo entre el clan Metkayina, en los pintorescos arrecifes de Pandora, pero está aprendiendo a adaptarse a la vida sin Neteyam (Jamie Flatters), que murió en una brutal escaramuza con la Gente del Cielo en la anterior película. Los dos, junto a Lo'ak (Britain Dalton), Tuk (Trinity Jo-Li Bliss), Spider (Jack Champion) y Kiri (Sigourney Weaver), pasan el duelo como pueden.
Pronto, sin embargo, se darán cuenta de que peligra la seguridad del joven Spider, que sigue aferrado a una máscara para poder respirar en Pandora. Tras presentarse a un pacífico clan nómada que viaja por los cielos, su jefe accederá a transportar a Spider de vuelta al Campamento Alto, la fortaleza de los Omatikaya, en un viaje en el que le acompañará toda la familia. Sin embargo, la aventura se verá interrumpida cuando sean atacados por el clan Mangkwan, también conocidos como el Pueblo de las Cenizas. Liderados por Varang, son Na'vi cuya cultura y forma de vida se vieron drásticamente alteradas tras la devastación de su hogar por un volcán. Por su parte, la Gente del Cielo se está reagrupando y planeando su próximo ataque.
Teatro pobre
Son los mimbres sobre los que se construye una película que repite, sin complejos, buena parte de la estructura de la anterior -el clímax final, de hecho, es casi calcado-, con alguna que otra idea interesante en torno a la relación entre Spider y el resto de la familia. Entre lo bello, lo sublime y lo hortera, se mueve un filme que pone toda la carne en el asador en su espectacular aspecto visual, con 3.382 tomas con efectos especiales y tecnologías que en pleno 2025 pueden verse como algo anacrónico, como el 3D o los 48 fotogramas por segundo, estos últimos necesarios para que la experiencia de las tres dimensiones sea más fluida en las secuencias de acción.
De su trabajo junto al director de 'Titanic' Chaplin no tiene más que buenas palabras. «Más que presión por entrar a formar parte de una de las franquicias más taquilleras de la historia del cine, lo que me dio es impresión, pero lo extraordinario es que cuando empecé a a ensayar todo eso desapareció. Era un ambiente tan de familia que no me lo podía creer». Habla Chaplin de la «concentración, disciplina y cariño» con las que el cineasta desempeña su trabajo y que hacen que el ambiente sea «extraordinario», pero también destaca el «lujo» de tener tanto tiempo para ensayar y trabajar cada secuencia. «A veces hablábamos de las escenas durante mucho más tiempo del que necesitábamos para rodarlas y eso en un set es casi imposible. Artística y personalmente he crecido muchísimo con esta película», revela una actriz que adora expresarse con el cuerpo.
De ahí que convertirse en Na'vi fuera para ella tan «divertido, rico y gustoso». Chaplin entrenó con arco y flechas, hizo parkour y también algo de artes marciales. «Ha sido una preparación inmensa», sostiene. ¿Y cómo es trabajar en platós enormes pero con pocas referencias de lo que a una le rodea? «Sabemos lo que hay alrededor porque James construye los sets virtuales y ves, de forma cruda y rudimentaria, más o menos lo que hay. Luego, en el set, tenemos como unos bloques de lego en grande, donde hacemos los diferentes niveles y las ramas, y si necesitas un objeto para una escena, también te lo dan. En realidad, es como hacer teatro pobre, pero lo que te da eso es una posibilidad muy linda de usar y ejercer tu imaginación y, como artista, ese es el gran regalo».
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