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Homenaje a las víctimas del atentado en Sidney. AFP «Todo el mundo querría un hijo como el mío, es un buen chico», dice la madre de uno de los asesinos de AustraliaNaveed Akram, de 24 años, autor del atentado masivo junto con su padre, había sido investigado por radical, mientras crece el descontento contra el Gobierno por su inacción ante el creciente antisemitismo
Lunes, 15 de diciembre 2025, 14:32
... traumático si cabe por atacar a una comunidad en concreto, la judía, durante la celebración de una importante festividad, Janucá, en uno de los lugares más icónicos del país, la playa de Bondi en Sídney.Las pesquisas ofrecen asimismo más información sobre la pareja de perpetradores, un padre y un hijo, Sajid y Naveed Akram, de 50 y 24 años, ambos musulmanes. La policía abatió al padre, mientras que el hijo fue hospitalizado y permanece en estado crítico pero estable, aunque medios locales apuntan que su vida no corre peligro.
Sajid, frutero, y Naveed, albañil desempleado hace dos meses, dijeron a su familia que iban a pasar un fin de semana de pesca. La madre de la familia Akram, Verena, que habló por última vez con su hijo en la mañana del domingo, ha sido incapaz de reconocerle en las imágenes difundidas en medios y redes sociales. «Mi hijo no tiene armas de fuego, ni siquiera sale, no se junta con amigos. No bebe, no fuma, no va a malos sitios. Todo el mundo querría tener un hijo como el mío, es un buen chico», comentaba en declaraciones recogidas por el diario 'The Sydney Morning Herald' a la puerta de su residencia en el barrio de Bonnyrigg y entre un intenso despliegue policial.
Ampliar Los participantes en la fiesta huyen de la playa de Bondi. AFPLas fuerzas de seguridad han registrado la casa, donde también viven una hermana de 22 años y un hermano de 20. Allí han confiscado seis armas de fuego, registradas a nombre del padre, y habrían realizado dos arrestos sin confirmar. También han inspeccionado su alojamiento temporal en busca de más pruebas, tras localizar un coche bomba instalado en Campbell Parade, la concurrida avenida que circula en paralelo a la playa.
Investigado por radical
El país nativo de Sajid no ha trascendido, pero se cree que sería originario de Pakistán. De acuerdo a los datos facilitados por el ministro del Interior, Tony Burke, llegó a Australia en 1998 con un visado de estudiante y desde 2001 residía de manera permanente. Ese mismo año nació Naveed, ciudadano australiano de pleno derecho.
Algunas grabaciones muestran cómo Naveed, tras posicionarse en lo alto de una plataforma, habría hecho un gesto a los viandantes a sus espaldas para que abandonaran el lugar, evidencia de su propósito de atacar específicamente a la comunidad judía y, por tanto, de la motivación religiosa del atentado.
Materiales disponibles en internet indican que Naveed fue alumno del Instituto Al-Murad, un centro de estudios árabes y coránicos en el barrio de Heckenberg que habría influido en su radicalización. El joven, de hecho, constaba desde 2019 en los archivos de la Organización Australiana de Inteligencia de Seguridad, según reconoció anoche su director general, Mike Burgess. La investigación, sin embargo, determinó que este no suponía una «perspectiva de amenaza inminente», ya que la valoración de riesgo estaba basada en su círculo social más que en su personalidad.
Héroe musulmán
Ahmed Al Ahmed representa el reverso del sangriento extremismo islámico. Este hombre de 43 años, también musulmán, emigrado desde Siria hace una década, dueño de un estanco y padre de dos hijas de seis y cinco años se ha convertido en un héroe por haber forcejeado con Sajid hasta lograr desarmarle.
«Me dijo que iba a morir, que visitara su familia y les dijera que caí salvando vidas», dijo justo antes de intervenir, según ha señalado su primo Jozay Alkanj, con quien había salido a pasear esa tarde. Al Ahmed recibió dos disparos de bala en el hombro, de los que se recupera en el hospital. «Pude verlo anoche y estaba de buen humor», ha comentado su padre esta mañana. «Me ha dicho que da las gracias a Dios por haber podido hacer eso, ayudar a inocentes y salvar a personas de esos monstruos, esos asesinos».
Ampliar Ahmed Al Ahmed se recupera en el hospital.La acción de Al Ahmed ha suscitado elogios en todo el mundo, incluso del propio Donald Trump. «En Australia, como probablemente han leído, hay una persona muy, muy valiente que fue y atacó de frente a uno de los tiradores», alababa el presidente estadounidense. «Salvó muchas vidas, una persona muy valiente que en este momento está en el hospital gravemente herida. Tengo un gran respeto por el hombre que hizo eso».
Una campaña digital para captar fondos ya ha recibido donaciones por valor de 730.000 dólares (622.000 euros), incluyendo una aportación de 99.000 dólares (84.000 euros) del magnate estadounidense de origen judío Bill Ackman.
Antisemitismo creciente
El atentado también ha generado una oleada de indignación contra el Gobierno ante su indolencia en lo que se refiere al antisemitismo creciente. Australia ha registrado una veintena de ataques contra la comunidad judía desde el comienzo de la crisis en Gaza, incluyendo la quema de varias sinagogas y una guardería en Sidney el pasado mes de enero.
«Tengo que decir que he estado conteniendo el aliento, temiendo que algo así pudiera suceder pese a la cantidad de advertencias», ha denunciado Jillian Segal en declaraciones a la radio pública ABC. Segal, comisionada como enviada especial para combatir el antisemitismo en el país, presentó el pasado mes de julio un informe sobre la cuestión ante el Ejecutivo federal.
«El antisemitismo ha ido filtrándose en la sociedad durante muchos años, y no nos hemos pronunciado con la suficiente firmeza en su contra. El mensaje no ha sido suficiente, y la educación tampoco ha sido suficiente para que la gente entienda qué es y cómo destruye a la comunidad», continuaba. «El Gobierno tiene que tomar medidas porque en este momento la comunidad se siente aterrorizada». Las fuerzas de seguridad, de momento, han desplegado efectivos para custodiar sinagogas y escuelas judías.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, ha visitado este lunes la playa de Bondi. El lugar ha amanecido repleto de objetos personales de las víctimas tras la estampida de ayer, y también de ofrendas florales de ciudadanos que han acudido a presentar sus respetos.
Albanese no ha respondido a las críticas a su labor, vertidas por personalidades como el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, y en su lugar ha llamado a la unidad nacional. «Lo que vimos ayer fue un acto de pura maldad, un acto de antisemitismo, un acto de terrorismo en nuestro propio país, en un lugar australiano icónico, la playa de Bondi, que está asociado con la alegría, con familias reuniéndose, con celebraciones», ha incidido. Su Ejecutivo ha avanzado también sus planes de endurecer la ley de tenencia de armas, para eliminar las licencias de por vida como la que poseía Sajid Akram.
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