El PP quiere que el Gobierno reforme el currículo de la ESO (12-16 años) para «incluir un estudio sistemático y profundo» de la Constitución Española, la UE y los estatutos de autonomía de las comunidades autónomas con el fin de combatir «derivas» del «populismo totalitario».
Lo establece en una proposición no de ley, a la que ha tenido acceso EL MUNDO, que se debatirá en la Comisión de Educación del Congreso de los Diputados el próximo día 18.
El texto insta a incluir más contenidos constitucionales en una materia que cursen todos los alumnos de la ESO. Ahora se dan muy por encima dentro de las asignaturas de Geografía e Historia y Valores Cívicos y Éticos, pero el PP quiere que se refuerce de forma obligatoria. En Murcia hay una optativa para 3º de la ESO que se llama Constitución Española y UE.
Los profesores se quejan de que "los alumnos pueden salir de la enseñanza obligatoria sin haber estudiado nada de lo que pasó tras la muerte de Franco" porque el currículo actual es muy extenso: en la ESO se estudia Historia universal y desde la Prehistoria. Como la Constitución de 1978 se da a final de curso en 4º de la ESO, muchas veces no se llega.
"Respeto a la neutralidad"
Los populares ya han reclamado alguna vez una materia propia de Constitución Española en Primaria y Secundaria, pero ahora se conforman con que haya contenidos en la ESO que se aborden «de forma rigurosa, con pleno respeto al principio de neutralidad de los poderes públicos».
También plantea que los colegios celebren actividades relacionadas con la Carta Magna en fechas próximas a su aniversario.
La iniciativa apela a la «baja confianza generalizada hacia las instituciones y la propia democracia», que es percibida «como ineficaz». Reforzar los contenidos permitiría a los jóvenes «valorar nuestro sistema democrático» y las «señas de identidad» del Estado, según el PP, que insiste en que el conocimiento sea «apartado de interpretaciones partidistas».
Se trataría de incrementar el temario sobre «la evolución democrática en nuestro país, sus historia constitucional, la comprensión y conocimiento de la Constitución Española de 1978 como norma suprema de nuestro ordenamiento jurídico actual», así como de las instituciones de la UE, pues considera «de primera importancia» trabajar «en el sentimiento europeísta entre nuestros jóvenes» y «afianzar la identificación con el proyecto europeo».
También demanda más estudio de los estatutos de autonomía y «de los símbolos de cada región, sus instituciones de gobierno y sus competencias y recursos donde se definen las instituciones autonómicas».