El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha despedido este miércoles el año 2025 ansiando "decir adiós a algo más profundo: a toda una época de la política española que ha conducido a nuestra nación a una degradación acelerada, constante, casi programada". Bajo esa premisa, y mirando a un lado y a otro al pronunciar sus críticas, el líder de la formación más a la derecha del abanico político se ha presentado como la "oposición al bipartidismo del consenso" y ha reclamado apoyo para iniciar una "reforma profunda": "Las viejas fórmulas de los partidos corruptos ya se han agotado".
Al Gobierno, Abascal lo ha acusado de cometer "acciones mafiosas contra el pueblo", de "contaminar" las instituciones y de causar a los ciudadanos a "fechorías, abusos y miserias". Pero, como suele ser habitual, ha extendido sus reproches a la bancada opuesta, criticando que socialistas y populares hayan sacado adelante distintas medidas a lo largo de la historia mediante acuerdos. "Han compartido, votación tras votación, ley tras ley, la política del desastre, la economía de la ruina, el egoísmo separatista, y la agenda globalista", ha sostenido el líder de Vox, para quien PSOE y PP son también "responsables de haber convertido la política en un barrizal de mentiras, de taifas, miseria moral y luchas de poder absurdas".
No se ha dirigido directamente Abascal a Alberto Núñez Feijóo, tras un año en que las relaciones entre ambos partidos han escalado en tensión, pero que el popular quiso cerrar tendiendo la mano a futuros pactos. Sin embargo, y con el ciclo electoral autonómico ya iniciado, el líder de Vox sí ha hecho mención a los barones del PP que alcanzaron la Presidencia con el apoyo de su partido: "No puedo estar satisfecho. No se han producido los cambios que esas regiones necesitan", ha lanzado.
"Por eso tuvimos que abandonar los gobiernos. Y, por eso, desde la oposición al bipartidismo del consenso, hemos pedido a los españoles más fuerza en las urnas". Es la única referencia que ha hecho Abascal en su discurso de fin de año al contexto político que se vive en las comunidades donde el PP depende de Vox para gobernar. Se ha reafirmado así en la estrategia iniciada en julio de 2024, cuando rompieron los ejecutivos de coalición, y lo ha hecho consciente de que, ante el nuevo ciclo electoral ya iniciado en Extremadura, será clave saber si Vox mantiene esa postura y decide permanecer fuera del mando.
Perfilándose como esa "oposición" al "bipartidismo", Abascal ha reclamado "una reforma profunda, una desregulación radical y una recuperación de las libertades básicas", y ha llamado a iniciar un "debate abierto y sin censuras sobre las nuevas realidades que afectan no solo a nuestro país, sino al mundo entero". Ha hecho un guiño así a sus "socios" internacionales, que cierran 2025 habiendo multiplicado su apoyo en sus respectivas naciones -el último, el chileno José Antonio Kast-. "Otras naciones amigas y hermanas ya han iniciado un nuevo rumbo", ha valorado Abascal, consciente de que el respaldo a Vox en España está aún lejos de las cifras que registran partidos homólogos, de la derecha más conservadora o ultra, en otros países.
"Unidad de todos los que aman a España"
Asumiendo un tono más reposado de lo habitual, el líder de Vox ha abogado por "recuperar el sentido común y el debate político serio y profundo": "Si lo hacemos con honradez y con decencia llegaremos a conclusiones y acuerdos beneficiosos para todos", ha llegado a sostener. Pero, eso sí, el llamamiento a la "unidad" de "todos los que aman a España" que ha pronunciado Abascal iba dirigido solo a aquellos que "mantengan una voluntad firme: que nuestra patria permanezca fiel a sí misma".
En este sentido, el líder de Vox ha cerrado 2025 cargando contra la "invasión" migratoria, enarbolando su habitual discurso y que este año, por momentos, ha logrado situar en el centro del debate político. "Esta invasión no solo amenaza la seguridad, la sanidad o la vivienda", ha proclamado Abascal, para quien la llegada "masiva" de personas de fuera "amenaza nuestra identidad, menospreciada mientras crece y se expande una ideología totalitaria disfrazada de religión: el islamismo".
El líder de Vox ha ahondado en esta tesis identitaria, que este 2025 le ha despertado críticas desde el resto del abanico político -acusado de racismo-, pero en la que Abascal se ha reafirmado una y otra vez. Así, el presidente de Vox, al cierre de este año, ha defendido que España "ha dado nombre a medio mundo". "Y no vamos a permitir ahora que borren el nuestro".