"Para ponerte chulo tienes que tener el control de las cosas", dejó dicho a modo de aviso a navegantes el ex ministro en su entrevista con EL MUNDO
El entonces precandidato a la secretaría general del PSOE, Pedro Sánchez, acompañado por José Luis Ábalos, en una rueda de prensa celebrada en junio de 2014 en Valencia.JOSÉ CUELLARJuanma Lamet MadridMadridActualizado Martes, 2 diciembre 2025 - 22:38- Gobierno Sánchez dice ahora que Ábalos "era un gran desconocido" para él "desde el punto de vista personal"
- Exclusiva Víctor Ábalos: "Sánchez le dio la orden directa a mi padre de ir a ver a Delcy a Barajas y desde entonces cayó en desgracia"
José Luis Ábalos, antes conocido como «Jose» y ahora como «ese señor del que usted me habla», tiene un mensaje para Pedro Sánchez. Asegura que es «muy temerario» pasar al ataque contra él, ya que «se complica todo mucho». Es algo que el ex ministro ya previó en declaraciones a EL MUNDO antes de entrar en la cárcel, y que adquiere una relevancia enorme después de que el presidente dijera ayer que no acepta «chantajes» y que el ex ministro «era un gran desconocido» para él «desde el punto de vista personal».
Una frase, esta última, ciertamente chocante, porque no se compadece con los whatsapps que le enviaba, ni con el testimonio de Víctor Ábalos sobre como él y Begoña Gómez se quedaban a dormir en su piso en Valencia, ni con el relato del resto del núcleo duro que aupó al líder socialista a La Moncloa. Todo el mundo en el PSOE sabe que la relación de ambos era de una profundidad innegable, que traspasaba de lo profesional a la esfera humana. El propio ex ministro aseguró a este diario que su relación con el líder del PSOE era muy «estrecha» y «diaria», con un vínculo fuerte en lo personal. «Había una imbricación tremenda entre el presidente y yo. Lo absurdo es relativizar eso», apuntó.
Como botón de muestra, baste recordar el whatsapp que reveló este diario. El 30 de julio de 2023, Sánchez escribió a Ábalos a las 21.29 horas admitiendo que sentía nostalgia de sus años de colaboración en el Gobierno. «La verdad es que he echado de menos muchas veces trabajar contigo», le confesó. «Siempre he valorado mucho tu criterio político. También tu amistad. En fin. Te mando un abrazo».
Mensajes intercambiados por Sánchez y Ábalos.E. M.«También tu amistad». Y eso que la relación personal no fue lo que llevó a Ábalos a volcarse con Sánchez en las primarias. «El que estuvo ahí sin ser amigo de antes fui yo. Y luego estuve en todos los cargos», relató a este diario. Lo explica así José Félix Tezanos, presidente del CIS y miembro la guardia pretoriana de Sánchez en las primarias, en su libro Pedro Sánchez. Había partido: de las primarias a La Moncloa: «José Luis Ábalos, aunque no había estado en sus primeros equipos o no había estado de manera explícita, se acabaría convirtiendo en una de las piezas fundamentales de éstos. Lo cierto es que Pedro había contactado con Ábalos cuando entró a formar parte del Parlamento, sin llegar a tener una relación especialmente intensa» antes de eso.
Sin embargo, enseguida ambos se convirtieron en uña y carne: «Cuando Sánchez presentó su dimisión como secretario general y como diputado, José Luis Ábalos se convirtió inmediatamente en uno de sus principales apoyos (...) siendo también, posiblemente, una de las personas que ejercieron más influencia para convencerlo de que presentara nuevamente su candidatura", añade Tezanos en un libro que contiene en sus páginas centrales diversas fotos de Sánchez con Ábalos, e incluso con las esposas de ambos.
Pero ahora ya no hay amistad pasada que valga. El Gobierno ha decidido ir al choque contra el ex ministro, y éste, que ha delegado la parte periodística de su defensa en su hijo mayor, toma nota de todo lo que le informan. Antes de ingresar en el módulo 13 de Soto del Real, Ábalos lanzó una advertencia en declaraciones a este medio, cuando los ministros ya hablaban del «chantaje» al que los estaría sometiendo: «Que hablen de chantaje implica que hay algo con lo que poder chantajear. Sólo chantajea quien puede hacerlo. 'No aceptamos chantajes', dicen, y eso me parece muy temerario». «Se complica todo mucho», añadió.
«Para ponerte chulo tienes que tener el control de las cosas», dejó dicho a modo de aviso a navegantes. ¿Por qué? Porque «Koldo puede desencadenarlo todo». Y no sólo él: Ábalos ha dejado documentos que, si bien no harían caer al Gobierno por sí mismos, sí pueden erosionar la imagen de Sánchez.
La gota que colmó el vaso fue la entrevista que concedió Ábalos a este diario justo antes de entrar en prisión, en la que señalaba la participación de Begoña Gómez en las presiones para el rescate de Air Europa: «Investigar a Air Europa sería abrir el melón, ahí podemos llegar a Begoña. Podemos llegar bien llegados». Y añadió que el CEO de la compañía, Javier Hidalgo, «claro que habló con ella» para que presionara a su marido.
Desde entonces, Sánchez ya no contemporiza más con su ex mano derecha. «Hemos sido claros. Todo lo que se está diciendo por parte de Ábalos es mentira», aseguró ayer en sendas entrevistas en RAC1 y TVE. «Ni el Gobierno ni el PSOE van a aceptar chantajes ni amenazas». Eso sí, aunque cree que miente, el Gobierno no se plantea querellarse contra Ábalos. «A partir de ahora es el momento de los tribunales y es ahí donde se deben dirimir estas cuestiones», despejó el presidente.
Preguntado por el hecho de que él, en su momento, pidiera a Mariano Rajoy la dimisión por su responsabilidad en el nombramiento de Luis Bárcenas, Sánchez se zafó así: «He asumido esas responsabilidades no diciendo 'Luis, sé fuerte' -en alusión al SMS que Rajoy le mandó a Bárcenas cuando ya se sabía que guardaba millones en Suiza-, apartando a las personas y colaborando con la Justicia». Minutos después, Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP, cogió el rebote ofensivo: «Decir que no conoce a Ábalos o Cerdán es como si yo digo que no sé quién es Tellado. Acabará queriéndonos convencer de que no conoce ni a su mujer ni a su hermano».
Mientras fuera todo se calienta, en prisión «hace mucho frío», como ha advertido Ábalos en X, gestionada ahora por partidarios y nutrida por lo que él mismo les cuenta a sus familiares. El ex ministro está leyendo apartados del Código Civil, un libro que le pidió a su ex pareja Andrea, pero su abogado, Carlos Bautista, recomienda mejor leer El conde de Montecristo, de Alejandro Dumas, que describe la revancha de Edmundo Dantés frente a quienes lo encarcelaron. Es la madre de todas las venganzas literarias. «Sólo chantajea quien puede».