El Gobierno ya exhibe sin tapujos su voluntad de «seguir aprobando» medidas sin necesidad de pasar por el Congreso. «Veréis la cantidad de cosas que vamos a hacer que no necesitan convalidación», expresan fuentes del Gobierno, que se resisten a dar la legislatura por terminada aun siendo conscientes de su debilidad parlamentaria. Pese a la ruptura de Junts, pese a la distancia de Podemos y pese a las dudas de los socios sobre la posibilidad de llegar a 2027, el Ejecutivo se atrinchera en Moncloa y asegura que seguirá gobernando sin presupuestos y «con la conciencia tranquila».
Las fuentes del Gobierno consultadas explican la hoja de ruta para los próximos meses: «Las cosas que interesen a la mayoría seguirán aprobándose» aunque se encuentren en minoría parlamentaria. ¿Cómo lo harán? El País adelantó ayer que Pedro Sánchez ha pedido a sus ministros un listado de tres o cuatro medidas de carácter social «ambiciosas» y «disruptivas» cuya convalidación no dependa de las Cortes. En una entrevista en la Ser, la nueva portavoz del Gobierno y ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, confirmó ayer este plan asegurando que «hay mucho que se puede hacer» sin necesidad de aprobar leyes en el Congreso.
«Se pueden hacer muchas cosas sin tener que tener el rango legislativo, respetando escrupulosamente la pirámide normativa de nuestro Estado de Derecho», aseguró Saiz, abogando por que el Gobierno apruebe iniciativas mediante reglamentos para que no tengan que seguir el recorrido parlamentario.
Esta misma idea la repiten las fuentes gubernamentales consultadas, que destacan que «el Ejecutivo gobierna en el Consejo de Ministros» y que «toma medidas todos los martes que se traducen en mejoras» para «la vida de la gente».
El Gobierno lleva tiempo apuntalando esta estrategia. Al parecer, Sánchez habría trasladado el mensaje a sus ministros en noviembre. El pasado martes, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el titular de Transportes, Óscar Puente, ya avanzó que su departamento había llevado a este enclave «asuntos a aprobación por importe de 3.008 millones de euros», sin presupuestos o con presupuestos prorrogados» y que no tuvieron que ser votados por el Congreso.
La idea del Gobierno es tirar para adelante e ir viendo qué pasa. «La actividad legislativa puede ser más o menos intensa dependiendo de si hay correlación en el Parlamento», argumentan fuentes gubernamentales. En todo caso, los ministros repiten uno tras otro que la legislatura actual «llegará a 2027». Así lo dijo ayer Ángel Víctor Torres, titular de Política Territorial y Memoria Democrática, y este mensaje fue replicado hasta por la propia presidenta del Congreso, Francina Armengol, que puso como ejemplo que el PP «no tiene presupuestos» en Baleares y no por ello tienen intención de adelantar los comicios.
Mientras tanto, y de cara a resistir un ciclo con tres campañas electorales (Aragón, Castilla y León y Andalucía), el Gobierno seguirá apelando al miedo a la derecha y a la ultraderecha y presentándose como un «dique» frente a Vox. Ángel Víctor Torres, en este sentido, aseguró ayer que a Alberto Núñez Feijóo «sólo le falta la barba para parecerse cada vez a Abascal» y consideró que el discurso de balance de año del líder del PP «raya en el racismo y en la xenofobia» por vincular la inmigración con la seguridad ciudadana.
También el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ironizó en X con que el resumen del año de Feijóo pasarán a la historia del «catastrofismo apocalíptico». «Le ha faltado recomendar que nos hagamos refugios nucleares. La realidad: España es la mejor economía desarrollada del mundo y seguimos reforzando nuestro Estado del bienestar», subrayó.
Diana Morant, ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, pidió la dimisión de Feijóo por «mentir» sobre la dana, mientras que, por otro lado, el secretario general de Bildu, Arnaldo Otegi, consideró que el «cordón sanitario» a la formación independentista anunciado por el dirigente popular a la hora de contar con apoyos en unas eventuales elecciones es algo que «habla bien» de la coalición soberanista.