Málaga
Lunes, 22 de diciembre 2025, 01:00
... ah, y giran hacia una realidad esplendorosa. Ya saben: a la cobertura del feliz estruendo, de esas historias pellizconas de personas a las que hoy sonreirá la suerte. Llega la lotería de Navidad, suena el cancaneo de las bolitas desde temprano, y en las radios el soniquete del sorteo acalla por un día a las tertulias criticonas, a las más faltonas y hasta a las muy suavonas. Con el simpar runrún de los niños de San Ildefonso, hoy toca que media España se desayune con una escucha entre atenta y descreída. Ese relato radiofónico con tintes nostálgicos como de posguerra detona a veces en un chillerío alegre o en unas lágrimas que contagian emoción y vida. Las teles llenarán las tres o cuatro horas del directo y de su loca gestión de tiempos con imágenes múltiples de felicidad, mientras decrecerán las esperanzas y cada vez se verá más claro el proceloso mar de las pedreas. El Gordo nos pone en nuestro sitio: en plan 'mañanero 360' nos suele dejar en el mismo punto de partida. Repetiremos lo de la salud, ay; maldeciremos algún décimo de más, ay; nos pavonearemos acaso por alguna devuelta. Por no tener ya ni tendremos el dulce compás de espera de las añejas ediciones vespertinas y su listado oficial, qué cosa tan bonita. Ahora la resolución estará al alcance de la mano, con la actualización digital, el móvil y hasta las teles rotulando retahílas de números, como si hablaran del Nasdaq o del IPC. Pero hoy también aparecerá en pantalla esa España de administraciones y tabernas, donde muchos descorcharán cava y algún afortunado o cercano hará algún teatrillo a deshora frente a Inxtaurrondo o Modesto Barragán. Y los telediarios enseñarán abrazos, gritos y saltos de alegría, esas historias mínimas y tiernas que siempre soñamos protagonizar. Lo mismo cerrarán contando un poco lo de Extremadura y tal: pero acabado el sorteo de participaciones entre ganadores y vencidos ya todo será otro frío invierno total.Límite de sesiones alcanzadas
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