El conseller de Educación, en funciones, José Antonio Rovira ha sido el primer cargo político del Gobierno de Carlos Mazón en dar respuesta al relato que Salomé Pradas hizo en su primera entrevista sobre todo lo ocurrido el 29 de octubre de 2024, cuando la riada provocada por la dana arrasó buena parte de la provincia de Valencia.
Rovira, hombre de máxima confianza del ex presidente de la Generalitat, ha asegurado ante la comisión de investigación del Congreso de los Diputados que no recuerda a la ex consellera informando al Consell -reunido aquella mañana- de que estuvieran haciendo rescates en la comarca de la Ribera, ni supo después que se había convocado un Cecopi. En lo que incidió es en la "falsa tranquilidad" que transmitió el Gobierno, a través de su delegada, Pilar Bernabé, razón por la cual él se desplazó a Alicante a las 13 horas, "por cuestiones personales y familiares". "Fue una decisión errónea, pero si el Gobierno hubiera informado, no me habría ido a Alicante", aseguró ante las acusaciones de los diputados ponentes de "mentir".
El conseller aseguró que le constaba que Salomé Pradas trasladara en la reunión del Consell que ya había una situación de "mucha lluvia" en la Ribera Alta e incluso rescates de personas, pero sí recuerda que la situación era de alerta roja, "como ocurre muchas veces por desgracia en nuestra comunidad". Eso no llevó a Rovira a suspender la actividad en su conselleria y a ponerse en contacto con los ayuntamientos, porque insistió en que no tiene competencias ni en la apertura ni en el cierre de los colegios en caso de emergencia.
También explicó que no le llegó el correo que envió la Universitat de València informando de que se suspendía la actividad docente por la alerta roja y, preguntado sobre si hizo algún tipo de acción en positivo para avisar a los docentes y las personas que dependen de su Conselleria de la situación, respondió que no lo hizo. De hecho, el director de un centro de Cheste fue uno de los 229 fallecidos. Le preguntaron al conseller si había tenido contacto con sus familiares, o si les había pedido perdón, pero en su respuesta miró al Gobierno. "Lo ha hecho la Generalitat, lo ha hecho este conseller cuando ha comparecido en las Cortes y estamos esperando que lo haga el Gobierno de España", sentenció.
El conseller justificó su actuación aquel día en que la información de la que disponían era "escasa" y en que le trasladaron en todo momento "una falsa tranquilidad" por parte de la delegada del Gobierno, a quien señaló de ser la persona "de máxima responsabilidad para tener toda la información", algo que le afeó el diputado de Bildu, recordándole que el mando único y la dirección de la emergencia la ejercía la Generalitat a través de Salomé Pradas.
Rovira negó conocer que se hubiera convocado un Cecopi y justificó su marcha a Alicante en unas declaraciones de Bernabé. "A las 18 horas terminaba la tormenta y que además se iría al interior y hacia Cuenca. Me fui con la falsa tranquilidad que trasmitía que el presidente de la Confederación estuviera en unas jornadas en la Universidad Politécnica ese día", agregó. No tardaron los grupos que rebatir sus argumentos, pero el conseller insistió en que había "una falsa tranquilidad de que era un día normal" y que se marchó a Alicante porque tenía agenda de "cuestiones personales y familiares". "Yo me marché a Alicante a la misma hora que la directora general de Protección Civil, el Ministerio, se cogió un vuelo a Sudamérica. Si el Gobierno hubiera informado, no me habría ido a Alicante", remarcó.
Rovira no quiso entrar a valorar, a preguntas de la diputada de Compromís, Àgueda Micó, sobre el envío del Es-Alert a las 20.11 horas, pero volvió a intentar poner el foco en el Gobierno de España. "Si hubiera avisado de lo que podía pasar en el barranco del Poyo todo hubiera sido distinto", reiteró.