La crisis interna que ha provocado en el PSOE el goteo de denucias de posibles casos de acoso sexual protagonizados por cargos del partido ha sumido a la formación en un estado de "abatimiento". La formación está en "shock". "Lo que estamos viviendo es un antes y un después", ha resumido Rebeca Torró, secretaria de Organización, en su primera comparecencia ante los medios desde que asumió el cargo en julio. Ferraz intenta reconducir a rebufo una crisis que trata de acotar a un fallo en el protocolo. El caso Salazar, el ex alto cargo de Moncloa acusado por trabajadoras del complejo presidencial, se salda con la imputación de una "falta muy grave", pero el partido no irá a la Fiscalía, dejando en manos de las víctimas esta decisión.
Torró, que ha sido cuestionada internamente por la gestión del caso e, incluso, señalada por su posible afinidad con Salazar, ha negado que ni ella ni nadie de la dirección haya intentado tapar o cortocircuitar la investigación interna. "Ni yo ni nadie de esta organización ha tratado de encubrir o tapar ningún caso", ha sostenido la secretaria de Organización, que asumió el cargo después de la entrada en prisión de Santos Cerdán y el mismo día que se conocieron las denuncias por acoso sexual contra Salazar.
El partido da verosimilitud y credibilidad al testimonio de las víctimas pero deja en manos de estas la decisión de ir a Fiscalía. Federaciones como la de Asturias exigían poner en manos de este organismo ya las denuncias, frente al criterio de Ferraz. Adriana Lastra, ex número dos del PSOE, lo exigió públicamente. Otras federaciones también lo pidieron en la reunión telemática de responsables de igualdad celebrada telemáticamente la semana pasada en Ferraz.
Argumentan desde el partido que hay mujeres que no quieren dar ese paso y deben respetar esa decisión. En este sentido, Torró ha expresado que el partido ofrece a las víctimas asistencia psicológica y asesoramiento jurídico en caso de que den ese paso. Y eso que el protocolo contra el acoso del PSOE recoge que "en los supuestos de denuncia procedente, cuando los hechos aparentemente pudieran revestir el carácter de delito conforme al código penal serán traslados al Ministerio Fiscal, si no hubieran sido ya denunciados ante este o los Juzgados penales, para que este valore, en su caso, la pertinente querella".
Explican fuentes socialistas que su estipulación de "falta muy grave" no tiene una correlación con el Código Penal, sino que simplemente se trata de la sanción prevista en los Estatutos de la formación y una actitud contraria al Código Ético y de Conducta de la formación. Entonces, ¿qué supone esto para Francisco Salazar, quien fuera persona de confianza de Sánchez y nexo entre Moncloa y Ferraz? Pues simplemente que toda vez que ahora mismo no es militante, que no podrá darse de alta com tal sin que lo permita el partido. Nada más.
Respecto a Javier Izquierdo, también miembro de la dirección como Salazar, que renunció este jueves de sus cargos y del acta como senador, Torró ha insistido que el partido no tiene conocimiento de ninguna denuncia contra él, pese a las informaciones periodísticas y las fuentes socialistas que enmarcan su marcha debido a esta circunstancia. "El PSOE no ha recibido ninguna denuncia. Renuncia atribuyendo a unos motivos personales. Luego hemos visto lo que apuntan los medios. Podría haber sido más claro", ha lamentado Torró. Ante la desconfianza hacia Izquierdo, Ferraz ha decidido abrirle un expediente informativo de oficio, a la espera del cual decidirá si le suspende o no de militancia.
En todo caso, y pese a la gravedad de la crisis y el estado de "shock" en el que está sumido el partido, Ferraz trata de acotar el escándalo a una deficiencia en el protocolo, falta de recursos y a una cuestión de calendario. De hecho, ése es el único error que asumen: el haber estado cinco meses sin contactar con las víctimas que denunciaron a Salazar, desde julio a diciembre, cuando eldiario.es destapó esa incomunicación. "Reconocemos abiertamente que se ha fallado en la comunicación con ellas y se ha generado dudas en el procedimiento que nunca debió ser así", ha apuntado Torró.
Pedro Sánchez, en conversación informal con los periodistas el Día de la Constitución en el Congreso, ya apuntó hacia la falta de Recursos Humanos como una de las causas de los problemas. Ahora, lo que han decidido es reforzar el Órgano contra el Acoso "con más apoyo jurídico especializado". Además, el partido va a poner en marcha campañas informativas y de sensibilización para "sensibilizar" con la necesiad de hacer uso del protocolo contra el acoso. Un texto que van a consultar con gabinetes jurídicos especializados para que les indiquen qué deben mejorar y cómo.