De la Memoria Histórica al aniversario de la monarquía: 2025, el año en el que Casa Real miró al futuro sin olvidar el pasado

La Familia Real cierra 2025 como un año de cambios. Los miembros en activo de la Casa han afrontado 455 actividades institucionales, y 245 audiencias. Don Felipe ha visitado todas las comunidades autónomas y un año más no ha pisado ni Ceuta, ni Melilla. Y el Rey ha continuado alejado del ruido político para mantenerse como «símbolo de unidad y permanencia», dando un lugar común de encuentro a los españoles en torno a la institución.

El 2025 empezó con polémica. El Gobierno organizó un acto para presentar las actividades de los 50 años de España en libertad, una cita a la que invitaron a Don Felipe, que se ausentó porque tenía que recibir cartas credenciales de embajadores acreditados en España. La polémica copó titulares hasta el punto de que Zarzuela tuvo que enviar un comunicado para explicar que existía «sintonía total» entre Don Felipe y Pedro Sánchez. Pese a este mensaje, los plantones del presidente y de ministros a actos del Monarca se repitieron a lo largo del año. De hecho, fue cada vez más habitual que el Ejecutivo enviara a secretarios de Estado en lugar de titulares de cartera.

Los Reyes comenzaron el año en Cádiz, despidiendo a la princesa de Asturias, que se embarcó en el Juan Sebastián de Elcano como guardiamarina de primero. El crucero de instrucción de Leonor la convirtió en protagonista semanal, en cada escala que realizaba. Su exposición en su segundo año de formación castrense, que terminó el pasado 16 de julio, contrastó con la privacidad con la que desempeña desde septiembre su último curso de formación en la Academia General del Aire, en San Javier (Murcia). Hasta la semana pasada, cuando la joven consiguió superar las pruebas para realizar 'la suelta' y pilotar en solitario, no se había distribuido ninguna imagen de su paso por San Javier a excepción de su ingreso en la Academia.

Leonor fue otra de las grandes protagonistas del año a la vuelta del verano, cuando tomó posesión del título de Princesa de Viana con un viaje de dos días a la comunidad foral de Navarra. Un viaje en el que conoció los parajes más icónicos de la comarca. Ese paso al frente se consolidó durante los premios Princesa de Asturias, donde llevó el peso de los discursos con una alocución en la que habló de los problemas de los jóvenes.

La Infanta Doña Sofía también tuvo su cota de protagonismo creciente. La joven alcanzó la mayoría de edad en abril, terminó en mayo sus estudios en el UWC Atlantic College de Gales y comenzó un grado en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en el Forward College en Lisboa.

Y si la Princesa representa la continuidad y el futuro, Don Felipe y Doña Letizia celebraron los 50 años de monarquía parlamentaria rindiendo homenaje a hechos históricos del pasado que han llevado hasta aquí. Los Reyes viajaron a Auschwitz y a Mauthausen. Su imagen, encabezando una delegación entre banderas republicanas, y su deseo de recordar «a los miles de españoles republicanos que lucharon contra el nazismo y por la libertad» ayudó a muchos familiares de republicanos asesinados en campos de concentración a cerrar una herida. Don Felipe culminó ese compromiso con la memoria histórica en febrero en El Campello (Alicante), donde asistió a la ceremonia de inhumación de Rafael Altamira, jurista de «raigambre republicana» que murió exiliado en 1955.

Rey de todos los españoles, 2025 fue también el año del apoyo a las víctimas de la dana. Felipe VI apareció por sorpresa en las fallas de Torrent y, en los premios Jaime I, reconoció: «La vida aquí no será igual por mucho que se reconstruya y recupere», convirtiéndose en símbolo de unidad durante el funeral por el primer aniversario de la tragedia. «La Reina y yo queremos que lo sepáis: estamos ahora y siempre con vosotros».

Su apoyo a las víctimas de tragedias le llevó asimismo, junto a Doña Letizia, a recorrer los pueblos de la España quemada. Y a no olvidar pequeñas localidades de España. Visitaron Brañosera para celebrar los 1.200 años del fuero, reconocido como el primer municipio de España. Pero también estuvieron con los vecinos de Guadalupe y Don Felipe visitó Móstoles y Hospitalet, segunda ciudad de Cataluña, por su centenario hace apenas unos días.

De la pedagogía en el interior, Don Felipe dio el salto a la proyección internacional. Este 2025 se celebraron los 40 años de la firma de adhesión a la Comunidad Económica Europea, con un acto en el salón de columnas del Palacio Real. Para reforzar la imagen de Don Felipe como un rey europeísta, 2025 ha sido el año de las alocuciones en favor de laUE. El 9 de mayo entregó el premio europeo Carlos V a Josep Borrell. Destacó entonces que «los padres fundadores de la UE fueron unos líderes visionarios que creyeron en un proyecto de paz basado en los derechos humanos».

Cinco días después, durante la ceremonia de investidura como doctor honoris causa en Derecho por la Universidad de Coimbra, habló de los tres vínculos entre los países europeos del sur: España, Portugal e Italia. «La Unión es una casa construida a partir del consenso y de la solidaridad. Sus pilares son sólidos porque no están hechos para excluir o separar», recordó.

Ursula von der Leyen pidió que fuera él quien le entregara el premio internacional Carlomagno de Aquisgrán. Allí, Don Felipe animó a confrontar las voces que dicen que Europa será más libre si las naciones trabajaran por separado: «Europa solo será poderosa si permanece unida». Por último, el 11 de junio interpeló a los jóvenes: «No deben dar Europa por asentada ni como algo irreversible». Días después, en el Colegio Europeo de Brujas, afirmó: «Ha llegado la hora de los ciudadanos europeos. Es hora de comprender que la Unión no es solo una comunidad de derechos y libertades, sino también de compromisos y deberes».

Su proyección internacional se reforzó con dos viajes de Estado: Egipto —principal mediador en el conflicto entre Israel y Palestina— y China. Además, los Reyes encabezaron la delegación española en el funeral por el Papa Francisco y en la ceremonia de presentación de León XIV.

Para culminar la celebración del décimo aniversario de su proclamación, Felipe VI entregó sus primeros títulos nobiliarios y conmemoró las cinco décadas de la Monarquía con un acto en el Palacio Real al que no invitaron a Juan Carlos I, que se convirtió en el tramo final del año en el principal problema de la Casa Real. El padre del Rey publicó sus memorias en Francia a principios de noviembre y un mes después en España. Lo acompañó de una intensa promoción con entrevistas en medios galos y la publicación de un vídeo en España que no sentó bien en Zarzuela. En él, pedía que los jóvenes apoyaran a Felipe VI. Zarzuela calificó el vídeo de «inoportuno e innecesario».

Don Felipe cerró el año en el acto más importante de 2025, el 21 de noviembre, con la imposición del Toisón de Oro a la Reina Sofía, Felipe González, Miguel Herrero y Miquel Roca. Una mirada al pasado para proyectar hacia el futuro de la que se hizo eco también el miércoles en el discurso de Navidad. Su última aparición, salvo sorpresa, antes del 6 de enero, cuando los Reyes presidan la Pascua Militar y comiencen los actos institucionales de 2026.