Fin de año negro en violencia de género: seis mujeres muertas en solo 15 días

Se llamaba Jennifer, tenía 30 años, llegó a la localidad sevillana de El Viso del Alcor esta primavera con su hija, de 11 años, y era de nacionalidad colombiana. Ella es la víctima número 44 de la violencia machista en España en lo que va de año y la sexta en apenas dos semanas. Desde el 22 de noviembre hasta este domingo, ha habido casi una muerte cada dos días en un final de año negro que amenaza con revertir la tendencia a la baja que se venía registrando en 2025 en comparación con 2024.

Jennifer perdió la vida el sábado por la noche en el domicilio de su pareja, Ismael, con quien mantenía una relación sentimental desde hace meses. Los vecinos de la calle Calvario, a pocos minutos a pie del Ayuntamiento de El Viso, dieron la alerta pasadas las ocho de la tarde del sábado, cuando dos jóvenes que pasaban por la calle se percataron de que del interior del número 32 salía un intenso humo negro.

Cuando llegó la Policía Local y los bomberos, Ismael, el dueño de la casa, ya había cerrado la puerta a cal y canto y se había atrincherado en el interior de la casa junto al cuerpo de su pareja, que fue hallado después, con numerosas puñaladas en el pecho y en la espalda.

Para entrar, los bomberos tuvieron que derribar la puerta y cuando lo lograron, el presunto asesino salió, desnudo de cintura para arriba, esgrimiendo un gran cuchillo y tuvo que ser reducido por los agentes, que lo trasladaron, bajo custodia, a un centro sanitario.

Este domingo por la mañana aún eran evidentes las señalas de lo ocurrido. Olía a humo en la casa, de una sola planta con la fachada pintada de amarillo, y tenía la puerta destrozada y una ventana con los cristales rotos. En el interior, donde trabajaban los agentes de la Policía Científica de la Guardia Civil, el desorden era visible.

Los vecinos, aún somnolientos por los sucesos de la noche, contaban cómo Ismael, que había sido vendedor de cupones hasta hace un par de año, era agresivo y tenía "muy mala idea". En la calle era conocido por su mal carácter, por el ruido que provocaba en su casa y por las broncas que tenía con las personas a las que alquilaba habitaciones en su vivienda, su única fuente de ingresos conocida desde que le despidieron de su anterior trabajo.

"Menos mal que la niña no estaba en ese momento", decía Salud, una vecina que reside unas cuantas casas más arriba. La niña es la hija que tenía Jennifer de una relación anterior, de 11 años, y anoche estaba en casa de su abuela. De hecho, la víctima al parecer no residía con su pareja, aunque sí pasaba mucho tiempo con él en esta vivienda.

El subdelegado del Gobierno en Sevilla, Francisco Toscano, confirmó este domingo que todo apunta a que se trata de un crimen machista, a la espera de que la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género la contabilice oficialmente.

Su nombre se unirá entonces a los de Rosemery, Oriana, María Ángeles, Concha y María Victoria, las cinco últimas víctimas mortales de la violencia de género en España.

Apenas cuatro día antes de la muerte de Jennifer, en Torrijos (Toledo) fue asesinada a puñaladas Rosemery, una mujer de 39 años a manos de su ex pareja, de 45 años. Ella había acudido en busca de ayuda al centro de la mujer del municipio en octubre, pero solo había hablado de problemas de convivencia, sin dar cuenta de ningún episodio de violencia física. No había denuncias previas ni constaba en los registros del sistema VioGen. La víctima tenía tres hijos de una relación anterior, todos ellos menores de edad.

El día anterior, el 2 de diciembre, a las cinco de la tarde, descubrían el cuerpo de Oriana, una mujer de 34 años de origen argentino y con pasaporte italiano, y el de su compañero sentimental, que se había ahorcado en el balcón. Fue un cuñado de la pareja el que les encontró, tras derribar a patadas la puerta de la vivienda, situada en la calle Cánovas del Castillo de Alicante. Él se había quitado la vida después de matarla a ella y fueron los vecinos, al oír gritos, los que dieron la voz de alarma. Tenían un hijo menor en común y tras la tragedia se supo que Oriana había pedido el divorcio recientemente,

A puñaladas murió también María Ángeles el 30 de noviembre. Tenía 45 años cuando su pareja la degolló para luego arrojarse al vacío desde la azotea del edificio en el que ambos vivían con los dos hijos que tenían, de 13 y 17 años. La pareja sí estaba registrada en el sistema VioGen, pero constaba como riesgo "no apreciado" desde 2021, después de que un testigo de un episodio de maltrato lo denunciara. María Ángeles no llegó a presentar ninguna denuncia.

El 26 de noviembre, en la localidad malagueña de Campillos, fue estrangulada hasta morir Concha, una joven de 25 años, por su compañero sentimental, de 28 años. Su cuerpo apareció en el domicilio de su padre, con el que se había ido a vivir unos meses atrás, pero en ese momento estaba trabajando y ella se encontraba sola. El asesino se presentó poco después, a las 13 horas, en el cuartel de la Guardia Civil en Martos (Jaén) y confesó.

La trágica cadena de crímenes machistas de estas dos semanas arrancó también en Málaga, en la localidad de El Rincón de la Victoria, donde un hombre de 61 años mató a su mujer, de 60 años. Ella se llamaba María Victoria y los vecinos del bloque, situado en la calle Trébol, llamaron al 112 tras escuchar golpes y gritos.

Estas seis muertes en apenas quince días han encendido las alarmas de los expertos ante una concentración de crímenes machistas tan elevada que, además, amenaza con revertir la tendencia que se venía registrando este 2025. Hasta principios de diciembre eran 42 las víctimas mortales de este año, frente a las 47 de 2024, aunque ahora ya son 44 frente a 47.

La Macroencuesta sobre la Violencia de Género, que publicó el Ministerio de Igualdad recientemente, pone de manifiesto la gravedad del problema al constatar que una de cada tres mujeres de 16 años o más aseguran haber sido víctimas de violencia machista (física, sexual, psicológica o económica), lo que supone un 30,3% del total. Y el 12,7%, es decir, 2,7 millones de mujeres, han sido víctimas de violencia física y/o sexual por parte de su pareja.