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Las pensiones crecerán de media un 3,44% en el próximo año, contando el 2,7% de las contributivas, además de las mínimas y no contributivas entre un 7% y 11,4%. El coste total de la revalorización ascenderá a 7.300 millones. Los nuevos jubilados perciben pensiones un 15% mayores que los que se dan de baja del sistema.
La factura anual de las pensiones mantiene una senda creciente que ha experimentado un impulso especialmente notable desde que el Gobierno retomó la senda de las revalorizaciones anuales en función de la inflación. Con la nómina de diciembre, las catorce pagas de las 10,4 millones de prestaciones contributivas que perciben en este momento 9,4 millones de beneficiarios ascendió en el conjunto de 2025 a los 190.000 millones de euros, lo que supone un incremento del 6,2% respecto al pasado año. La cifra es un 62% mayor que hace una década, cuando las catorce pagas sumaron un total de 115.185 millones, y supone un 50% más que en 2018 justo antes de que se retomase la senda de revalorizaciones con el IPC.
Pero la decisión de vincular la actualización de las prestaciones al coste de la vida no es el único catalizador para el engrosamiento del desembolso. También el hecho de que los pensionistas que entran al sistema perciban cuantías sustancialmente mayores que aquellos que causan baja provoca un deslizamiento al alza del coste. Es esta la razón por la que en 2025 el incremento porcentual del gasto, del 6,2%, sea más del doble de la subida que se estableció para el año, del 2,8%.
Lo mismo se prevé que ocurra en el próximo ejercicio. A partir del 1 de enero las prestaciones contributivas se incrementarán en un 2,7%, mientras que los expertos del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) estima que la factura crecerá en un 5,8%, es decir, nuevamente más del doble.
Según los datos publicados ayer por el Ministerio de Seguridad Social, los nuevos pensionistas entraron al sistema con prestaciones medias de jubilación, contando todos los regímenes, de 1.594 euros al mes -en noviembre, la estadística de altas se publica con un mes de decalaje-. En comparación con la media de jubilaciones de todo el sistema en vigor (1.512 euros), las nuevas altas son un 5,4% mayores. Para las jubilaciones del régimen general, que es la prestación más numerosa del sistema, que perciben 4,96 millones de beneficiarios (el 47,5% del total), las altas de noviembre ascienden a 1.700 euros al mes. Esta cifra es un 1,8% más alta que las pensión media de jubilación del régimen general ya en vigor (1.670 euros al mes); un 12,4% más elevada que la pensión media de jubilación teniendo en cuenta todos los regímenes (1.512 euros); y un 29% más alta que al media del sistema contando todos los regímenes y los tipos de pensión, que se sitúa en los 1.317 euros.
Efecto sustitución
Sin embargo, el impacto del efecto de sustitución entre las pensiones que causan baja y las nuevas altas del sistema es el que realmente provoca un incremento adicional del gasto. Por ejemplo, las últimos datos de las cuantías de las bajas del sistema, del mes de octubre, arrojan que las pensiones medias de jubilación procedentes del régimen general que se dejaron de pagar ascendían a 1.500 euros. Mientras que las altas homólogas se situaron en 1.725 euros, lo que supone que estas son un 15% más altas.
En total, la subida de las pensiones, el incremento del número de beneficiarios -en 2025 se han pagado 153.379 pensiones más y se han incorporado al sistema 134.519 nuevos beneficiarios- y el mencionado efecto de sustitución hace que el gasto total en pensiones ascienda en el presente ejercicio hasta los 217.400 millones de euros, teniendo en cuenta además de las prestaciones contributivas, las mínimas y no contributivas.
Esta senda se mantendrá constante en los próximos años a medida que el compromiso de mantenimiento del poder adquisitivo de los pensionistas vaya incrementando los compromisos de pago de la Seguridad Social.
Más presión en 2026
En este sentido, la subida del 2,7% de las pensiones contributivas más la de las mínimas y no contributivas entre un 7% y 11,4% hará que el coste de la revalorización ascienda a 7.311 millones de euros, según los cálculos del Ivie. Tal y como señalan los expertos, la envergadura de la subida de las pensiones no contributivas y mínimas hace que, junto a las contributivas, la subida sea del 3,44% de media.
Cabe recordar que la subida del 2,7% también afecta a los beneficiarios de las Clases Pasivas del Estado, los funcionarios de carrera. Estos son 735.663 beneficiarios, y cuentan con una prestación media de 2.332 euros mensuales.
El resto del incremento de los desembolsos previsto para el próximo procede del efecto de sustitución: la diferencia entre las cuantías de las nuevas pensiones y las bajas. Según los expertos esto añadirá otros 5.299 millones de euros a la factura. Por lo que se prevé que el gasto aumente en 12.610 millones de euros, hasta rozar los 230.000 millones en el conjunto del año.
Esta financiación total de las pensiones de la Seguridad Social de año próximo será un 64% más alta que la de hace una década. Y, según las estimaciones de la Airef se espera que continúe la senda ascendente hasta situarse el desembolso en 16,1 puntos porcentuales del PIB en 2050, lo que equivaldría en valor actual a unos 250.000 millones de euros.
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