Monday, 08 de December de 2025
Economía

Feijóo hace campaña electoral en la calle y Sánchez, en el BOE

Feijóo hace campaña electoral en la calle y Sánchez, en el BOE
Artículo Completo 1,111 palabras
 Leer
La aguja de marearFeijóo hace campaña electoral en la calle y Sánchez, en el BOE
  • JAVIER AYUSO
2 DIC. 2025 - 01:14Alberto Núñez Feijóo, el domingo.A. Pérez MecaEuropa Press

Cuando se inicia un ciclo electoral, los líderes políticos se ponen en marcha utilizando todos los recursos a su alcance. Faltan apenas veinte días para que se celebren los comicios autonómicos en Extremadura y los partidos se afanan en la busca de votos. Pero sería pecar de ingenuos si pensáramos que la ofensiva actual tiene como objetivo solo el parlamento extremeño. El PSOE, el PP, Vox, Sumar, Podemos y los nacionalistas e independentistas afinan sus estrategias ante un 2026 en el que no solo habrá elecciones regionales, sino con toda seguridad, generales. La situación no da para más.

En los últimos días hemos visto cómo Alberto Núñez Feijóo ha iniciado su campaña electoral convocando a sus seguidores en la calle (la séptima movilización en dos años), mientras que Pedro Sánchez utiliza el Boletín Oficial del Estado para asegurarse los votos de funcionarios y pensionistas. Los radicales de derechas e izquierdas (Santiago Abascal, Yolanda Díaz e Ione Belarra), se baten el cobre contra quienes se supone que son sus socios y a los que quieren robar sus votos, y los grupos periféricos aliados del Gobierno amagan con romper la baraja mientras esperan el momento más oportuno.

La cita de Extremadura va a ser un ensayo general para lo que pueda venir después. Las encuestas auguran una victoria del PP, pero insuficiente como para gobernar en solitario, por lo que tendría que volver a pactar con Vox. El PSOE caería en picado (¿a quién se le ocurre empeñarse en mantener como candidato a un líder procesado por corrupción?), en beneficio de la izquierda radical que recuperaría posiciones en la región. El ascenso en intención de voto de los de Abascal habría movido a los populares a iniciar su campaña con todos sus pesos pesados reclamando implícitamente el voto útil para desbancar al socialismo.

Así habría que entender la convocatoria de Feijóo este domingo en el Templo de Debod de Madrid. Con la música de The final countdown (la cuenta atrás final), al comenzar y acabar el acto, como es tradicional, el PP arengó a decenas de miles de simpatizantes (80.000 según Génova y 40.000 según la delegación del Gobierno), en la necesidad de movilizarse y estar preparados para unas elecciones que se convocarán más pronto que tarde. La corrupción socialista, política y económica, fue el eje de todas las intervenciones.

El líder popular volvió a arremeter contra Sánchez, tras el encarcelamiento de José Luis Ábalos y Koldo García ("falta el uno", dijo refriéndose al presidente del Gobierno), e insistió en la necesidad de que se celebren elecciones generales cuanto antes. Aprovechó, además, para llamar la atención a los "socios de la corrupción" y les preguntó "¿hasta dónde están dispuestos a llegar?". También lanzó alguna andanada contra Abascal y sus acciones que solo benefician al PSOE.

En el otro lado, Pedro Sánchez se está empleando a fondo para captar votos desde el BOE. La semana pasada se anunciaron las subidas salariales para funcionarios públicos y pensionistasa partir del próximo 1 de enero. 14.000 millones de euros de coste para pagar a 13 millones de beneficiados que, sin duda, estarán muy agradecidos cuando elijan la papeleta electoral. Y de propina, el anuncio del ministro de Transportes, Óscar Puente, de que el tren Alvia empezará a circular muy pronto con destino a Cáceres y Badajoz; noticia que ha sido recibida con total escepticismo, incluso incredulidad, en Extremadura.

Pero todas esas buenas noticias no han conseguido eclipsar las amenazas de Ábalos y Koldo de tirar de la manta contra el que fuera su partido. Es verdad que los delincuentes (perdón, presuntos delincuentes) son aficionados a amenazar a diestro y siniestro en busca de una salida negociada y que las declaraciones acusatorias contra el entorno del presidente las están haciendo en la prensa y no en sede judicial. Pero, a pesar de todo, sigue reinando el nerviosismo en Ferraz y en La Moncloa.

Sus líderes se limitan a repetir que no van a ceder al chantaje, que Ábalos lleva 22 meses fuera del partido (acabarán negando que estuvo alguna vez), y que han tenido tolerancia cero ante la corrupción. Esta última afirmación ya ha dejado de ser creíble, por mucho que la repitan, porque las actuaciones del PSOE han sido reactivas, cuando han pillado a sus dirigentes, y no proactivas. Se ha echado en falta un mayor control anterior y cuando ya se hablaba de corruptelas y algunos de los máximos responsables socialistas seguían poniendo la mano en el fuego por los que ahora tachan de "sinvergüenzas".

Mientras el bipartidismo lucha a brazo partido, sigue emergiendo la figura de Santiago Abascal en todas las encuestas. Vox avanza a rebufo del PP, con mensajes radicales que hacen las delicias del PSOE. Ayer, en Ferraz, ya hablaban públicamente del "monstruo de las dos cabezas de la ultraderecha" y en Aragón, Félix Bolaños y Pilar Alegría insistían en que el PP y Vox son lo mismo. En algún momento, esos millones de votantes de Abascal se tendrán que dar cuenta de que eligiendo esa papeleta fortalecen a aquel al que quieren echar.

Y a la izquierda del PSOE, sigue la desunión y la hipérbole. La vicepresidenta segunda del Gobierno ha olvidado hace tiempo que se sienta todos los martes en la mesa del Consejo de Ministros (y Ministras), y hace la misma oposición al PP que al PSOE. Yolanda Díaz no termina de encontrar su lugar en el espectro político de la izquierda, entre el ninguneo al que le someten en La Moncloa y la presión de Podemos. El resultado será un paso más hacia la irrelevancia.

Plan de Sánchez para desactivar la JusticiaEl arte de gobernarLos trucos que ya no le funcionan a Moncloa Comentar ÚLTIMA HORA
Fuente original: Leer en Expansión
Compartir