Mazda presentó en 1991 el prototipo de un pequeño vehículo que podía guardarse en una maleta
La maleta se transformaba en segundos para convertirse en una suerte de pequeño kart
Alberto de la Torre
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Editor - Xataka Movilidad Linkedin2570 publicaciones de Alberto de la TorreDecía hace solo unos días Pere Navarro, director de la DGT, que "el único modo de acceder a las ciudades será en transporte público". Son palabras que buena parte de los medios han utilizado para adelantar supuestas prohibiciones de las que nada se ha dicho realmente. Pero sí reflejan otra batalla: la batalla por el espacio.
Desde hace años, las ciudades europeas han plantado batalla a los coches y están redistribuyendo el espacio. Las grandes peatonalizaciones como las de Barcelona, las ZBE obligatorias en España o la apuesta por la bicicleta en París son buenos ejemplos. Pero es un movimiento que se viene gestando desde hace décadas. ¿Qué paso con el Scalextric de Atocha? ¿Sabías que Amsterdam fue un día parte del paraíso cochista?
Esos mismos debates ya los tenían en Japón hace más de 30 años. Y es que cuando uno vive en poblaciones hipermasificadas y con densidades poblacionales altísimas tener o no coche ya no es una cuestión de poder adquisitivo, es una cuestión de cómo puede impactar eso en nuestro propio entorno. Esas preguntas de cuántos coches debía haber en una ciudad y qué implicaciones tiene es lo que llevó a Japón a implantar el Shako Shomeisho, la normativa que impide comprar un coche si no tienes una plaza de aparcamiento asegurada. Al menos en las ciudades más concurridas.
En Xataka“Quería enfadar un poco”: ese es el único motivo sensato para embutir un motor diésel a un Mazda RX-7. Y ya hay quien lo ha probadoEn ese mismo contexto nacieron los kei car, coches especialmente estrechos y pequeños con una normativa específica para no estar sometidos a los impuestos y a ese Shako Shomeisho que limita la compra de vehículos. El concepto se quiere repetir en Europa aunque si ha triunfado en Japón es porque es profundamente racional, algo que no siempre casa bien con la idea europea del automóvil.
Y como en Japón triunfa lo radicalmente racional y van décadas por delante en lo que a gestión del espacio se refiere, ya en los años 80 y 90 se preguntaban qué soluciones de movilidad podían llegar en el futuro para desplazarnos en un vehículo motorizado ocupando el menor espacio posible.
Con esas, Mazda se sacó un as debajo de la manga.
Uno en formato maleta.
El Mazda Suitcase Car o el "coche-maleta"
Acababa de empezar la década de los años 90 y en Mazda querían buscar soluciones originales de movilidad. Jugando al típico juego de futurología que se hace en los centros de diseño, la compañía nipona abrió un concurso interno para recibir propuestas de un vehículo rompedor.
Es muy probable que los ejecutivos que recibieron a Yoshimi Kanemoto ya se esperaban que el diseñador que lideró el proyecto del Mazda Suitcase Car llegara con la propuesta dentro de una maleta. Imaginamos, eso sí, que no de la manera que esperaban.
En XatakaMazda quiere que el coche eléctrico deportivo del futuro no sea eléctrico. Su solución es un viejo conocido: el motor rotativoPorque esa maleta no escondía bocetos, juegos de diseño o estudios de viabilidad. Lo que escondía era el propio vehículo que le habían pedido. De la mano de Kanemoto, un grupo de ingenieros dieron vida al Mazda Suitcase Car, un pequeño vehículo de tres ruedas que se movía gracias a un motor de dos tiempos. ¿El chasis? La propia maleta, por supuesto.
Y es que es en la misma maleta donde se guarda el humilde aparataje del vehículo en la que se sienta el... ¿conductor? O piloto, más bien. En este vídeo puedes ver cómo cuenta con el espacio justo para guardar el motor, el depósito y las tres ruedas. Una vez montado, es tan sencillo como subirse y echar a rodar manejando esta suerte de kart de tres ruedas con un manillar donde se incluye una empuñadura para dar gas, como en una moto.
El prototipo, evidentemente, no llegó a producción pero sí era una muestra de hasta dónde podía llegar la tecnología para miniaturizar los componentes necesarios para hacer rodar un vehículo.
Explican en la propia compañía que el prototipo nació como una idea para anticipar cómo serían los vehículos en el año 2020. para su diseñador japonés, nos moveríamos en una maleeta Samsonite de 57x75 cm en el que se escondería un pequeño kart con capacidad para alcanzar 30 km/h. No es poca cosa.
La idea, con todo, se presentó fuera de Japón. En 1992, Associated Press fotografió a uno de los directivos de la compañía subido en el aparato en mitad de Times Square, en los días previos a un Salón delAutomóvil de Nueva York.
En XatakaMazda vuelve a lo Mazda: su nuevo CX-5 llega con un motor de los que ya nadie hace y una pequeña traición en su interiorEvidentemente, la propuesta no llegó a ningún lado pero habría que preguntarle a Kanemoto qué piensa de aquellos que se cruzan hoy en día medio mundo para subirse a un kart, vestirse de Mario Bross y pasear entre el tráfico de Tokio como si vivieran una carrera del Mario Kart.
Fotos | Mazda
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