"Soy medio fotógrafa", bromea Fátima Matute (Madrid, 1974) mientras posa para la imagen que acompaña esta entrevista. Radióloga de profesión, la consejera de Sanidad madrileña acaba de recibir en Chicago el reconocimiento de la Sociedad Americana de Radiología en uno de los congresos más importantes del sector a nivel internacional. Un galardón que llega en pleno temporal político: el aborto, los cribados y el nuevo estatuto marco tensiona de nuevo a la Comunidad de Madrid con el Gobierno central. En conversación con GRAN MADRID, Matute responde a las acusaciones de la ministra Mónica García, a la que ve centrada en la "agitación" contra Isabel Díaz Ayuso, y valora la distinción otorgada por sus colegas de profesión tras más de 25 años como radióloga.
La Sanidad vive su momento de mayor politización desde la pandemia. ¿A qué lo achaca? Hay una ministra que está inhabilitada para serlo. La pancarta detrás de la que se escondía se le ha quedado pequeña y se le ven sus vergüenzas y sus debilidades. El puesto se le ha quedado grande. No está allí para gobernar para todos, sino para gobernar en contra de la Comunidad de Madrid. Es decir, hace oposición desde la gestión. Debería ocuparse de gestionar para todas las comunidades, pero cada vez que habla nos ataca. Y como no ocupa su tiempo en gestionar, está desguazando nuestro sistema público de salud. Vamos a poder seguir funcionando un tiempo, pero esto se va a desmoronar. ¿Cree que está preparando su vuelta a la Comunidad de Madrid? Nunca ha dejado de pensar en ello. No ha gobernado, sino que ha hecho oposición desde el minuto uno. La han puesto explícitamente, como a Óscar Puente, para agitar, crear polémicas y atacar a rivales políticos. Es lamentable. El Gobierno les ha llevado ante el Constitucional por no presentar el registro de médicos objetores al aborto. ¿Entregarán el listado si la Justicia les obliga? Creo firmemente que nadie me puede obligar a dar los nombres de mis compañeros. Y creo, con la Constitución en la mano, que puedo y debo defender sus derechos fundamentales: los de los profesionales sanitarios y no sanitarios que no quieran participar, en este caso, con la objeción de conciencia sobre el aborto. En Madrid el aborto es legal, seguro y debe ser poco frecuente. A nadie se le deniega el aborto en los supuestos legales. En España se han producido 106.000 abortos el año pasado, y uno de cada cinco se realizaron en la Comunidad. Voy a proteger a los profesionales que lo practiquen y a los que no quieran hacerlo. Es mi absoluta responsabilidad, para que no se les señale, no se les ponga en listas negras y no se les utilice para algo que no va a mejorar ni la gestión ni la vida de las personas. Con la Constitución en la mano dudo que nadie me obligue a dar esos nombres, porque creo que no es constitucional. Entiendo por lo que me dice que darán la batalla judicial. Absolutamente. La daré yo porque creo que para eso estoy aquí, para gestionar y hacerme responsable de situaciones como esta. Voy a defender a mis compañeros hasta el último momento. Creo firmemente en la separación de poderes, en la Justicia y acataremos todo lo que nos digan que hay que hacer. Pero será un tribunal, y no una ministra sectaria alejada de la realidad. No sé si es fácil resolver esta pregunta de forma breve. ¿Existe el síndrome posaborto? Como tal no, pero esa es una polémica que se generó en el Ayuntamiento y yo la desconozco porque no estaba allí. Lo que le puedo decir es que en la Comunidad de Madrid, como con cualquier otro procedimiento médico, todo está protocolizado, con una serie de pasos que incluyen consentimientos informados, tiempos, y que se sigue de forma escrupulosa. Eso lo regulan las guías de buenas prácticas, las sociedades científicas y la literatura científica en la que nos basamos para mejorar la vida de la gente, nunca para señalar ni empeorar. ¿Teme que igual que con el aborto se haga un uso político de los datos sobre los cribados? Ya lo están haciendo. Hacen un uso torticero del concepto, de todos los datos que se manejan e incluso de las personas. Ahora hay desasosiego y eso no lo podemos consentir. La ministra quiere manosear los datos para luego tirarlos a la cabeza, como hace con las listas de espera. Es un disparate. Cuando se detecta un problema, hay que analizarlo, hay que actuar sobre él y hay que solucionarlo. Los cribados salvan vidas: son seguros, sólidos y se están haciendo muy bien en toda España. Hay puntos de mejora, y en eso tenemos que trabajar sin alarmar a la población. ¿Qué medidas ha tomado la Comunidad tras los problemas detectados en la comunicación de cribados de cáncer de colon? Lo han intentado usar como casus belli contra la Comunidad de forma vil y mezquina. El problema fue causado por una empresa llamada Indra, que creo que conocen en el PSOE, ya que suelen colocar allí a su cúpula. Esa empresa manda las cartas de los resultados de estos cribados. En febrero realizó una actualización interna sin contárselo a nadie y generó más de 500.000 cartas con el mismo texto. Gracias a los sistemas nuestros de control nos dimos cuenta a los pocos días y en menos de una semana el problema estaba resuelto. Nos pusimos en contacto con todas las personas que habían recibido esa comunicación errónea y se les dio el resultado correcto. Pero nunca hubo un error en los cribados, porque el resultado siempre fue el correcto. Fue un error de comunicación de la empresa que mandaba las cartas. La oposición critica los Presupuestos que están a punto de aprobarse en la Asamblea. Reprocha que las cuentas bajen respecto a la ejecución de años atrás, y que se invierta un 45% menos en listas de espera. El modelo de la izquierda es no tener Presupuestos o prorrogarlos por tercer año. Quedan en evidencia. Son ellos los que han recortado uno de cada dos euros en Sanidad. Está publicado en el Ministerio de Hacienda. Nosotros desde 2019 hemos aumentado 2.000 millones y ejecutamos hasta el último euro. El 36% de todo el presupuesto se va para Sanidad. Diariamente invertimos 50 millones en Sanidad y Educación, y si tenemos que gastar más dinero de lo que está presupuestado, lo vamos a hacer. Las críticas también llegan desde Vox, que pide aplicar un "principio de prioridad nacional" por ejemplo en las listas de espera, y cifra en 100.000 los inmigrantes ilegales que han recibido la tarjeta sanitaria. ¿Es real este dato? ¿Qué opina de la propuesta? Vivimos en una distopía y es muy fácil hablar cuando se hace oposición. Vox debería analizar bien lo que dice, porque eso es una política nacional referida a inmigración, y es muy mejorable. Vox debería poner el foco en el Gobierno y en su política de inmigración. Madrid no tiene ningún margen para tomar decisiones al respecto y no damos ninguna tarjeta sanitaria. Es el Instituto Nacional de la Seguridad Social, que depende del Ministerio, el que da la tarjeta sanitaria a quienes piden asistencia sanitaria en situación irregular. Pero esa asistencia no vamos a dejar de darla porque es nuestra obligación proteger a la gente. Vox pretende enredar a la población y crear desconcierto, desinformar con el fin de ganar votos. ¿Por qué el nuevo estatuto marco es "lesivo"? Porque la ministra, que es una activista, no sólo traiciona sl Sistema Nacional de Salud, sino también a su mayor tesoro, que son sus profesionales. En vez de trabajarlo de una forma procedimental, hablando primero con las autonomías y después con Hacienda para ver el presupuesto, se reunió con algunos sindicatos. Después sacó el debate a la calle, enfrentó categorías profesionales, y habló con las comunidades con un borrador lesivo y regresivo, que no ha dado tiempo a ser valorado de forma correcta. La ministra miente cuando dice que las regiones estamos de acuerdo, cuando dice que ha habido 60 reuniones. Hay muchos puntos de desacuerdo y falta algo clave, que es una memoria económica. Viaja a Chicago, donde será premiada por la Sociedad Americana de Radiología. ¿Qué supone para usted este galardón? La primera vez que fui a ese congreso siendo una tierna residente, hace más de 20 años, me impactó todo lo que vi: innovación, conocimiento, los colegas... Después de muchos años, no solo tengo el orgullo y la responsabilidad de ser consejera de Sanidad, sino que mis pares y mis maestros me reconocen como miembro de honor, que es el mayor premio que se le puede dar a un radiólogo por su carrera profesional. Es absolutamente un orgullo, sobre todo siendo consejera de Sanidad. La gestión nunca debe desligarse de la asistencia. Sólo puedes gestionar si conoces bien la Sanidad, si sigues informándote y estando actualizada. ¿Traerá novedades de Chicago? Absolutamente. Es el escaparate internacional de todo lo que sale en el mercado. Todas las innovaciones en gestión y ayuda están ya basadas en la inteligencia artificial y en algoritmos, pero nunca dejamos atrás la inteligencia natural. Allí nos juntamos 153 países y afrontamos cómo solucionar los problemas del momento. Ese intercambio de puntos de vista hace posible que podamos traer no sólo la mejor tecnología e innovación, sino también las mejores formas de gestionar.Fátima Matute, consejera de Sanidad madrileña: "Nadie me puede obligar a dar los nombres de los objetores. Los defenderé con la Constitución en la mano"
Artículo Completo
1,671 palabras
Leer
Fuente original:
Leer en El Mundo - España