- Bruselas permitirá vender coches con motor de combustión más allá de 2035 con limitaciones
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Los modelos de combustión suponen más del 90% de las ventas de la firma española, mientras que casi dos tercios de la producción en España son de modelos diésel o gasolina.
El sector del automóvil venía reclamando desde hace tiempo un gesto por parte de la Comisión Europea (CE) para suavizar la prohibición de vender coches nuevos que emitieran CO2 desde 2035. Las llamadas han sido escuchadas y se podrán seguir vendiendo coches con motores de combustión más allá de 2035, pero con limitaciones.
Esta decisión, anunciada el pasado martes, afloja un poco la presión a la que están expuestos los fabricantes de automóviles a la hora de cumplir con la exigente normativa, ya que están todavía lejos de llegar a los objetivos exigidos, a causa de la baja demanda que están teniendo por ahora los modelos eléctricos.
Las ventas de eléctricos por debajo de lo esperado están afectando a la cuenta de resultados de las empresas y a su rentabilidad, ya que no están pudiendo amortizar, a través de las ventas, las milmillonarias inversiones que han sido necesarias para el desarrollo y comercialización de nuevos modelos sin emisiones.
En la actualidad, las compañías automovilísticas lo están pasando mal para ganar dinero vendiendo eléctricos, ya que tienen un precio superior a los de combustión y se venden con poco margen para hacerlos atractivos.
En este entorno, la decisión de Bruselas da aire a un sector del automóvil en Europa muy castigado, con un mercado con bajos volúmenes, un exceso de capacidad de producción instalada y la amenaza de las marcas chinas.
El paquete de medidas aprobado por la CE repercutirá de forma positiva, en general, a todas las marcas del sector, pero la enseña española Seat, propiedad del grupo Volkswagen, será una de las que más se beneficiará.
El grupo alemán está priorizando las inversiones en nuevas tecnologías y la introducción de la movilidad eléctrica en su marca Cupra, con la que obtiene una mayor rentabilidad, mientras que Seat ejerce un papel de escudero, con una gama de modelos de combustión, híbridos e híbridos enchufables, pero sin eléctricos.
"La primera apuesta para nuestras inversiones tiene que ser Cupra, aunque Seat siempre seguirá siendo la marca que complemente a Cupra", explicó el CEO de Seat-Cupra, Markus Haupt, en una reciente entrevista con EXPANSIÓN.
La idea de la compañía era seguir prolongando la oferta de motores de combustión en Seat para ir introduciendo las nuevas mecánicas más avanzadas y sostenibles en la gama de Cupra. Ahora, la extensión de los plazos de la CE da mayor margen temporal a Seat.
En 2024, el 85% de las ventas de Seat en España fue de modelos de gasolina, con un 6,4% de diésel y un 9% de híbridos (también enchufables). En lo que va de 2025, los gasolina representan el 85% de las entregas de Seat, con un 6,6% de diésel y un 7,4% de híbridos en conjunto.
Buena para España
Por otro lado, la suavización de las exigencias por parte de la CE también tiene un efecto positivo para la industria automovilística española, pese a las críticas a la medida de Pedro Sánchez, puesto que todavía no ha hecho su transformación completa a la movilidad eléctrica y ha sido históricamente un hub europeo de producción de automóviles diésel y gasolina pequeños.
A cierre del pasado noviembre, los modelos de gasolina eran los más populares en las plantas españolas, ya que representaron casi un 40% de del volumen total fabricado en España, mientras que los diésel fueron el 21,5%. Los híbridos siguen ganando peso y ya son la segunda tecnología más fabricada en las factorías nacionales, con un 27,2%. Sin embargo, los modelos eléctricos e híbridos enchufables todavía representan una pequeña parte, el 9,9%, sobre el conjunto de la producción, aunque están elevando su peso.
Las plantas españolas se están transformando a la producción de eléctricos, aunque todavía la mayor parte de sus volúmenes corresponde a modelos de combustión. Por ejemplo, las plantas de Barcelona y Pamplona de Volkswagen producirán cuatro nuevos eléctricos desde el año que viene.
Del 'made in Europe' al 'made in Spain'
Una de las medidas estrella de la CE para el automóvil es el impulso a la fabricación de coches eléctricos pequeños en Europa, para luchar contra los modelos baratos de las marcas chinas. Bruselas incentivará la producción de estos modelos en su territorio, lo que atraerá no solo a los fabricantes ya asentados en Europa, sino también a los grupos chinos que quieran esquivar los aranceles y beneficiarse de las ayudas. España podría salir muy bien parada, puesto que es la gran candidata a albergar una de las plantas que planean instalar en suelo europeo gigantes como BYD, SAIC Motor o GWM. Renault ya fabrica en Europa sus modelos eléctricos pequeños (R5, R4 y Twingo) y podría fabricar también eléctricos en España, mientras que VW lanzará el año que viene cuatro eléctricos pequeños 'made in Spain'.
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