El supervisor mejora en tres décimas su previsión de crecimiento del PIB español para 2025, del 2,6% proyectado en septiembre al 2,9%, motivado por el incremento del consumo privado y las exportaciones, si bien advierten una moderación en la inversión productiva y en vivienda para el cuarto trimestre del año. Según las mismas previsiones, la economía española avanzará un 2,2% en 2026 y un 1,9% en 2027.
El Banco de España ha presentado este martes su informe de proyecciones macroeconómicas, el último del año, en el que eleva tres décimas su previsión de crecimiento del PIB para 2025, que pasa del 2,6% proyectado en septiembre al 2,9% en diciembre, después de los datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que fijan en el 0,6% el avance de la economía española en el tercer trimestre del año.
La previsión se sitúa en la línea de las realizadas por diferentes instituciones internacionales -cuya distribución es denominada 'Consensus'-, que en los últimos meses han venido mejorando las perspectivas de crecimiento para la economía española, después de demostrar esta una buena resistencia a la guerra arancelaria y un fuerte impulso del consumo privado.
El supervisor atribuye esta revisión al alza a la reducción de la incertidumbre comercial tras los acuerdos arancelarios firmados por Estados Unidos con el resto de potencias mundiales, entre las que se encuentra la Unión Europea. Este hecho, sumado a la buena marcha del empleo, el consumo -que ha superado todas las previsiones- y la confianza, sugieren un avance del PIB de hasta el 0,7% en el cuarto trimestre del año, "si bien la incertidumbre respecto a esta estimación se mantiene elevada".
Durante la presentación, a cargo del nuevo director general de Economía del Banco de España, David López Salido, se destacó el crecimiento de la financiación del crecimiento de los hogares, "apoyada en el avance del crédito al consumo", mientras que la financiación empresarial se recuperó levemente de la desaceleración experimentada desde julio.
Todo ello configura un entorno de crecimiento del PIB para los próximos años más optimista que el proyectado hace tres meses, aunque se advierte de la "desaceleración gradual hacia tasas más próximas al crecimiento potencial de la economía española": hasta el 2,9% para este año; hasta el 2,2% en 2026, cuatro décimas por encima de las previsiones de septiembre; y un 1,9% para 2027, dos décimas más que entonces.
Para el periodo 2025-2027, el supervisor apunta a que la expansión del PIB "descansaría en la demanda interna, si bien su ritmo de avance se espera que se desacelere" debido a la reducción de la tasa de ahorro de los hogares.
En línea con estos augurios, y en el conjunto de la eurozona, las previsiones para el cuarto trimestre se mantienen estables, con un crecimiento proyectado del 1,4% en 2025, del 1,2% en 2026 (frente al 1% proyectado en septiembre) y del 1,4% en 2027, una décima por encima del cálculo de septiembre.
La inflación crecerá por encima de los esperado hace tres meses
Respecto a la inflación, el Banco de España proyecta un crecimiento de los precios del 2,7% este año, dos décimas más de lo apuntado en septiembre. Las revisiones respecto a dicho mes se completarían con un alza del 2,1% en 2026, cuatro décimas más; y una caída de medio punto para 2027, cuando los precios subirían un 1,9% en su escenario actual.
La inflación subyacente (sin energía ni alimentos), por su parte, cerraría el año en el 2,6%, mientras que los precios se elevarían un 2,5% en 2026 y un 2,1% en 2027.
La crisis de vivienda, cuestión central en los próximos dos años
Atendiendo a uno de los grandes problemas de la economía española, la crisis de oferta en el mercado residencial que ha elevado los precios hasta superar máximos históricos durante el presente ejercicio, López Salido explica que se trata de uno de los principales riesgos para cumplir con las previsiones de crecimiento para la economía española.
Sin embargo, potenciar el dinamismo del mercado inmobiliario y la construcción mediante "mayor inversión en vivienda supondría un aumento gradual de los visados, y también un aumento gradual del PIB acorde con el calendario de ejecución de las inversiones", explica el director general de Economía del Banco de España. Por tanto, la situación del mercado residencial se posiciona como uno de los principales riesgos para la economía española, pero también una de sus oportunidades de crecimiento para los próximos años.
Las exportaciones mejoran las previsiones
Una de las causas de la revisión alcista de las revisiones del Banco de España es la resistencia mostrada por las exportaciones en un contexto global de guerra arancelaria, después de que las ventas exteriores crecieran un 3,3% en octubre y alcanzaran un nuevo máximo histórico en el cómputo de los primeros diez meses del año, según los datos publicados ayer por la Secretaría de Estado de Comercio.
"Estos cambios", apuntan desde la institución que dirige José Luis Escrivá, "se trasladan a un mayor crecimiento proyectado de los mercados de exportación en 2026, hasta el 2,2% —tres décimas más de lo previsto hace tres meses—. En 2027, el ritmo de crecimiento de los mercados de exportación repuntaría hasta el 2,8%, la misma tasa que la proyectada en septiembre", afirman.
No obstante, López Salido ha destacado el retroceso de las exportaciones de bienes registrado en el tercer trimestre, "algo que contrasta con las exportaciones de servicios no turísticos, que han mostrado mucho mayor dinamismo" y son el verdadero motor de la resistencia de las ventas exteriores. Por ello, el Banco de España revisa en tres décimas a la baja su predicción de exportación de bienes y servicios para 2026, cuando crecerían un 2%; y mantiene lo proyectado para 2027, cuando las ventas exteriores crecerían un 2,8%.
Estancamiento del empleo
En el lado opuesto, uno de los ajustes en tono optimista realizados por el Banco de España tienen que ver con el empleo. La tasa de paro subirá este año una décima respecto a lo proyectado en septiembre, hasta el 10,6% de la población activa.
No obstante, y según las mismas previsiones, la tasa de desempleo bajaría al 10% el año que viene y saldría del doble dígito en 2027, cuando terminaría el año -y la legislatura- en un 9,6%.
Las alzas salariales a los funcionarios condicionan el déficit de las administraciones públicas
Por último, respecto a las cuentas de las administraciones públicas, el Banco de España revisa al alza el déficit previsto hace tres meses, algo que desde la institución atribuyen "a los aumentos pactados recientemente en las retribuciones salariales del sector público", del 11% para el periodo de 2025 a 2028 tras una intensa negociación entre el Gobierno y los sindicatos de los funcionarios.
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