De aspirar a reinar en Europa a jugar contra el calendario, los despachos y su propia identidad
PSG Femenino: de una gran ilusión a la mayor decepción del fútbol francésEFE- LEIRE REGUERO
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- Champions League femenina. El PSG de Olga se borra de la Champions de manera prematura
París vendió un proyecto galáctico. Inversión, nombres, ambición y un discurso de grandeza permanente. Pero la realidad ha sido implacable: el PSG femenino se ha estrellado. Y no solo en el césped. Un error administrativo impropio de un club de élite ha terminado de dinamitar una temporada que ya venía torcida y que ahora amenaza con dejar al conjunto parisino fuera de Europa el próximo curso.
A la eliminación prematura en la Champions League y a un rendimiento muy por debajo de lo esperado se suma ahora un castigo histórico de los despachos: nueve puntos menos por una irregularidad en la licencia de Florianne Jourde. Un error impropio de un club de élite que puede dejar al PSG fuera de Europa la próxima temporada y que amenaza con dinamitar definitivamente un proyecto que ya caminaba sobre el alambre.
Y por si el incendio no fuera suficiente, el PSG podría perder a Sakina Karchaoui, la auténtica brújula del equipo y, a día de hoy, la única futbolista capaz de darle sentido al juego parisino. Su posible salida rumbo a Estados Unidos en este mercado invernal sería un golpe casi definitivo: se iría la jugadora que equilibra, que ordena y que entiende cuándo acelerar y cuándo pausar. Sin Karchaoui, el PSG no solo perdería talento, perdería criterio, justo lo que más ha echado en falta durante toda la temporada.
Nueve puntos al limbo por un fallo de despacho
La Federación Francesa de Fútbol ha castigado al PSG con la pérdida de tres partidos y nueve puntos por una irregularidad en la licencia de Florianne Jourde, atacante franco-canadiense de 21 años, tal y como informa L´Équip. El club no adjuntó en su momento el Certificado de Transferencia Internacional, necesario por su participación previa en el fútbol amateur canadiense. El resultado ha sido demoledor: tres triunfos logrados sobre el campo se transforman en derrotas administrativas.
Florianne Jjourde posando en el momento de su fichajeEl golpe es histórico y casi surrealista. La jugadora estaba inscrita, contaba con licencia válida y el propio organismo federativo había dado el visto bueno. Aun así, el PSG ha sido sancionado con dureza extrema. El club ya ha anunciado que apelará, denunciando una medida “totalmente desproporcionada” y una injusticia que castiga al equipo sin que haya existido beneficio deportivo alguno.
De aspirante al título...a la quinta plaza
El castigo tiene consecuencias inmediatas. El PSG cae hasta la quinta posición de la liga francesa, fuera de los puestos nobles y con un calendario que no da tregua. Lo que hace meses parecía una pelea directa con el Lyon se ha convertido en una lucha por no perder el tren europeo.
Y el problema no acaba ahí. En Champions League, el balance ha sido decepcionante: sin victorias en la fase de grupos, superado por rivales directos y lejos del nivel que exige la élite continental. El “superproyecto” ha quedado en evidencia tanto fuera como dentro del campo.
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Porque este PSG no se ha caído solo por los papeles. Tácticamente, el equipo nunca ha terminado de reconocerse a sí mismo. Ha alternado sistemas sin consolidar ninguno, cambiando dibujos y roles sin continuidad. El resultado: un conjunto partido, con demasiados metros entre líneas y una circulación lenta que ha facilitado el trabajo a sus rivales.
El centro del campo no ha conseguido gobernar los partidos. Falta conexión con la delantera, sobran conducciones y se abusa del talento individual cuando el contexto pide orden. En Europa, equipos como Wolfsburgo o Real Madrid han castigado con dureza esa falta de equilibrio, explotando las transiciones y atacando una defensa expuesta y mal protegida.
Sin balón, el PSG quiere presionar, pero presiona mal. Llega tarde, desordenado, y eso le obliga a correr hacia atrás con frecuencia. Con balón, domina sin profundidad. Un contrasentido para un equipo construido para mandar.
Un proyecto sin red ni rumbo
Ahora, con la sanción encima de la mesa y el vestuario golpeado, el panorama es aún más oscuro. El PSG femenino corre el riesgo de perder Europa, prestigio y credibilidad en una misma temporada. Demasiado para un club que aspiraba a marcar una época.
El “super-PSG” se ha quedado sin red. Y lo más preocupante es que, a día de hoy, tampoco parece tener un plan claro para volver a levantarse.
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