Ampliar
Un petrolero iraní se abastece en la refinería venezolana de El Palito en esta imagen de archivo. AFP Trump pone el petróleo venezolano en la diana: así funciona el negocio que mantiene a MaduroLas incautaciones de petroleros atentan contra la principal exportación del país y dañan a socios como China o Cuba
Zigor Aldama
Domingo, 28 de diciembre 2025, 00:34
... Exportadores de Petróleo (OPEP). Es una cantidad similar a la suma del volumen que atesora Arabia Saudí y Estados Unidos, y se concentra sobre todo en la faja petrolífera del Orinoco, descubierta en 1936.Noticias relacionadas
Trump anuncia la confiscación de un petrolero de Venezuela y Maduro dice que hay que «partirle los dientes» a EE UU
La Guardia Costera de EE UU se incauta de otro petrolero con crudo venezolano
El asedio a un tercer petrolero pone en jaque a la industria del crudo en Venezuela
Además, el petróleo venezolano resulta especialmente difícil de producir y de transportar por sus particularidades, entre las que destaca el carácter extrapesado de gran parte del crudo. En algunos casos es incluso más denso que el agua, lo cual dificulta su extracción. Y a esto se suman sus elevadas concentraciones de azufre que obligan a la hidrodesulfuración y complican el refinado. Por si fuese poco, su gran viscosidad hace prácticamente imposible la distribución a través de oleoductos.
En palabras de la Escuela en Gestión de Energía y Petróleo, todo esto «plantea retos técnicos y económicos. No obstante, la magnitud de sus reservas convierte al país en un actor estratégico para la seguridad energética mundial». Y el oro negro es vital para la supervivencia del Gobierno de Caracas, que exporta en torno a la mitad de su producción. Según datos del CEIC, después de tocar fondo en 2022 con la venta de 438.000 barriles diarios, Venezuela ha logrado incrementar ese volumen hasta los 655.000 del año pasado. Curiosamente, Chevron es la única petrolera que dispone de una licencia especial que le permite vender en torno a 200.000 barriles diarios de la nación caribeña a Estados Unidos.
Imágenes de los petroleros abordados e incautados por EE UU. AFP/ReutersNo obstante, ahora se cierne una nueva amenaza sobre la principal fuente de divisas –más de 4.000 millones de dólares en 2023– del régimen: las incautaciones de los petroleros que transportan el crudo venezolano hasta sus compradores. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ya ha ordenado el abordaje de tres buques, suficiente para espantar a las navieras que operaban en el país latinoamericano.
Es una estrategia que Washington promete mantener. Y Trump no tiene reparo en señalar qué pretende hacer con el hidrocarburo decomisado: «Nos lo vamos a quedar. Quizá lo vendamos, quizá lo utilicemos en las reservas estratégicas. Nos quedaremos los barcos también», avanzó el pasado lunes, al justificar estas operaciones asegurando que Caracas utiliza el crudo para financiar el narcotráfico, algo que el Gobierno venezolano niega, tachando las incautaciones de «piratería».
«Nos lo vamos a quedar. Quizá lo vendamos, quizá lo utilicemos en las reservas estratégicas. Nos quedaremos los barcos también»
Donald Trump
El Partido Comunista de Venezuela va más allá y considera las intervenciones de los barcos «un acto de guerra». En una nota de prensa publicada el martes, la formación denuncia que Trump está desarrollando «un cerco militar destinado a la asfixia total de la economía nacional, con el fin de forzar una capitulación» que permita al imperialismo apropiarse de los recursos del país. De lo que no hay duda es de que el inquilino de la Casa Blanca tiene como objetivo derrocar a Maduro. «Quizá lo logre. Pero depende de lo que él quiera hacer. Creo que sería inteligente por su parte marcharse. Veremos qué hará», sentenció el mandatario republicano.
De lo que no hay duda es de que el inquilino de la Casa Blanca tiene como objetivo derrocar a Maduro. «Quizá lo logre. Pero depende de lo que él quiera hacer. Creo que sería inteligente por su parte marcharse. Veremos qué hará», sentenció el mandatario republicano. «No solo estamos interceptando estos barcos, sino que también estamos enviando un mensaje a todo el mundo de que la actividad ilegal en la que participa Maduro no puede continuar, él debe irse y que defenderemos a nuestro pueblo», añadió la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem.
80% de las exportaciones de petróleo
de Venezuela tiene como destino China, que también ha adquirido parte del combustible destinado a Cuba.
De cualquier manera, la ofensiva contra el petróleo chavista afecta también a otros países. A sus clientes. El principal es China. El gigante asiático adquiere algo más de 740.000 barriles diarios, equivalente al 80% de las exportaciones de crudo de Venezuela. No obstante, a Pekín, que se beneficia también de los hidrocarburos a precio de ganga que llegan de Rusia, no le cuesta encontrar alternativas. Pero hay otros Estados que se ven mucho más apurados.
Tiembla Cuba
Es el caso de Cuba. Ya sufre una grave y prolongada crisis energética que se traduce en restricciones al suministro eléctrico y grandes apagones generalizados. Ahora, con las operaciones de Estados Unidos contra la flota en la sombra que mueve el petróleo venezolano, la situación puede empeorar aún más. No en vano, el primer buque incautado, el 'Skipper' –acusado de pertenecer a «una red ilícita de transporte que apoya a organizaciones terroristas extranjeras» como la Guardia Revolucionaria iraní o Hezbolá– partió del país caribeño con casi dos millones de barriles destinados a la isla comunista. Es uno de los muchos intercambios de crudo de Venezuela –en torno al 40% de las importaciones energéticas de La Habana– a cambio de médicos, instructores e incluso personal de seguridad cubanos.
Sin embargo, un análisis pormenorizado de los datos y conversaciones mantenidas por 'The New York Times' con altos cargos venezolanos han revelado que la mayor parte del carburante destinado a Cuba, y vendido a precios subvencionados, ha ido a parar realmente a China. La factura que la segunda potencia mundial abonaba por él luego se transfería a la isla caribeña para que pudiese adquirir bienes básicos.
Ahora, este sistema está en la cuerda floja. Los buques cubanos ya no se atreven a recalar en puertos de Venezuela y están anclados en terminales de la isla o en sus aguas territoriales. Barcos que suministran en torno al 70% de su combustible están sancionados, por lo que la crisis venezolana es cada día más también una crisis cubana. Para Trump es ideal: mata dos pájaros de un tiro.
Límite de sesiones alcanzadas
El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a las vez.
Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Sesión cerrada
Al iniciar sesión desde un dispositivo distinto, por seguridad, se cerró la última sesión en este.
Para continuar disfrutando de su suscripción digital, inicie sesión en este dispositivo.
Iniciar sesión Más información¿Tienes una suscripción? Inicia sesión