Saturday, 06 de December de 2025
Política

El PSOE llama "deleznable" a Ábalos por romper un 'pacto de no agresión'

El PSOE llama "deleznable" a Ábalos por romper un 'pacto de no agresión'
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En el Gobierno esperan algún dardo más del ex número dos de Sánchez y dan por hecho que señala a Begoña Gómez porque sabe que es uno de los temas que más mella hace en el presidente Leer

La caja siempre estuvo ahí. Estaba cerrada, pero se observaban los destellos. Los rayos, truenos dentro... La tormenta se revolvía, pero estaba contenida en la caja. El PSOE y José Luis Ábalos tenían la llave para poder abrirla, pero no lo hacían. Distintas fuentes socialistas consultadas explican que no había nada escrito ni firmado, pero que, de facto, se había establecido una suerte de fair play, de pacto de no agresión entre las dos partes. Todo cambió esta semana. El ex ministro de Transportes y ex mano derecha de Pedro Sánchez abrió la caja de Pandora, señalando al presidente del Gobierno y, sobre todo, a su esposa, a la que implicó en el rescate de Air Europa en entrevista en este diario. El Gobierno decidió girar e ir al choque. Se acabó la bandera blanca, espadas en alto. «Territorio inexplorado» para los socialistas.

El miércoles por la mañana, un día antes de saber si entraba en prisión, Ábalos quiso confirmar en sus redes sociales la presencia de Sánchez en un reunión con Otegi en 2018, circunstancia que niegan en La Moncloa y que el propio presidente del Gobierno dijo que era «mentira», preguntando expresamente por ello. «Sólo puedo decir lo que me contaron fuentes presenciales, y es que esa entrevista existió», escribió el ex ministro. El dardo sorprendió en el Ejecutivo. «¿Qué pasa con José Luis?», se preguntaron. No querían dar crédito al hecho de que quien fuera el hombre todopoderoso del PSOE «entre en guerra» con el partido. «No creo que vaya por esos derroteros», confiaba un destacado miembro del Ejecutivo. «No es su estilo». No le veían en el plan Aldama, lanzando sospechas. A pesar del «daño» que Ábalos ha causado al partido, no todos los socialistas lo habían condenado al «ostracismo» completo, admiten varios, pensando que aún en el fondo era de los suyos.

El jueves, el juez Leopoldo Puente decreta prisión sin fianza para Ábalos y Koldo García ante el riesgo «extremo» de fuga. El ex ministro, en una entrevista con este diario horas antes de afrontar la vistilla en el Tribunal Supremo, pone el foco en Begoña Gómez, la mujer de Sánchez, y su papel e implicación en el rescate de Air Europa. Los truenos y relámpagos se desatan. Donde había paz hay ahora tormenta. «Hay gente que se trastorna en los procesos judiciales», señalan fuentes gubernamentales sobre las últimas declaraciones e insinuaciones de Ábalos. El PSOE le suspendió de militancia en febrero de 2024 -aunque no sería expulsado del partido hasta junio de 2025- y ha censurado y rechazado los comentarios conocidos con Koldo García relativos a distintas mujeres. «¡Qué menos!», señalan desde la sala de mandos socialista. Esas actuaciones y conversaciones les penalizaron, y mucho, en el voto femenino, uno de los bastiones del PSOE. Pero entre ambas partes no hubo choque o beligerancia directa, pese a algunos episodios donde cada parte defendió su posición.

Entienden roto el pacto de 'fair play' no escrito que había entre ellos

«No hemos ido contra él», explican fuentes socialistas al más alto nivel. «No somos la acusación contra él, no somos los que le estamos hundiendo la vida». Los ataques a Sánchez de Ábalos llevaron a La Moncloa a enfundarse la espada y el escudo y acudir al campo de batalla. El viernes la guerra ya estaba desatada. «Lamento esta estrategia de defensa que tiene Ábalos, pero no es creíble», dijo ayer Patxi López, portavoz parlamentario socialista. Distintos miembros del partido consultados por este diario admiten que si bien no había nada por escrito, firmado o acordado, de facto se había establecido un fair play, un pacto de no agresión entre ambas partes en estos años. Que ahora ha saltado por los aires. «José Luis se ha revuelto contra nosotros sin motivo. Y encima con mentiras. Se ha convertido en un elemento peligroso y deleznable para nosotros».

«Por esto no vamos a pasar, somos el Gobierno de España», señalan fuentes gubernamentales ante los ataques del ex lugarteniente de Sánchez. Ese enfado lo personalizó el viernes María Jesús Montero, que advirtió a Ábalos de que el Ejecutivo «no se va a dejar chantajear» ni «mentiras o bulos». Y defendió que el rescate de Air Europa, donde Ábalos ha puesto las sospechas sobre Begoña Gómez, fue una operación «investigada, auditada, fiscalizada por todo el mundo», por «órganos de control» como la Intervención General, el Tribunal de Cuentas, la Comisión Europea y el Tribunal de Justicia Europeo.

Más directa y dura ha sido estos días Diana Morant, ministra de Ciencia y líder de los socialistas valencianos. Ha defendido que «tres sinvergüenzas» -en alusión a Ábalos, Koldo y Cerdán- no representan al PSOE, y ha calificado de «indecente» que el ex ministro se quiera «parapetar» detrás de su acta de diputado. «Si le queda algo de decencia política, lo que tiene que hacer es renunciar». Los socialistas y sus socios piden a Ábalos que la deje, para que ese escaño que estaba en el Grupo Mixto vuelva al PSOE y no pierdan un voto, en una legislatura donde cada asiento es clave. Sin el voto de Ábalos y la ruptura con el PSOE de Junts, la legislatura está en colapso. El ex ministro guardaba disciplina de voto con los socialistas y había algún resquicio para testar que se contaba con su voto en sesiones importantes o ajustadas.

Montero capitaneó el enfado y defendió el rescate de Air Europa

No es casual que mientras Sánchez y el resto de ministros de peso en el Gobierno callen, sean Montero y Morant las que encabecen el choque con Ábalos. La primera lo hace como vicesecretaria general del PSOE, como persona más importante en el partido tras Sánchez, al que fuentes socialistas dicen que «hay que proteger». Las fuentes consultadas constatan que su posición y sus palabras están avaladas y consensuadas con el jefe del Ejecutivo. Y Morant es un mensaje en clave valenciana -Ábalos es de esa comunidad-.

Esta tormenta desatada por Ábalos insisten en La Moncloa que la viven con «tranquilidad». El jueves no se montó ningún gabinete de crisis, pese a que se admite que la entrada de prisión de Ábalos es una «imagen dura», que es una «situación grave», «dolorosa». «Es verdad que ves los medios y parece que se acabe el mundo. Pero aquí no tenemos la sensación de que sea real», dicen miembros del Gobierno, que dicen mantener inalterable su hoja de ruta y, como prueba de ello, exhiben la subida del 11% hasta 2028 para los funcionarios, rubricada en un acto el jueves al que Sánchez improvisó su presencia cuando ya se sabía que Anticorrupción pedía prisión para Ábalos.

Saben en el Gobierno que quedan días de «zozobra». Esperan algún dardo más de Ábalos, y dan por hecho que señala a Begoña Gómez porque sabe que es uno de los temas que más mella hace en Sánchez, que proclama su «inocencia»: no tuvo «nada que ver» con el rescate de Air Europa, dijo en la comisión de investigación del caso Koldo en el Senado. El análisis que hacen miembros del Ejecutivo es que los ataques de Ábalos obedecen a «una estrategia de defensa», para «intentar implicar a otras personas» esperando que eso «le puede aportar un beneficio en términos de su sentencia».

Fuente original: Leer en El Mundo - España
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